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Voto de caballero blanco:
10
Terror Año 1838. En la ciudad de Wisborg viven felices el joven Hutter y su mujer Ellen, hasta que el oscuro agente inmobiliario Knock decide enviar a Hutter a Transilvania para cerrar un negocio con el conde Orlok. Se trata de la venta de una finca de Wisborg, que linda con la casa de Hutter. Durante el largo viaje, Hutter pernocta en una posada, donde ojea un viejo tratado sobre vampiros que encuentra en su habitación. Una vez en el ... [+]
19 de noviembre de 2010
14 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película no es muda. La música es de Hans Erdmann.
Recientemente ha sido restaurada; se puede comprar, yo ya la tengo.

La había descargado antes. Era yo más joven. De Internet. Cierta música no original de no sé quién misteriosa, opresora y con rasgos místicos. Es lo que ocurre con las películas mudas. Que la música lo es todo. Es otra dinámica. Hay una palabra técnica para eso. En realidad creo que pasa un par o como mucho dos veces. Una es en Nosferatu. Que llegamos más allá porque volvemos.
La música marca el tono. La música marca el tono de la inmortalidad de las circunstancias de las imágenes.
No sé si lo han visto pero en el inicio de esta película un marido acude donde se encuentra su mujer. Todo es un sueño.

Descargué. Esa primera vez. Era todo sublime, pero no absolutamente sublime. La música original de Hans Erdmann, es absolutamente sublime, es todo lo que tengo.

Bueno, sólo veo, espaciado en el tiempo, la primera escena. Observen.
Yo todavía no he revisto la película con la partitura original, y sólo la primera escena.
Es increíble la música. La música es todo. Pero no basta.

Bueno, aquí hay cierto vídeo: (http://www.youtube.com/watch?v=knizi27HftA&feature=related); aun en la Era del videoclip, sé que este no es el lugar apropiado, pero quizá me permitan.
Es una música distinta a la de Erdmann. Todo termina aquí también. Todo lo que tengo.

No se engañen. El conde no es nada. Lo mejor es arañar la piel del mal, el conde es la poesía algo mala del Mal, y regresar a cuando desde arriba miraba Orfeo.
Hay un poema de Seamus Heaney que se llama "The Underground", y va sobre esta película, y sobre todas las cosas blancas o grises pero finalmente blancas, Eurídice; todo lo que tengo.

Imaginen una ciudad que no existe. Y es inimaginable.
Bram Stoker, "El país del Ocaso" (con las ilustraciones de W. Fitzgerald)
(Hay fantasmas y muertos que vemos desde los balcones, pero después no los queremos; susurramos un nombre).
Se levanta bien temprano, y corta con cuidadoso apremio las flores, para que no sangren, nadie las pise, y mueren.
Nunca hemos asesinado nada. Nos cercarán. Nos rodearán. Intentaré triunfar sobre el oprobio del tiempo, y sobre el absurdo de una serie de aventuras sin fundamento, ese vampiro loco, a saber, a saber.

Porque existes. Estamos equivocados, los colmillos son el viento. No creas que dejaré de pasar. Arcos fuera.
Me voy. No, mujer, que no. Que vuelvo.

Todo lo que tengo.
caballero blanco
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