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Voto de FATHER CAPRIO:
8
Thriller Un detective privado piensa en cambiar de profesión, hasta que una misteriosa mujer lo contrata para resolver el asesinato de su compañera de cuarto. (FILMAFFINITY)
21 de julio de 2015
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Llamamos polar al film noir producido en Francia. Perdonen, pero en realidad las cosas no son tan simples y esquemáticas. Y esta película, cuyo nombre es “Polar” tal vez sirva para aclararlas algo más.

La característica principal de “Polar” (film) es que trata de desprenderse de las señas de identidad del noir americano. No es la noche su hábitat natural. Los peligros acechan a la luz del día. Y nuestro detective, aún escaso de fondos, sin clientes y con una botella a mano (de vino ecológico presumiblemente) no es un Bogart sui-generis. A nuestro Tarpón le falta ese aire tan propio de los distintos Marlowe que en el noir han sido, de andar de vuelta de casi todo y de haberlas visto de todos los colores. Tarpón, ex policía, retirado del cuerpo por disparar accidentalmente contra un manifestante, es un hombre desencantado a punto de romper la baraja y hacer la maleta cuando el destino y unas tarjetas de publicidad que dejó por los buzones, le ponen frente a un caso, de esos que nos gustan a los aficionados al género, con mafiosos, gente de dinero, prostitutas, amantes, periodistas, evidentemente policías y la chica de turno viviendo amorosa y peligrosamente junto a nuestro Tarpón (por cierto: nombre de pez)

Francés por los cuatro costados, Polar es un film interesante de un director muy bien considerado profesionalmente pero con pocos trabajos en su haber, aunque también realizó labores de producción y ejerció otras disciplinas artísticas como por ejemplo la pintura. A destacar, los diálogos, cáusticos y con un sentido del humor muy propio del país de Voltaire. También la linealidad de un argumento que, como todo noir que se precie, se enrevesa lo justo para que no nos perdamos.

Adecuado Jean-François Balmer en su rol de Eugène Tarpón, un individuo casi anodino y que parece incapaz de hacerle daño a una mosca pero que saca arrestos y oficio cuando hace falta. Buena labor también para Sandra Montaigu como Charlotte, compañera de piso de Louise, muchacha de vida ligera asesinada, presunta culpable y en busca y captura. Su rostro respingón y ese aire de no sorprenderse de nada favorecen un personaje hijo de la ciudad y sus submundos. Mención también para el polifacético Roland Dubillard como el periodista que acaba ayudando a Tarpón en su trabajo.

Un buen film para conocer a Jacques Bral (y no confundirlo con el cantante, con errata)
FATHER CAPRIO
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