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España España · Granada
Voto de Kikivall:
7
Drama España. Verano de 1936. El célebre escritor Miguel de Unamuno decide apoyar públicamente la sublevación militar que promete traer orden a la convulsa situación del país. Inmediatamente es destituido por el gobierno republicano como rector de la Universidad de Salamanca. Mientras, el general Franco consigue sumar sus tropas al frente sublevado e inicia una exitosa campaña con la secreta esperanza de hacerse con el mando único de la ... [+]
29 de septiembre de 2019
60 de 83 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una bandera de España, en blanco y negro, ocupa toda la pantalla hasta que, de a poco, se colorea en bandera republicana. Así da comienzo esta película que hace un recorrido por los inicios de nuestra guerra civil, justo cuando Franco fue nombrado Jefe del Estado de la zona nacional.

Amenábar coloca el timón del film en la figura de uno de nuestros más reconocidos intelectuales, Don Miguel de Unamuno, eterno Rector en la Universidad de Salamanca y personaje cumbre de nuestro pensamiento, lúcido, mordaz, sufriente, dudoso, claro y honorable. En Unamuno cobra fuerza esa idea del español paradójico, si bien la obra unamuniana siempre fue directa contra el poder y sobre todo contra la mediocridad, la brutalidad y la iniquidad. La contradicción unamuniana siempre desemboca en coherencia, coherencia que convence y que son, como él dijo “gritos de pasión”.

Años atrás había sido uno de los intelectuales más críticos con el rey y la dictadura de Primo de Rivera. Un Unamuno enarbolando la razón, ‘doliéndole’ la España que veía, que apoyó la fundación de la era Republicana como socialista. La misma República que explotó en ira y muerte contra inocentes: hombres de bien, religiosos, iglesias en llamas y barbarie. ‘No es eso, no es eso’, que dijo Ortega. Por todo eso, Unamuno apostó por los sublevados, a los cuales suponía pacificadores de las tropelías del Frente Popular. Mas los insurrectos resultaron ser igual de arbitrarios y criminales. Por eso, Unamuno se revolvió también contra aquel movimiento militar y contra Franco que, como él decía, ‘vencía’ pero no ‘convencía’. La película evidencia, así, la difícil tesitura de un pensador libre que se encontró entre dos vendavales: el bolchevismo de la República y el fascismo que vino a suplantarla. Muy difícil asunto para cualquier ser humano, por sublime intelecto que tenga.

La película se desarrolla en el verano de 1936. Miguel de Unamuno apoyando al general Franco que prometía traer el orden al país. Destituido de su cargo de Rector por el Gobierno de la República, con los sublevados Unamuno es restituido de nuevo en su cargo por la Junta de Defensa Nacional. Pero la deriva sangrienta de la nueva autoridad hace que Unamuno no pueda callar.

En el film se prodiga un personaje entre grotesco y siniestro: José Millán-Astray, fundador de la Legión. En un momento principal del film, el general M.-A. le suelta Unamuno: "Ustedes, los intelectuales, son muy valientes detrás de sus libros, en su trincheras". A lo cual responde Unamuno: "Hay otras maneras de ser valiente". Ahora ya estamos ante un Unamuno menos endiosado y egocéntrico, un hombre que expresa su repulsa hacia los nuevos vencedores, una persona más próxima al sufrimiento y la enorme desgracia de sus semejantes, paisanos, amigos, discípulos y ciudadanía, esos que pagan siempre lo que eufemísticamente llamamos “daños colaterales” de las contiendas armadas.

La dirección de Alejandro Amenábar es meritoria, narrador excelente siempre en el detalle, movimientos circulares de la cámara y primeros planos de enorme interés para el relato, colocando la cámara en el lugar justo para dar intensidad a cada plano; un artista que donde mejor se encuentra es en el cine de género y para quien el espectador es razón primordial.

Trabado guión del propio Amenábar junto a Alejandro Hernández y una sugerente a la vez que excesiva música, también de Amenábar; maravilla de fotografía de Alex Catalán. Intachable puesta en escena con el bello entorno salmantino de fondo. Todo lo cual arropa la producción de manera elegante y efectiva.

El reparto es descomunal, con un apasionado Karra Elejalde que modela su interpretación para recrear a un complicado Unamuno de manera sobresaliente. Santi Priego se atreve y nos ofrece a un Franco medido en cada gesto y a la perfección que muestra a un hombre ambicioso, astuto, frío, receloso y sobre todo endiosado y capaz de cualquier cosa por llegar a lo más alto. Y Eduard Fernández es Millán-Astray, sujeto primario que roza lo grotesco, colérico e histrión, anti-intelectual, orgulloso de sus cicatrices de guerra, muy peligroso y fiel a Franco. Acompañando Santi Prego, Patricia López, Inma Cuevas, Nathalie Poza, Luis Bermejo, Mireia Rey, Tito Valverde, Luis Callejo, Luis Zahera, Carlos Serrano-Clark, Ainhoa Santamaría, Itziar Aizpuru y Pep Tosar.

Y tras la progresión previa, para el final está el enfrentamiento, alboroto y clímax dramático en el paraninfo de la Universidad salmantina, cuando Millán-Astray, arropado por el poder y la caterva de falangistas y legionarios que lo jalean grita su: ¡"Viva la muerte”! mientras Unamuno, tomando la palabra dice, entre otras: "Venceréis porque tenéis la fuerza bruta, pero no convenceréis, porque para convencer tendríais que persuadir, y para persuadir no tenéis lo que hace falta: la razón y el derecho". Esta es, finalmente, la sustancia de la cinta: la prevalencia de la razón, una razón que a nuestro eminente Unamuno le fue negada, teniendo que salir del Paraninfo aquel 12 de octubre de 1936, Día de la Raza, de la mano de la esposa de Franco, que le evitó males mayores.

Sin grandilocuencia ni maniqueísmo, en un punto medio, esta historia trágica está contada sobriamente, con emoción, con racionalidad también, de forma contenida pero igualmente arriesgando con el mensaje implícito, bastante aventurado, de que siempre hay la posibilidad de que las hostilidades se reediten en España. En mi opinión esto es bastante improbable. Hoy somos unos españoles más preparados, cultos y amantes de la paz y la concordia. Tal vez sean los políticos quienes tengan que moderar sus discursos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Kikivall
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