No me cae bien Branagh. Ni como actor ni como director. Siempre exagera sus interpretaciones y su mano en la dirección. Pero aun así y después de ver los premios y el atractivo tráiler me animé anoche a ver Belfast. Tal vez estaría equivocado.
Y la verdad que, aunque me mosqueé un poco con el tour turístico inicial, he de reconocer que los primeros 30 minutos parecían ir en la buena dirección. Un contexto más que interesante (el maldito conflicto irlandés), una fotografía muy bella, canciones de Van Morrison, un muy buen reparto actoral, escenas potentes...
Pero a partir de mitad de película el discurso ya está dicho (qué bonita y chupiguai mi infancia a pesar de todo) y sólo queda repetir hasta la saciedad. Y cuando digo la saciedad me refiero a que acaba dando arcadas de tanta moralina, tanto buenismo. Y en lo formal, lo mismo: tantos contrapicados y planos forzados. Una cosa es idealizar la infancia y otra directamente mentir (¿clases mixtas en aquella época?) o exagerar (no se puede tener unos padres más guapos, no pueden ser más malotes los malotes). El niño pasa de ser gracioso a repelente. El abuelo de entrañable a pesado. Las escenas emotivas, carentes de emoción. Todo por exagerar, que es lo que pierde a Branagh generalmente.
Mal diseño de personajes. Mal guión. Buen material desaprovechado. Una trampa pensada milimétricamente para los Óscar. Pero no merece. Para nada.
Y detrás de todo...Branagh.
Ahora me cae peor.