'Lo que el viento se llevó' es la primera trilogía de la historia del cine, en una única dosis: 238 minutos de maravillosos planos, personajes irrepetibles, una trama que te atrapa, una banda sonora que te emociona y unos diálogos que te fascinan. Es un film impresionante, que transmite un sabor a cine clásico, casi épico, al alcance de muy pocas películas.

Creo que si no estamos ante una de las tres mejores películas de la historia es, más que por el desmesurado metraje, por el exceso de ambición mostrado por el film: la evolución de Scarlett O'Hara es la perfecta síntesis de los cambios que sufrió la sociedad sureña, desde los años previos a la Guerra de Secesión hasta la inmediata postguerra... al menos, si atendemos a lo narrado desde el inicio del film hasta que Scarlett descubre que ha muerto su segundo marido: hasta ese momento ella ha evolucionado desde su alegre vida como una señorita de buena familia hacia el tradicional pragmatismo yankee, como una próspera mujer de negocios dispuesta a cualquier cosa para volver a disfrutar del esplendor de antaño.

La película, sin embargo, no se quiso conformar con ser la más lúcida reflexión del cambio de modelo de vida y de valores que afectó a la mitad de la nación, mediante la guerra civil estadounidense... y quiso exprimir la historia hasta el final, tal y como lo había concebido la autora de la novela en la que se basa la película, Margaret Mitchell.

Con ello, opino que se incidió demasiado en aspectos melodramáticos, que aportan poco a la trama, y se limita la importancia del mensaje que, hasta ese momento, parecía que capitalizaba la película (el cambio social y la llegada de una nueva época); todo ello le resta trascendencia e interés al conjunto del film. Por otro lado, uno casi prefiere conocer el desenlace final de un modo claro, tras haber permanecido casi cuatro horas ante la pantalla... sin apenas pestañear (aunque, inisisto, al final decae un poco el interés). Todo esto me obliga a no darle un 10 a la película.

Grandes actuaciones de Leigh, Gable y de Havilland... y mención especial a la oronda Hattie McDaniel, en su papel de Mami, la esclava negra que se encarga de criar a las diferentes generaciones de niños que viven en la finca 'Tara', propiedad de la familia O'Hara.

En cualquie caso, estamos ante una obra absolutamente recomendable, que cualquier cinéfilo debería paladear... En la ceremonia de los Oscar, en el año 1940, este film logró ocho premios: Mejor Película, Director, Actriz Principal, Actriz de Reparto (Hattie McDaniel, estando también nominada en esa categoría Olivia de Havilland), Guión, Montaje, Fotografía en Color y Dirección Artística; además, estuvo nominada en otras cuatro categorías (Actor Principal, Banda Sonora, Sonido y Efectos Especiales).