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Voto de Espilberg:
8
Drama. Comedia Bob Harris, un actor norteamericano en decadencia, acepta una oferta para hacer un anuncio de whisky japonés en Tokio. Está atravesando una aguda crisis y pasa gran parte del tiempo libre en el bar del hotel. Y, precisamente allí, conoce a Charlotte, una joven casada con un fotógrafo que ha ido a Tokio a hacer un reportaje; pero mientras él trabaja, su mujer se aburre mortalmente. Además del aturdimiento que les producen las imágenes y ... [+]
27 de diciembre de 2007
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo cierto es que esta película resulta ser una de las más extrañas de cuantas he visto. Con ella Sofia Coppola se consagró como una de las directoras más innovadoras del cine actual. Y lo cierto es que se lo merece.
Lost in Translation es, sobre todo, una mirada hacia un mundo tan distinto y tan diferente al nuestro: el mundo oriental.
Toda la trama se desarrolla alrededor de dos personajes: un actor que viaja a Tokio para grabar unos anuncios y la mujer de un fotógrafo que se queda sola en el hotel cuando su marido se marcha a trabajar. Ambos se sienten perdidos en sus vidas, y esa sensación se incrementa cuando salen del hotel, rodeados de una sociedad distinta, de una forma de vida diferente. Es entonces cuando se conocen y se hacen amigos, y disfrutan juntos de todo aquello que tienen a su alcance, combatiendo su soledad e infiltrándose en esa gran ciudad que es Tokio.
Toda esta historia, escrita por la propia Sofia, resulta ser extraña. Carece de diálogos, lo cual no quiere decir que no existan ya que se suplen con la fuerza de sus imágenes. Destacan los paisajes, los lugares, las escenas de las costumbres. Sobre todo me encantó el momento en el que ella se encuentra sola, sentada junto a la ventana de su habitación, con la cámara enfocandola sobre la ciudad; sola sobre las calles de una ciudad que no conoce.
Es muy destacable también el uso personal de la directora con la cámara. Planos excelentemente captados, ángulos magníficamente plasmados, escanas bellas y conmovedoras. Sin apenas perfilar a los personajes, la pequeña Coppola nos hace sentir, por medio de la cámara, los escenarios, las expresiones y la música, sus miedos, sus desilusiones, sus ansias, sus sentimientos.
Sin duda resulta ser una película muy recomendable para aquellos que vean el cine como una herramienta para ilustrar historias. Aunque sea algo pesada a pesar de su duración (97 minutos), es una gran película que, con un guión muy sencillo, salpicado con sentimentalismo e ironía, unas grandes interpretaciones y una excelente realización, logra ser de las más innovadoras y originales de los últimos años; consigue transmitirnos la vida de una sociedad muy distinta a la nuestra desde el punto de vista de dos personas normales y corrientes que superan juntos sus miedos entre los rascacielos de Tokio.

Lo mejor: la fuerza de las imágenes, en especial la ya citada de la ventana del hotel, que logran contar una historia por sí mismas de forma muy original.

Lo peor: algo pesada en ocasiones, lo cual no merma la calidad de la película. Su simplicidad puede llegar desesperar.
Espilberg
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