Después de revisionar este casi legendario film, confirmo lo ya sospechado: Carpenter, es uno de los grandes "listillos" del cine americano, con una aptitud innata ("desvergonzada", se podría decir) para hacer de su nombre, y a lo largo de los años, una suerte de "efecto llamada" que le permita abarcar los sub palos del género sin temor a la respuesta adversa. Pocos directores pueden presumir de tener el Gráfico de sus logros personales tan repleto de valles y picos como lo tiene el casi creador absoluto del género "slasher", incluso antes de que se convirtiera en género. Desde la excelente película que nos ocupa, pasando antes por la magnífica Halloween, la mediocre Starman, y hasta la infumable Vampiros (En cuyo título además tuvo la "Santa Barra" de poner su nombre con carácter atributivo)

En un director de semejantes osadías resulta muy agradable, por tanto volver a visionar lo que es sin duda una de sus pocas obras maestras, en la que siguiendo la tendencia de Ridley Scott, no hizo sino referenciar con este estupendo reboot, al género Pulp, más puro, que al igual que Alien ya recogía esas esencias, tanto de la predecesora de 1951 ( Cristian Niby), y con especial referencia a esa delicia Kitch chillón que es "Queen of blood" de Curtis Harrington, con una Florence Marley capaz de helar la sangre en las venas, sin más artificio que su sonrisa hierática.

Con excelentes efectos especiales, para su época, y un discurso estupendamente actualizado del mito, Carpenter nos asusta y nos regala diversión y terror cósmico en "estado de gracia", a lo que contribuye, el pergueño de la criatura protagonista, con formas no definidas, "lovecraftianas" para subrrayar aún más lo claustofóbico y horrible de la odisea en que se ven envueltos los miembros de este equipo de investigación, pero dando además un toque personal, del que carecía la película de Scott, y tambien la de Niby. Puesto que el "ser" del film adopta las formas humanas, Carpenter sabe aprovechar la circunstancia para abordar el tema del egoísmo, la supervivencia del más fuerte y la desconfianza, que eclosiona en un final tan sugerente e inquietante como demoledor.

Un extraordinario testimonio del buen cine de terror y FX, que demuestra que hay un espacio en las filmotecas del mundo para él. No hay que perdérsela.