Cuando uno entra a la sala a ver este tipo de películas, no se fija de primeras en la originalidad de la historia (pues a estas alturas ya se ha hecho mucho en el género) sino en las desafíos de los personajes y el grado de simpatía que ganan por nuestra parte. Luego, uno se espera que la historia no se estanque y tengo vueltas de taquicardia pura, así como un suspense dosificado y mantenido que mantenga al espectador al borde del asiento. "No respires" constituye un triunfo en ambos frentes, y supone una refrescante adición al género para delicia de aquellos que esperaban poco con modestia de esta cinta.
El guión es sencillo al principio, frenético en su desarrollo y sorprendente en sus ingeniosos y provocativos giros. No engaña a nadie con su premisa y funciona a la perfección como una maquinaria de mantener quieto y en suspense al espectador. Sus sorpresas de cara a su tramo medio y final son valientes y se apartan de los tópicos. Sin olvidar su epílogo, con implicaciones tenebrosas de las que no se suelen ver en el cine comercial actual. Incluso cuando la historia parece un poco repetitiva, el musculoso suspense no decae.
La dirección de Fede Álvarez es elegante y asfixiante. Tiene planos y un estilo visual tan pulcro como turbio que recuerdan al mejor David Fincher. El estilo visual es de lo mejor que se ha visto últimamente en este tipo de películas.
Las interpretaciones son mixtas: Daniel Zovatto es el típico arquetipo de ladrón chulo que cumple y ya, así como Dylan Minnette también aprueba en su papel. Los verdaderos jefes de la función son Jane Levy y Stephen Lang. Levy, a quien ya vimos en la anterior cinta del director (el remake de "Posesión infernal", el cual nunca fue santo total de mi devoción), está sensacional en su papel y enamora a la cámara en cada aparición. Lang, por su parte, construye un personaje impresionante: tan directo, como brutal. No me quepa duda que este papel se convertirá en su referente actual.
Con giros de guión provocativos, una historia sencilla que mantiene su propósito con creces, una atmósfera opresiva que no te suelta hasta los créditos finales, una dirección madura y unas interpretaciones del dúo Levy/Lang brillantes: "No respires" es una gran pequeña película de suspense que merece su puesto entre las más notables en lo suyo, así como una de las mejores ofertas de entretenimiento de calidad actual. No asusta como una película de terror en el amplio sentido de la palabra, no esperéis sustos constantes, pero su suspense y su oscura historia garantizan un pavor que te clava en la butaca como pocas en lo suyo. Tras "Posesión infernal (2013)", Fede Álvarez ha quedado con esta película más que consolidado.