Al principio del siglo IV, vista su extensión y dificultad de gobierno, Diocleciano decidió dividir el territorio en dos mitades, una oriental y otra occidental, a cuyo frente estarían dos augustos auxiliados por dos Césares. De esta manera se pretendía acabar con las guerras militares que habían asolado el territorio en la tremenda crisis del siglo III. A la renuncia de Diocleciano y su compañero, Constancio Cloro [padre de Constantino] entró a gobernar como nuevo augusto y facilitó el camino a su hijo cuando él murió en Britania. Fue entonces cuando las tropas proclamaron a Constantino "imperator" pero bien pronto tuvo varios competidores: Severo y Majencio. Desde el 306 comienza un periodo de conflictos que finalmente va a terminar en un enfrentamiento entre Constantino y Majencio (su cuñado). El final de toda esta historia la guerra con la derrota de Majencio en el la célebre batalla de Puente Milvius donde, según la tradición, Constantino recibió del cielo la orden de emprender la batalla con los estandarte de la cruz. La tetrarquía pasó a Triarquía (311–313) y de esta a Diarquía para finalmente quedarse en un gobierno individual (326–337) de Constantino. El cargo del emperador volvía por sus fueros tradicionales: una sola fe, un solo baustismo, un solo imperio, un solo emperador

La película no toca ni de lejos los problemas brutales de estos 40 años desde que se implantó la primera tetrarquía hasta el gobierno individual de Constantino, de manera que desde el punto de vista histórico es una calamidad, incluido el tratamiento del problema cristiano, y en manera alguna se toca otros muchos problemas del imperio romano y del sistema de Tetrarquías. Esta es una de romano en el peor sentido de la palabra.