Los juegos del hambre: En llamas

El miedo no sirve si existe esperanza, son supervivientes sino ganadores y un completo recital de frases y postureo se dan cita en una cinta dividida en dos grandes actos: tenemos el ‘Tour de la Victoria’ emulando a la presentación del libro de Belén Esteban y, posteriormente, el plan del Snowballs (villano unidimensional porque yo lo valgo y aconsejado por los recursos de belleza de su nieta) de organizar los 75 Juegos del Hambre matando a todos los iconos del pueblo para atajar cualquier intento de rebelión. ¿No hubiera sido más fácil asesinar a Katniss y Peeta y hundir su imagen con unos dobles o mostrar un sex-tape con Gale para dejarla como una golfa interesada? ¿¡Para qué!? Todo el mundo sabe que esta niña no sobrevivía a una tarde en los programas más gores de Telecinco pero se gastan una millonada en un parque de atracciones temático diseñado por Jigsaw para televisar la matanza neuronal

La película es más obvia y previsible que un capítulo de “Dora la exploradora” y completamente absurda en un final en el que no se entiende nada entre esos desangrados y extracciones de dispositivos en milésimas de segundos. Vamos a ver, si el tal Putarco era un rebelde... ¿no hubiera sido más fácil asesinar a Snowballs antes de presentar su carta de despido? No sé, dejarle una bomba como quien no quiere la cosa o regalarle la biografía de Rafa Mora enfundada en un libro de Joyce, for example. Pero surgen otras dudas: ¿Alguien se cree que habían planeado que la Barbie rural utilizara su arco para destruir la Cúpula del Trueno? Y luego para qué... si llegaba la nave de Star Trek a salvarla. En fin, no entiendo nada... como ese tic-tac-tic-tac... para que luego digan que era un reloj. ¿No había quedado claro cuando a Lenny Kravitz le hacen tocar It Is Time for a Love Revolution? ¿O cuando van a una isla y el héroe-adjunto lleva un tridente y luce como una sirenita con parafilias con ancianas? No sé, le falta algo... Mucho sinsajo y al final se quedan sinsal. Perdónenme porque o la película es muy tonta o el tonto soy yo, aunque entiendo que todo se debe a que me esperaba otra película no una tan inflada como los mofletes de Jennifer Lawrence. Lo dicho: ¡Me han engañado! ¿Dónde están las llamas?

Un detalle en particular que agradecí que incluyeran es el de cuando están los protagonistas de gira en esa gran fiesta en Panem y todos los invitados beben un liquido para vomitar y seguir comiendo. A parte de que cuando leí la novela me pareció una grandísima sátira de la sociedad consumista en la que vivimos.

También me pareció un buen guiño para los que nos leímos la novela, y es cuando el presidente Snow (Donal Sutherland) bebe de su champagne y derrama sangre, debido a que en las novelas cuando Katniss sabe de su presencia siempre relata su olor a sangre y a rosas.

Algunas cosas de la película que no me gustaron del todo, sobretodo tienen que ver con la poca profundidad que se le da a estos aspectos, creo que se podía exprimir más:

La explicación de los Quartell Quell, o Vasallaje de los 25, está explicada a medias (incluso he leído por alguna crítica que el Vasallaje consistía en meter a los ganadores de la edición 51 a la 74), creo que para el público que no ha leído los libros, la explicación es insuficiente. Podían haberse extendido unas líneas más en el discurso del presidente para explicar que son unas ediciones especiales de los Juegos del Hambre, donde en la primera edición los vecinos de cada distrito elegían por votación que niño los representaría en los Juegos, en la segunda fueron el doble de tributos de lo habitual, y en esta tercera los tributos saldrían de la lista de vencedores de cada distrito (pero de todos los vencedores, no solo de la edición 51 a la 74). Y aquí viene otra trama sacrificada, que es la historia de cómo Haymitch, el mentor de Katniss y Peeta, gana la segunda edición de los Quartell Quell, la cual había el doble de tributos. He de reconocer que esto me decepcionó un poco porque tenía ganas de verlo en la pantalla grande.

Cuando el vigilante jefe de los Juegos, Pultrach Heavensbee (por cierto, la peor actuación de la película es para Philip Seymour Hoffman, le faltan ganas) y Katniss hablan en el baile, en el libro Pultrach le enseña su reloj con el símbolo del sinsajo a Katniss, dándole una pista para que se de cuenta de que es aliado, pero esto no aparece en la película, aunque si se da a entender, marcando con el ritmo y las pautas de la música con el diálogo. Pero creo que es algo que solo “pillan” los que han leído el libro.

Por otro lado, la explicación del reloj es muy simple, también he leído críticas de gente que no entiende como los protagonistas pueden “traspasar” la “barrera invisible” y la niebla venenosa no. No se entiende que la arena está dividida en 12 porciones y que el peligro de una porción o franja, no puede pasar a la siguiente. Y que cada peligro se activa a una hora determinada, por eso ellos pasan a la franja de los monos, pero no son atacados hasta que no da la “hora de los monos”.

El distrito 13 se nombra una sola vez al principio, cuando Snow amenaza a Katniss con dejar el 12 igual de destruido que el distrito 13. La trama de las chicas del distrito 8 que Katniss se encuentra en el bosque es sacrificada totalmente. Cuando llegue la tercera película será como “Ah, ¿pero qué hay otro distrito? XD”

No me gusta sin embargo como trata el triángulo amoroso Katniss-Peeta-Gale, hay “demasiado amor” entre Katniss y Gale cuando la realidad es bien distinta, creo que sobra un beso final que ella le da a él, la verdadera Katniss no daría un beso a Gale porque ella no puede pensar en esas cosas, lo dice durante todo el libro.

También sobra la nieta del presidente Snow. Snow es un personaje frío, calculador, incapaz de amar, y si de la manga se sacan una nieta significa que tendría algún punto débil con el que poderle atacar. Y esto en el libro no aparece.

Aun así termino mi crítica diciendo que me ha gustado mucho, y que la recomiendo habiendo o no leído el libro.