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España España · Granada
Voto de Yanpol64:
5
Drama Drama ambientado en la tumultuosa Irlanda del Norte de finales de los años 60. Sigue al pequeño Buddy mientras crece en un ambiente de lucha obrera, cambios culturales, odio interreligioso y violencia sectaria. Buddy sueña con un futuro que le aleje de los problemas, pero, mientras tanto, encuentra consuelo en su pasión por el cine, en la niña que le gusta de su clase, y en sus carismáticos padres y abuelos.
4 de marzo de 2022
120 de 168 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sí, las piruetas de Kenneth Branagh hacen que la belleza de los primeros compases desemboquen en ese tipo de caída despatarrada que ruboriza. La belleza del ritmo y la elegancia se van volviendo artificiosos e incoherentes y aterrizan por los suelos. La película patina. Branagh, como guionista y director, se ha esforzado tanto en la corrección formal y en la corrección ideológica que su filme va girando a lo falso, lo insípido y lo impostado. Nos prometía mucho a los que en la sala de cine queríamos disfrutarla sin prejuicios, sin haber leído nada sobre ella: comienza con la hermosura de una canción de Van Morrison, de modo que uno empieza a gozar sin remedio… y además no tardamos en sentir que se masca la tragedia en unas curradas secuencias iniciales, con unos planos de acción que te empiezan a enganchar en un bello blanco y negro.

Pero la película se va convirtiendo paso a paso en un bonito cascarón vacío plagado de tópicos. Va perdiendo fuerza y nunca alcanza a arañarnos con garra ni pasión (a pesar del contexto terrible que estallaba en Irlanda del Norte). Me sorprenden mucho las personas que se puedan emocionar con esta película, pues en ella nada conmueve, y creo que somos muchos a los que nos ha ido irritando progresivamente con su corrección política, su cinefilia bienintencionada, su tono edulcorado y su afán de complacer a todos los paladares (y a los académicos esos de los Premios Oscar y demás). Se va estropeando conforme avanza. Llega un momento en que cualquiera comienza a contemplar incómodo la tramoya de Branagh y entonces ya la historia no atrapa, sino que todo es una sucesión de homenajes al cine, a la tele, a la infancia… que desgraciadamente no te alcanzan ni divierten… y no puedes evitar contemplar los artificios forzados del guión y de la realización, como si estuviésemos detrás del telón. Dejas de vivir esa historia, no vives esas otras vidas, sino que observas decepcionado el teatro del cine (matriculado en un curso de Ayudante de Dirección). Y Branagh hasta quiere ser John Ford (“mira que contrapicados más chulos con toda esa gama de cielos grises ¡hala, que bonitos!”). Y las deliciosas canciones de Van Morrison, venga, una y otra vez (“que buen gusto tienes pa tó, Kenneth, porque sin duda eres un tío mu guay”).

Si una película con rasgos autobiográficos y familiares, que nos traslada con nostalgia a la infancia y a una coyuntura histórica trágica y convulsa, resulta que no nos emociona, pues “¡apaga y vámonos!”. Y eso es lo que ocurre con Belfast. Conforme avanza la película creemos que se nos acabará revelando algo trágico, algo doloroso, algo esperanzador, pero no, el mínimo suspense no lleva a nada. Por otro lado resulta evidente que Kenneth Branagh idealiza, edulcora y falsea realidades y vivencias propias de aquellos años, para hacer más dulce su película, supongo: tuvo que ser excepcional su colegio de infancia ya que se mezclaban sin segregar protestantes y católicos (¿seguro? ¿no será un arreglito del guión?) y más excepcional aún tuvo que ser su colegio pues nos lo presenta como una escuela mixta en la que se mezclaban niñas y niños allá por el año 1969 y 1970 (apuesto a que esos “recuerdos” son falsos y simplemente han sido una licencia que se ha permitido para su historieta)… Y, por cierto ¿sus padres de clase obrera estaban tan buenos como la Caitriona Balfe o el Jamie Dornan el Grey de las Cincuenta Sombras? (no es imposible, je, je, pero lo dicho: todo idealizado en extremo). La violencia del IRA, la de la facción católica del Ulster, ni aparece. Aquí sólo son malos los protestantes (la comunidad a la que pertenecía la familia Branagh). No entiendo.

E insisto, se desvela toda la tramoya al querer satisfacer tantos ingredientes. Por ejemplo, se esfuerza en que su película tenga bonitas referencias cinéfilas, ya sean las de grandes obras llenas de carga moral y política como El hombre que mató a Liberty Valance, o Sólo ante el peligro… o de obras divertidas y menores del cine popular (Hace un millón de años, Chity Chity Bang Bang…), del cómic (Thor) o de la tele (Star Trek…). Y en ese afán de Branagh por hacerlo todo bonito y chulo… la peor escena es la que remata la película y que os destripo en spoiler:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Yanpol64
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