Pese a que en su arranque guarde demasíadas similítudes con Madagascar, el argumento se desarrolla de una manera muy distinta y, finalmente, no tienen nada que ver una con otra. Si bien los personajes con mayor protagonismo no llegan a interesar demasiado, cuenta con secundarios excelentes, como son el Koala y (aunque en menor medida) la serpiente, los camaleones y la ardilla. Por otro lado, es de agradecer que el doblaje no esté perpetrado, como ahora está de moda, por actorcillos televisivos o famosos de tres al cuarto. El apartado tecnológico: sencillamente soberbio, con una animación excelente. En fin: que la peli está bien para pasar el rato, y ni es aburrida ni una copia de Madagascar (es normal que los animales acaben yendo a Africa: ¿donde iban a ir sino?)