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Voto de FATHER CAPRIO:
8
Drama Frankie Machine, un hombre con talento musical, sale de la cárcel y, además, consigue dejar la heroína. Su principal problema será encontrar un medio de vida honrado y evitar las drogas y el juego. (FILMAFFINITY)
18 de agosto de 2007
19 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Otto Preminger está empezando a entrar por derecho propio en la categoría de mis directores míticos. Películas como Anatomía de un asesinato, Al borde del peligro y especialmente Laura son ejemplares muestras de su buen trabajo y su capacidad para mantener en todo lo alto la atención del espectador. Pero, con El hombre del brazo de oro, Preminger da una vuelta de tuerca y ofrece al espectador una película de adultos y para adultos. Una película que supuso un punto de inflexión en el sistema de censura norteamericano al que se enfrentó con el apoyo de la productora United Artists y con el resultado de que a partir de este momento pudieron tratarse temas tabú hasta entonces como la drogadicción.

La Legión Católica de la Decencia ya condenó a Preminger en 1953 por su película The moon is blue donde una “pícara” Maggie McNamara escandalizaba a la censura de la época con frases como ésta: “¿Cree usted que soy una virgen profesional?”. En definitiva, que Preminger estaba resultando mucho Preminger para las castas legiones a las que no les quedó más remedio que claudicar. Y gracias a ello la película pudo estrenarse en los diferentes Estados de USA si bien la escena del pinchazo fue cercenada en la mayoría de ellos.

Dejando aparte estos prolegómenos, que ayudan a enclavar la película en su contexto social y temporal, debo decir que la película impacta, aunque es cierto que resulta “light” si la comparamos con otras producciones más duras (Ej. El Pico), pero no nos olvidemos ni del año: 1955 ni de los Torquemadas de turno.

Buena interpretación de Frank Sinatra, genial Eleanor Parker y excepcional Kim Novak de la que “robaré” una frase de Manderlay es : “voluptuosa y sensual como siempre y maternal como nunca”.

Y por encima de todos ellos, un director distinto, enfrentado a las estructuras más cerradas y a los celosos guardianes del “genuino sueño americano”, rompiendo sus moldes y abriendo el cine a nuevos horizontes de madurez y progreso: Otto Preminger.
FATHER CAPRIO
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