Hay que alejarse de las críticas negativas, como de las positivas, y siempre sacar uno sus propias conclusiones.
A esta historia de bodrio no la bajaron, porque dicen que se pasan más de la mitad de la película preguntando por el villano, cosa cierta, pero no se dan cuenta o no quieren darse cuenta que Blackway, no es un thriller, sino un western, puro y duro, que respeta todas las reglas-clichés del género.
Casi siempre hay una pareja despareja, en este caso un viejo, a quien su esposa dejó y su hija murió, que vive con un muchacho tartamudo, tienen una relación padre e hijo, a ellos se añade una camarera que es acosada por el villano de la historia, quien es el típico villano de western, es malo porque si, un psicópata, machista, narcotraficante, proxeneta, en fin un compendio de los peores defectos que un ser humano pueda tener.
Como en todo western, casi toda la película trata sobre la búsqueda de ese villano, una anécdota sobre lo malo que es, por acá, otra pelea con alguno de sus cómplices por allá, y luego el clímax con el consabido enfrentamiento, que la verdad podría resolverse mejor que como lo hicieron.
La película para mí se deja ver, no es una gran obra, ni intenta serlo en ningún momento, tiene una buena fotografía, interpretaciones correctas, destacando Alexander Ludwing, el personaje que consigue mayor empatía con el público.