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Voto de m m:
36.072
Drama
Tras un aterrizaje de emergencia en medio del campo gracias al cual salvan la vida un centenar de pasajeros, el comandante Whip Whitaker (Denzel Washington), que pilotaba el avión, es considerado un héroe nacional. Sin embargo, cuando se pone en marcha la investigación para determinar las causas de la avería, se averigua que el capitán tenía exceso de alcohol en la sangre. (FILMAFFINITY)
26 de enero de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película arranca desde cero a puro revulsivo hacia el pasivo espectador no dejando ni un minuto de los primeros 26 a NADIE indiferente. Y cuando digo a nadie es a nadie. Indispone sin llegar a descomponer porque es una sinfonía del exceso. Además esta contraindicada para personas con fobia a volar en los aviones
Antes, cabe decir también que no cae en groserías ni inmundicias. Es elegante, poética y una película con muy buena fotografía. A lo sumo el comandante presenta un aspecto desaliñado y nada más. Pero es que a partir de ese momento el film se convierte en una pieza de un mismo y latente tono de escepticismo, monótono. . Pareciera la obra de o bien un alcohólico rehabilitado o bien de víctimas colaterales de familiar alcohólico que lo han sufrido. Y lo digo porque después de un largometraje centrado en un único personaje lo lógico sería que los espectadores desarrollaran un sentimiento mayor o menor de participación afectiva hacia el protagonista pero la verdad es que al final te llega a importar bien poco donde vaya a parar con sus huesos. A lo sumo la lástima que sientes lo es hacia los que lo tienen que soportar.
Personalmente creo que la intención del autor es clara: es que al espectador le embargue esa sensación de escepticismo hacia la realidad del alcohólico. La moraleja es que poco importan las grandes gestas, los gozos o los lodos del desgraciado que depende de cualquier sustancia. Nada de lo producido bajo los efectos del consumo tiene validez ninguna. Es producto del consumo, osea, nada.
Es un canto a la tolerancia cero y por esos desencanta al espectador muy joven.
Antes, cabe decir también que no cae en groserías ni inmundicias. Es elegante, poética y una película con muy buena fotografía. A lo sumo el comandante presenta un aspecto desaliñado y nada más. Pero es que a partir de ese momento el film se convierte en una pieza de un mismo y latente tono de escepticismo, monótono. . Pareciera la obra de o bien un alcohólico rehabilitado o bien de víctimas colaterales de familiar alcohólico que lo han sufrido. Y lo digo porque después de un largometraje centrado en un único personaje lo lógico sería que los espectadores desarrollaran un sentimiento mayor o menor de participación afectiva hacia el protagonista pero la verdad es que al final te llega a importar bien poco donde vaya a parar con sus huesos. A lo sumo la lástima que sientes lo es hacia los que lo tienen que soportar.
Personalmente creo que la intención del autor es clara: es que al espectador le embargue esa sensación de escepticismo hacia la realidad del alcohólico. La moraleja es que poco importan las grandes gestas, los gozos o los lodos del desgraciado que depende de cualquier sustancia. Nada de lo producido bajo los efectos del consumo tiene validez ninguna. Es producto del consumo, osea, nada.
Es un canto a la tolerancia cero y por esos desencanta al espectador muy joven.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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