Al igual que en Jackie, y siguiendo esa fórmula de éxito, se toma un momento de la vida de Neruda. En 1948, Pablo Neruda, es un poeta reconocido, figura del comunismo y senador de Chile, quien además es perseguido por el gobierno. Neruda, magistralmente interpretado por Luis Gnecco, es mostrado en su esplendor, en su grandeza, en sus vicios, en su oscuridad, sin adornos ni nada panfletario, a pesar de que se tocan temas políticos. Nos muestran sutravesía por el país, huyendo, pasando por Argentina, hasta Europa, mientras en esas condiciones escribía su mítico "Canto general". Neruda más conocido por sus poemas de amor, en su Chile lo recuerdan además por sus poemas, de Canto general, con mensajes políticos y humanistas, que dieron aire y fuerzas a sus compatriotas en momentos de crisis. La estructura de la película y su guión es excelente, y el toque poético y mágico no pueden faltar. En esta se reafirma la grandeza de estos particulares biopics de Larraín: Neruda no se queda en el personaje superficial desde afuera, sino desde sus entrañas y fuerza poética, compone una obra desde su genio y estilo literario. Ojalá todos los biopics tuviesen estas estructuras, que huyen del tópico y del facilismo. Gracias Larraín! Que grande eres!

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