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España España · Barcelona
Voto de Sémele:
8
Thriller. Acción. Drama Biopic sobre Michael Peterson (apodado Charles Bronson), considerado "el hombre más peligroso del Reino Unido". Bronson es un exboxeador extremadamente violento que lleva 34 años en prisión, aunque nunca ha sido sentenciado por asesinato. (FILMAFFINITY)
11 de septiembre de 2016
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nicholas Winding Refn es el director de una de las películas más sugerentes que he visto en los últimos tiempos: "Drive". Es algo natural entonces echar la vista atrás y ver qué nos deparaba su filmografía: "Bronson" tiene suficientes alicientes para verla y el principal de ellos es la presencia de este carismático actor que es Tom Hardy, una de mis debilidades cinematográficas, lo confieso. Es difícil que dé un traspiés este tío y, además, es camaleónico, como pocos hoy en día.

Vayamos por partes. "Bronson" podría ser un biopic al uso, por ejemplo: el de Michael Peterson, el prisionero más peligroso de Inglaterra, que está encerrado en la cárcel desde hace 34 años (no tengo ni idea de si ha salido o no), de los cuales se ha pasado 30 confinado, y eso que nunca ha matado a nadie. Un hombre que sólo quería ser famoso y el único talento que tenía era la violencia. Lo dicho: podía ser un biopic al uso, narrando su vida de un modo convencional, a lo "Cadena perpetua" y listos.

Refn, sin embargo, aboga por una película a contracorriente, contada con retazos de la vida de este hombre violento que sólo entendía el lenguaje de las hostias (dándolas y recibiéndolas), y se apoya en una estética atractiva y sugerente, muy al estilo de los años 70 (la historia arranca ahí), muy Kubrick y Wenders, y en una potente banda sonora que se adentra como un guante en la película. El riesgo que corre es que sea repetitiva, pero pone esfuerzo en retratar la violencia de un modo distinto cada vez y de hacer avanzar la acción con una narración hábil y rápida.

Estética y ambientación abrumadora, escenas apabullantes genialmente rodadas, fotografía y maquillaje, fantásticos y, además, ese as en la manga que supone ver a Charlie Bronson, el acertado alias de Michael Peterson, encima de un escenario (vestido de etiqueta y con varios maquillajes acojonantes), interpelando a un público numeroso, en un teatro, contándoles su vida entre interpretaciones varias (genial esa doble en la que es él mismo y una jueza) y risotadas explosivas. Refn filma la película cómo le ha salido de los mismísimos, arriesgando como el loco temerario al que ha retratado.

"Bronson" no es cine para todos los paladares, por supuesto. Habrá quién salga despavorido. Pero a mí, como me gusta el cine que te cuenta historias diferentes de un modo innovador y que te hace remover inquieto del asiento, me atrapó.

Punto y aparte para hablar de ÉL. Tom hardy. ¡Joder, qué bueno es este tío! Con un "look" sorprendente que parece que vaya a vender churros, Hardy se convierte en el dueño de la peli. No me gusta la sobreactuación. Nunca he soportado a Jim Carrey ni a Nicolas Cage cuando se ponen histriónicos. La de "Bronson", así de claro, es de las únicas sobre-actuaciones de un actor que me ha resultado creíble. ¿Había otra forma de interpretar a Bronson? Rotundamente NO. Refn arriesgó con un actor desconocido, que si no me equivoco, venía de hacer de guapo homosexual en "Rocknrolla". Debió de verle el enorme potencial que sin duda tiene.

Hardy está absolutamente desatado, brillante, pasado de vueltas... se come la pantalla como una bestia parda. Varias veces se queda en pelotas, enseñando músculo, polla (bien dotado, por cierto), cojones y culo con toda naturalidad, y en ningún momento lo ves vulnerable, repartiendo hostias a destajo y recibiéndolas, aunque te da pena cuando ves el maltrato al que es sometido por aquéllos que deben procurar su reinserción. Me recordó a Viggo Mortensen en la escena de la sauna en "Promesas del Este". Decididamente, son actores tocados por un aura especial.

Y luego, después de esa cólera y violencia descomunal, se descubre el hombre tímido, impresionable que es en su vida real, ante la stripper casi desnuda o la chica de la que se enamora. Como si fuera de la cárcel fuera un pez fuera del agua. Estuvo nominado al Oscar por "El renacido", pero tiene como 5 interpretaciones perfectamente nominables.

Por otro lado, flaco favor le hacen comparándola con "La naranja mecánica", con la que comparte puntos en común, como si la violencia es algo intrínseco en algunos seres humanos o la crítica hacia la sociedad (o las instituciones) que no saben cómo tratar a dichos individuos. No es Kubrick, porque carece de la fuerza de un Kubrick, a mi modo de ver la historia se les queda un poco corta. Es decir, la historia que cuenta está bien, pero no nos conduce hacia la genialidad del maestro, sino a una película notable y original, cuyo actor está en estado de gracia.
Sémele
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