Es fácil ver por qué esta película entusiasmó a casi todo el mundo y muy especialmente a la Academia de cine.
Saca las vergüenzas de una época muy negra de EEUU, canta las cuarenta a uno de sus personajes más denostados (McCarthy) y lo hace con un reparto de excepción (Strathairn, Clooney, Downey Jr, Daniels, Clarkson, Langella... todos están soberbios) y con un tono político muy apropiado para el momento en que se estreno, cuando todo le mundo estaba ya harto de George Bush.
Y lo cierto es que no es una mala película en absoluto, pero de nuevo le falla a Clooney el ritmo de la propuesta, lento hasta la extenuación, así como el tono, demasiado frío y desapasionado como para emocionar o impactar a los espectadores.
Más que una película es una lección de historia contada al estilo de los profesores aburridos que todos hemos tenido alguna vez. Es interesante, hay que saberla, pero la manera de contarla no es adecuada. Así que buenas noches, y buena suerte si la ven.

Lo mejor: Los actores. Todos ellos.
Lo peor: Lo lentísima que es y el tono desapasionado de la propuesta