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Voto de Quatermain80:
7
Drama. Thriller. Cine negro Aunque inocente, el reportero Frank Ross es declarado culpable de asesinato y es enviado a la cárcel. Mientras sus amigos del periódico tratan de averiguar quien lo engañó, Frank se va endureciendo por la vida en prisión y su optimismo se convierte en amargura... (FILMAFFINITY)
29 de noviembre de 2011
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
A pesar de la temprana fecha de su realización, un drama carcelario como el presente poseía ya todos los rasgos característicos de este subgénero, anunciando de paso varios de los temas fundamentales del cine negro, al que, en sentido estricto, no pertenece.

Entre esos rasgos típicos cabe señalar la concepción de los personajes, desde el inocente injustamente condenado hasta el gángster curtido entre rejas, pasando por una amplia gama de tipos que incluye a fieles camaradas, un alcaide estricto pero justo, guardias de todo pelaje (desde los comprensivos hasta los despiadados), matones y chivatos. A cualquier espectador actual que tenga cierta cultura cinematográfica le resultan familiares estos personajes, así como sus actitudes, que suelen hacerles acreedores de un determinado destino, que es fácil anticipar. También resulta muy clásica la filmación de la vida carcelaria, atenta a los detalles y a las relaciones que se establecen entre los personajes, del mismo modo que nos resulta familiar el crescendo dramático resuelto mediante una explosión de violencia como el motín.

En cuanto a los temas propios del género negro pueden señalarse varios, pero el más importante es la corrupción; en efecto, la película nos muestra un ambiente corrupto en el que una revelación periodística conduce a su autor a la cárcel -mediante métodos puramente gangsteriles-, y de paso enfatiza la violencia y la brutalidad que son consecuencia de esa corrupción. Otro aspecto puramente "negro" es la ambigüedad moral, que provoca nuestra comprensión y simpatía por los reclusos, incluso tratándose de criminales confesos, como el personaje interpretado por Raft. La corrupción del mundo exterior, su injusticia, empuja a los presos a buscar solidaridad y amistad en ese mundo cerrado que es la cárcel, logrando así identificarse con el espectador.

Por lo demás, un guión meramente correcto, que cae en algunas inverosimilitudes (el regreso de Raft a la cárcel, por muy heróico y emotivo que resulte, no hay quien se lo crea), una dirección eficaz, que cumple a la perfección con un notable dinamismo y puesta en escena (especialmente destacables las secuencias del asesinato en el cine y del motín), y unos intérpretes de probada solvencia, hacen de este filme un clásico en su género.
Quatermain80
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