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España España · Madrid
Voto de Charles:
9
Ciencia ficción. Drama California, 1987. San Junipero es un divertido destino de vacaciones lleno de sol, surf y sexo. Yorkie (Mackenzie Davis) y Kelly (Gugu Mbatha-Raw) son dos chicas que acaban de llegar, esperando que su estancia les proporcione diversión y algún cambio en sus vidas. Multitud de jóvenes se divierten bailando en las discos de moda. Pero para algunos de los visitantes de San Junipero, en cambio, la medianoche es una hora importante en la que algo sucede. (FILMAFFINITY) [+]
23 de octubre de 2016
62 de 70 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una localidad costera cualquiera del siglo pasado.
(El cinéfilo ubicará fácilmente el año por el póster de la marquesina)
El entusiasmo juvenil flotando en el ambiente.
La timidez en persona, y las ganas de diversión en otra.
Todo ello bajo la promesa de una noche infinita para conocerse.

Creo que no es casualidad que 'San Junipero' empiece y avance considerablemente sin que sepamos "de qué va".
Nuestra cabeza se exprime tratando de buscarle el sentido... ¿artefacto ochentero nostálgico? ¿reflexión sobre los videojuegos de otra época? ¿simpatía por la que va a una discoteca buscando el Flechazo y no una simple diversión?
Será conveniente dejar la respuesta en el aire para quien no lo haya visto.

Porque, además, todo eso pasa gradualmente a estar en un segundo plano.
La historia de Yorkie y Kelly ocupa toda nuestra atención: el primer encuentro, la primera risa, la primera confidencia... una hermosa recopilación de "primeras veces" que, se les ve en los ojos, ambas disfrutan como ninguna otra vez.
Como si fuera algo mágico el que dos personas se conozcan, todo es frescura y calidez, agradecidamente alejada de cualquier rastro de "espejos negros" y nuevas tecnologías. Como una manera de recordarnos lo bello que es el mundo cuando una conexión surge sin teclear en ninguna pantalla táctil.

Claro que esto es 'Black Mirror', y pronto llegan las primeras dudas, las primeras preguntas con difícil respuesta que nadie es capaz de responder.
En este caso, y de nuevo sin desvelar mucho, algunas cuestiones son: cuán difícil es querer descubrir algo y no saber cómo hacerlo, lo complicado que es dejar atrás años de pensamiento o el enorme miedo a dejarse querer. Ritos de paso, que no por cambiar su trasfondo por otro digital pierden su importancia.
(Pero no temas, la relación de Kelly y Yorkie te llevará de la mano por todo eso)

Charlie Brooker abandona las sombras por una vez, se toma un respiro, y se permite soñar con esa versión perfecta e idealizada de nosotros mismos que a veces alcanzamos a ver en posts de Facebook, fotos de Instagram y descripciones de Tinder.
Perfecta, inmaculada, e inmortal.

Junto a un sol infinito, Belinda Carlisle canta "heaven is a place on earth".
Y suena como algo muy parecido a la felicidad.
Charles
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