Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Voto de Charles:
5
Animación. Comedia En un edificio de apartamentos de Manhattan, la vida de Max como mascota favorita corre peligro cuando su dueña trae a casa a un otro perro llamado Duke, con quien Max pronto tiene sus diferencias. Pero ambas mascotas tienen que dejar atrás su rivalidad cuando se enteran de que un adorable conejito blanco llamado Snowball está reclutando a un ejército de animales domésticos que han sido abandonados, decididos a vengarse de todos los ... [+]
18 de agosto de 2016
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Sabes cuándo estás viendo la tele por verla, siguiendo un programa con moderado interés, hasta que la apagas y cuando te levantas ya ha olvidado lo que estabas viendo?
Algo parecido le ocurre a 'Mascotas'.

La ligereza que la recorre es impresionante: apenas sigue una historia principal, cuya mayor aspiración es acumular chistes que harán reír a cualquier amante de los animales y diseños "bonicos" de los mismos.
Ni un solo personaje que despierte más empatía que tu cama (que la quieres mucho porque es muy blandita cuando duermes), ni una sola situación que te haga pensar que sus muchos (demasiados) protagonistas están en peligro, en tensión, acorralados o superados.
Es la extirpación pura y dura del drama más simple, el conflicto de ALGO, mientras solo quedan persecuciones frenéticas sin ningún tipo de consecuencias, porque es difícil temer por tus protagonistas cuando se caen desde alturas terroríficas y se quedan espachurrados en el suelo cual Looney Tunes para levantarse al segundo después.

Quizá ese es el secreto del buen rato que se pasa viendo esta historia: a nadie nunca le importó lo que el Coyote tuviera contra el Correcaminos, solo que sus persecuciones eran un festival de humor físico.
Teniendo eso en cuenta, la aventura del perro Max y colegas (DEMASIADOS colegas) se puede ver como un dibujo animado largo y caro, con una exquisita animación que recrea una Nueva York gigantesca e imponente, donde lo que menos importa es su enemistad con el nuevo perrazo que llega a su casa, una enorme bola de pelo llamada Duque.
La odisea de ambos está plagada de entretenimiento: gatos pellejudos que actúan como bandas de pandilleros, los infaltables y tontos perreros que siempre salen en películas como esta, perros viejos y venerados como líderes del local de moda (la casa que se ha quedado sin dueño), y hasta un culto subterráneo de los animales desterrados que desprecian a los humanos. Cualquier intento de asomarse al abandono o complejos que cada uno de los dos llevan encima casi parece un insulto, y así lo concibe la historia, que los deja a un lado tan pronto como los plantea.

Todo esto está muy bien, pero ya sea porque no tengo mascota o porque pienso que hay mejores ejemplos de este mundillo plasmado en animación, nada consigue quitarme la sensación de que los creadores detrás de todo están agitando unas llaves delante de mis narices, como si fuera un bebé que se va a quedar embelesado por su brillo y tintineo.
No es algo catastrófico, porque la cosa tiene diversión para rato, pero sí es lamentable que semejante nivel de representación animada no haya servido para algo más interesante.

Eh, Illumination Entertainment, las cositas monas muy bien, pero el guión puf. ¿Sabrán que no hay que elegir y que podrían quedarse con las dos?
Charles
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow