Ferdinand es la tierna historia de un becerro que rechaza la violencia. Paseando por los corrales no puede entender como el resto de sus amigos luchan para ser los becerrillos más bravos del lugar. Todos anhelan convertirse en toros bravos como sus progenitores, y quizás algún día ser los elegidos para torear en la plaza de toros. Sin embargo, el bueno de Ferdinand sólo piensa en la libertad que hay tras los muros de la finca. Gozar con la luz del sol, descansar bajo la sombra de un gran árbol, o disfrutar de la compañía de otros animales y humanos de buen corazón. Bajo estas premisas la película aborda la controversia del mundo del toro, desde un punto de vista bastante suave; sin una gota de sangre. Sin polemizar mucho en el asunto, nos encontramos con una simpática película cargada de buenos sentimientos, que sólo busca arrancar la sonrisa del espectador y puede que la comprensión de un animal que no está hecho para torear.

Ferdinand es sin duda un toro atípico. Amante de las flores y de la paz, utiliza su bravura para proteger a los que le rodean. Pero que nadie se lleve a engaños. Si vas por el campo y te encuentras con uno, no corras a saludarlo pensando que es como el bueno de Ferdinand , pues el toro es un animal bravo por naturaleza, que no dudará en empitonarte…