La única película de Pixar que se me pasó en su momento, como suele ocurrirme con esta compañía, no decepciona en absoluto. Lo que más destaca es su sobresaliente aspecto, especialmente los paisajes (el agua, las hojas de los árboles..), cuidados con detalle y que por momentos te parecen reales. Es verdad que los personajes están trazados de forma más de película de animación y no tan, digamos "seriamente" como el entorno, pero todo casa muy bien, la historia es entretenida (aunque la hayamos visto mil veces) y El viaje de Arlo es muy disfrutable incluso para adultos, sobre todo desde el plano estético y de la animación