Angustia de un crimen (TV)

Los años 70 fueron un época dorada para los telefilms norteamericanos, gracias, sobre todo, a la famosa "ABC Movie of the Week" que estuvo en antena durante la primera mitad de la década (1969-1976), convirtiéndose en uno de los programas de referencia en la televisión. Uno de los géneros más frecuentados por esta serie fue el de suspense y horror, justamente en el que se encuadra "Reflections of Murder", un remake absolutamente modélico de "Las diabólicas" (1955) el clásico e influyente film de terror psicológico realizado por H.G. Clouzot. Y digo "remake" porque aunque esta película oficialmente se basa en la novela del tándem Boileau-Narcejac que sirvió de inspiración al film francés y por tanto debería definirse más bien como adaptación, es evidente que la historia sigue con toda fidelidad el argumento y los personajes de la cinta de Clouzot, que, como es bien sabido, hizo algunos cambios importantes con respecto al original literario. Sin embargo y a pesar de esa fidelidad, Badham y la guionista (Carol Sobieski) se permiten un significativo y brillante cambio en el final de la película que, a mi juicio, mejora el de la obra original. Por lo demás, la historia es la misma pero con pequeñas diferencias en cuanto a escenario y época, cambiando la Francia de los años 50 por la Norteamérica de los 70. Las interpretaciones son muy notables, con una Tuesday Weld convincente y de aspecto casi andrógino en el papel que originalmente hizo Simone Signoret, y una soberbia Joan Hackett en uno de esos roles de mujer vulnerable que dominaba a la perfección; el mismo en el que pudimos ver a la esposa de Clouzot, Vera, en la versión de los años 50. Sam Waterston no brilla tanto, pero su actuación es muy correcta.
El film tiene una atmósfera sombría, oscura y casi deprimente, cimentada en la estupenda fotografía de Mario Tosi y en la música original de Billy Goldenberg. También se utiliza con acierto música de J.S. Bach para las escenas en las que Joan Hackett toca el piano. John Badham dirige con eficiencia artesanal y logra una obra tensa y atmosférica que consigue inquietar con muy pocos elementos. Una pequeña gema.

Como fan completista tras haber visionado las 3 versiones oficiales de Las diabólicas está se lleva el premio a la peor con diferencia. Insulsa, aburrida, sin ritmo y totalmente carente de emoción.

Las dos protagonistas con un corte de pelo andrógeno no pueden ser más sosas. La actriz que interpreta el rol que tan bien llevaron a cabo Sharon Stone y sobre todo Simone Signoret difumina completamente el magnetismo, la sensualidad y la garra que debiera tener el personaje quedando totalmente desdibujado.

Un film rutinario, sin chispa que desaprovecha una gran trama y sólo consigue adormecer al espectador perdido y aburrido intentando seguir las peripecias de este par de insípidas.

Totalmente olvidable.