Estupenda comedia (especialmente al comienzo) que aborda la confrontación entre un psiquiatra que cumple su papel de manera acertada, con un Richard Dreyfuss que realiza una hábil actuación, y un paciente que simplemente lo borda en su papel de personaje maniático, extravagante y que consigue hacer soltar alguna carcajada al espectador con su peculiar manera de actuar. Entretenidas situaciones, con una primera media hora estupenda. Frank Oz, director de una interesante "In and Out" nos vuelve hacer gala de la comedia al presentarnos aquí un producto que sin ser demasiado interesante a primera vista, se erige como una historia de éstas que llegan acalar en en la platea gracias a un guión que aunque a última hora se vuelva pelín pesado, está bien planteado desde el lado de las cualidades antagónicas entre los dos personajes principales. En esto, también colabora la familia del mosqueado e irritable psiquiatra, una familia que acaba aceptando más las situaciones hilarantes que propicia el paciente que a su propio padre/marido. Una desconcertante final (esa inolvidable situación que sucede cuando el protagonista se convierte en lo que fuera su paciente, a pesar de que como mencioné el final es más bien, a lo sumo pasable) y un inicio tremendamente, como ya digo divertido, hacen de esta comedia un agradable visionado, en el que además nos deja de fondo una interesante reflexión de "acepta al paciente" y no olvides que puedes llegar a ser uno más.