Cuando uno lee opiniones acerca de esta película, se encuentra tal aluvión de críticas que acaba pensando que no puede ser para tanto. Si bien es cierto que calificarla como la peor película de la historia del cine es una tremenda exageración, el film es realmente malo.
Y no es la peor película de la historia porque tiene algún que otro elemento bueno. La película no dista mucho de otras producciones post apocalípticas que invadieron el cine de los años ’80 las cuales no fueron tan castigadas como la cinta que en esta crítica se trata. Es posible que dentro de unos años la película se mire con otros ojos y cuente con un gran número de seguidores como ahora ocurre con películas no valoradas en su época.
El maquillaje y caracterización tampoco es malo, y Travolta hace las funciones de malo casi con un personaje cómico que le da una chispa diferente a la película en cuanto aparece.
Sin embargo, son muchos más los puntos negativos de la película. Las situaciones son espantosamente ridículas al igual que los diálogos. Los personajes tienen muy poca personalidad y carisma y el actor principal no hace más que sobreactuar durante toda la película haciendo de mesías, todo acorde con el pésimo nivel de la misma. Los efectos especiales, cosa muy importante en películas de esta clase, son muy extraños, dejando a veces algunos incomprensibles y otros bastante aceptables (lo mejor de la película la caída de la cúpula). Por si fuera poco la película se hace eterna y además es larga en duración para lo que ofrece, sin gozar de ritmo en ningún momento y deseando su fin como mucho a la hora de proyección.
Si bien no es la peor película de la historia, es una mala película que narra la posible extinción de la humanidad, extinción que hubiera sido mejor aplicarla a la propia película y que nunca hubiera existido.