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España España · Santa Cruz de Tenerife
Voto de Ozymandias_Iskander:
1
Thriller. Intriga. Fantástico Un día, cuando Light termina las clases, encuentra un cuaderno negro tendido en el suelo, llamado «Death Note», un cuaderno sobrenatural que es capaz de matar personas si se escriben los nombres en él y si el portador visualiza mentalmente la cara de quien quiere asesinar. Nueva adaptación de la famosa serie (y manga) "Death Note" esta vez con actores reales. (FILMAFFINITY)
25 de agosto de 2017
58 de 76 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y tuvo que llegar la fatal hora: Death Note ha sido adaptada por occidente y si alguien esperaba una buena película, puede seguir esperando porque esto es todo lo contrario desgraciadamente.

Imagine usted que posee un cuaderno en el cual si escribe el nombre de alguien cuyo rostro tenga en mente puede llegar a matarlo tal y como desee. Qué poder, ¿eh? ¿Decidiría usar ese poder en beneficio propio o para purgar el mundo de todos sus males? Es una gran premisa para una historia, ¿no? Tsugumi Ohba y Takeshi Obata pensaron en ello cuando crearon Death Note, pero, como siempre, el artista es fundamental y esto se demuestra en cómo ellos pudieron hacer una gran obra y los "creadores" de su "adaptación" estadounidense realizan una película simplemente olvidable.

Me equivoqué cuando vi las primeras imágenes de la adaptación en formato de película de Death Note para Netflix. Pensé que era horrible, que habían tergiversado toda la historia con esa manía de volverla estadounidense y que se habían comido los mangas para luego vomitarlos y hacer el guion. Lo reconozco. Me equivoqué. Ahora, tras ver la película... sé que ha sido peor que todo eso.

Al director Adam Wingard (Blair Witch) se le ven las costuras en cada minuto: quiere hacer terror, cuando la obra es... ¡Suspense! ¡SUS-PEN-SE! No "roba" a Hitchcock, roba a Destino final. Podía entender que utilizase algún susto, una estética oscura, pero no que haya sacrificado el misterio. Ni siquiera la fotografía de David Tattersall puede salvar todo esto. Un gran director (y en este caso, lo dudo) no te puede salvar un mal guion, por mucho que decida añadir música de los ´80 porque sí o ponga cámara lenta para darle a todo "intensidad", una intensidad tan vacía y exasperante que hace que cada minuto sea un poco más eterno en un film terriblemente convencional donde los personajes caen mal con un guion estúpido que obvia todo lo interesante de la premisa.

Solo hay que ver cómo a ese joven frío e inteligente de Light Yagami lo han pasado por el filtro hasta transformarlo en un chaval con mechas y algún tipo de problema (¿querer interpretar como Nicolas Cage en un mal día?), Light Turner, encarnado por un Nat Wolff fuera de lugar, al que se añade una Mia que supuestamente tendría que gustarnos porque para algo la han pasado por el filtro de Violet de American Horror Story y, claro, es una animadora tan rebelde como una camiseta negra vendida en una tienda para quinceañeras. Ambos son adolescentes al estilo USA, preocupados por el sexo, buscando "cambiar el mundo" sin pensar (¡sin pensar en nada!) y hacer el idiota. Olvídense de todo aquello que hizo grande al anime con Kira y Misa que, al menos, Kira era brillante y Misa era un personaje que, si bien a merced de otros, demostró desde su aparición varios puntos interesantes por mucho que para algunos fuera insufrible (sin ella, no tenemos los ojos del shinigami ni a Rem, ni tantos otros grandes momentos como la historia del shinigami que se enamoró de ella).

Si ya pensamos en personajes como el jefe de policía, aquí de nuevo el filtro USA se pasa para convertirlo en... váyase a saber muy bien el qué (y olvidad la sorpresa de ver cómo el jefe Yagami resultaba ser el padre del prota, como en el manga). No esperen al héroe incorruptible del manga, el que duda de su propio hijo. ¡Qué va! Aquí tenemos a un tipo que le da igual ya que el delincuente que mató a su esposa esté libre, pero vaya, se va a ocupar de ese tal Kira sí o sí, porque... sí... Y ni siquiera va a tener un grupo de policías con los que contar (ni uno, oiga, ni cuando se cargan a los agentes del FBI). Ah, tampoco va a dudar de su propio hijo (malditamente sospechoso)... lo va a defender. El gran poli al que le dicen "oye, que tu hijo es Kira" y se pone en plan poli chungo de serie estadounidense mala en vez de hacer caso al supuesto gran detective, pero es que el L de está película tampoco hay quien lo salve.

L se caracterizaba en el cómic por ser excéntrico, un Sherlock Holmes hasta las últimas consecuencias, un crío adicto a los caramelos y con un pensamiento que nos hacía pensar que estaba leyendo el guion y así se enteraba de todo. La idea que definía al personaje es que él era la justicia y la impartiría sobre un farsante como Kira, que ni siquiera usaría el cuaderno de muerte bajo ninguna circunstancia y atraparía a Light para llevarlo ante la justicia. Y no, aquí solo es un chaval con problemas de comportamiento al que le da una depresión por perder a Watari en una de las tramas más estúpidas: controlar a Watari para que dé el nombre auténtico de L (así, por la cara) y yendo a un orfanato en ruinas donde se formaban a los mejores detectives del mundo, detectives que son tan idiotas como para dejar todos sus datos en un sótano. Oh, là là... Y, al final, en serio, ¿nos tenemos que tomar esto en serio?
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ozymandias_Iskander
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