Godzilla y Kong: El nuevo imperio

Otra entrega más del #Monsterverse y... que queréis. Si vas a ver esta película no puedes esperar un guion reflexivo, esperamos ver hostias y kaijus dándoselas y... esta entrega lo da.

Es de las primeras de este universo donde los humanos están bien incluidos y no son un lastre para el film, sino que ayudan a la trama y forma un buen equilibrio y unión. La trama se divide en tres partes. Una parte dedicada a Kong que es el grueso del film, viviendo en la tierra hueca, buscando semejantes, y encontrando al villano. Otra trama para Godzilla, enfrentando a otros Titanes por el planeta y contándonos como obtiene su nuevo poder, y finalmente una tercera trama con los humanos, buscando en la tierra hueca una señal extraña.

Todas estas tramas se unen hacia el final de la película de una forma excelente, guardándose alguna sorpresa bajo la manga. La acción está muy bien, visualmente por momentos luce exagerada, cansa, pero igualmente es muy disfrutable y todas las peleas entre kaijus son imponentes y geniales. Los kaiju o titanes son bastante expresivos, y sobrellevan genial las escenas en la que solo participa Kong, en una mezcla de King Kong x El Planeta de los Simios.

Una buena historia central interesante, y un final que aparenta cerrado, pero veremos si continúan. En general, la he disfrutado mucho, entra en la sala y pon la mente en blanco y déjate llevar por lo que cuenta, y las peleas.

NOTA: ★★★★ (7/10)

Durante siglos reinó la armonía. Los titanes eran los guardianes de la naturaleza. Los simios se convirtieron en protectores de la humanidad.... Ella podía sentir la señal; era una llamada a la guerra, enfrentando a Kong y Godzilla, que ahora dominan el mundo, en su conexión con la humanidad.

Todo el protagonismo es de ellos, minimizando la presencia humana; su director presenta una historia de monstruos que trata sobre monstruos.

Con una evidente dependencia digital, entendible. Es como un mundo enfocado por Adam Wingard su director, con un toque bastante loco, de ritmo frenético, a la vez que visualmente muy atractivo. He de reconocer que la sobrecarga de escenas de lucha, llega a resultar un tanto agotadora.

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Última entrega de la saga de monstruos por defecto de los últimos años. Iba con las expectativas altas pues la última de estos dos me pareció entretenida y la última versión japonesa de Godzilla me pareció excelente. La película visualmente es convincente y el sonido es potente (se disfruta en IMAX). Lo malo es que se hace un poco larga y lo peor el guión, que no hay por dónde cogerlo. Lleno de "porque sí" y de avances rocambolescos. Todo lo que tenga que ver con los personajes humanos da verguenza ajena (salvaría por muy poco a Rebecca Hall). Además en la parte de los monstruos, Godzilla está un poco desaprovechado y el villano es tirando a flojete (ver zona spoiler). Al menos sirve como reivindicación de King Kong que asume casi todo el protagonismo y tiene las mejores escenas.

Presenciamos un enfrentamiento monumental entre dos titanes icónicos: el todopoderoso Kong y el temible Godzilla. Sin embargo, la verdadera sorpresa llega con una amenaza colosal y desconocida que acecha en las sombras de nuestro mundo. Aunque la trama no aporta elementos revolucionarios a la saga, ofrece una experiencia cinematográfica emocionante al sumergirnos en las historias de estos monstruos legendarios, sus orígenes y los misterios de Isla Calavera. La película destaca por su ritmo y entretenimiento, manteniendo al público al borde de sus asientos en todo momento.

Adam Wingard demuestra su habilidad para llevar a la pantalla grande esta épica batalla entre dos gigantes. Su dirección interesante permite que la acción fluya de manera fluida y cautivadora, manteniendo la atención del espectador desde el inicio hasta el final.

Si bien las actuaciones son básicas, el elenco logra cumplir con sus roles y agregar un toque humano a la historia. Aunque son los monstruos quienes se llevan la atención principal, las actuaciones humanas son suficientes para mantener el interés del público y dar contexto a la trama.

Desde el punto de vista técnico, destaca por su excelente calidad visual y efectos especiales impresionantes. La película ofrece paisajes espectaculares y escenas de acción emocionantes que hacen que el espectador se sienta inmerso en el universo de estos titanes. La banda sonora también merece reconocimiento por complementar perfectamente la acción en pantalla y añadir un elemento adicional de emoción.

Además de diversión, las últimas pelis estadounidenses de los pimpinela del género kaiju saben lo suyo de emplazamiento de productos -buscad la fecha de estreno de la anterior- para sacar a los dioses a pasear entre mortales cuando les toca, lo que sumado tanto a las tradiciones como al clima imperante, obliga a invitarles a pasear por tierras andaluzas: no veas lo que ayudaría, cuando dentro de un mes y pico tengan cuarenta grados a la sombra, tener a estos bicharracos tapándote el sol en primera línea de playa gaditana.
Y eso y tal. Gilisandeces aparte -ya sabes en qué muro estás leyendo esta crítica-, la WWE (las peleas al servicio del entretenimiento que facturan Warner y Wingard, no el World Wrestling) globaliza la fórmula del lagarto con aliento atómico y el supergorila con escayola de acero (ya sabes el por qué de la expresión "hacerte más fajas que un mono") extrapolándolos a lo Daft Punk, around the world, y enfrentándoles a otra selección homóloga de monstruos de similar tamaño y malas pulgas.
Repiten Kaylee Hottle, Rebecca Hall y Brian Tyree Henry -en la franquicia y con el director-, y el león del amor (perdón, aquello fue portentoso) Dan Stevens -con el director- haciendo lo que le cae en suerte al reparto humano durante más de media película: el mejor juguete de aventuras y supervivencia en un mundo perdido de la era contemporánea y digitalizada.
Este es el Adam Wingard al que quiero ver metiéndole mano por encargo a universos que él no había construido pero sí mantiene vivos, no el Adam Wingard adaptador de 'Death Note' o rebooteador de bosques embrujados.
Si digo que me he divertido me quedo corto. Y no es que me extrañe tratándose de una película en cuyos carteles de proyecciones en IMAX la A es una pirámide.
Y os haré otra confesión: el rosa me chifla. Y en Warner Bros saben, mejor que nadie, que al público le chifla.
¡¡ Barbzilla es amor!!
¿Y sabéis qué más? Gibraltar no es inglés ni español... ¡¡¡Gibraltar es de Godzillaaa!!!