Destino final

Con "Destino Final" se inaugura un nuevo sub-género dentro del terror, basado en sorprender al espectador cuando menos se lo espera con muertes repentinas que nos hacen quedarnos con cara de idiota, y que hacen que esta película sea ideal para disfrutar con amigos.

Esta efectista muestra de terror consigue mantenernos en tensión a lo largo de hora y media, ya que la muerte acecha constantemente a estos jóvenes y las trampas son múltiples (incluso, nos hace revisar todo el escenario para "detectar" los objetos sospechosos o posibles trampas mortales). La mayoría de las muertes están precedidas por tensas escenas con las que nos quedaremos sin uñas, pero en otras ocasiones se trata de levantar al espectador del asiento en el momento más inesperado.

Sin duda, está película entrentendrá, y mucho, a quien entré en el juego de la película y al espectador que prefiere sorprenderse hasta el final.

Lo mejor: Las efectistas muertes.
Lo peor: No verla con la luz apagada y el volumen a tope, puede restarle puntos.

Destino Final es una película que, dentro de su género, tiene algunos elementos originales que la hacen muy atractiva. Pues sí, nos encontramos ante otra típica película de terror adolescente donde un grupo de jóvenes van a ser víctimas de un implacable asesino. Pero no se trata de un tío con una máscara de hockey ni tampoco un fantasma sino de un nuevo villano muy curioso...la Muerte.

El protagonista tiene una visión de un accidente mortal y al saber previamente lo que va a pasar hace lo posible para evitar su terrible destino. Finalmente se salva junto con otros amigos suyos. Pero las reglas del destino son muy claras y cuando alguien que debería estar muerto se encuentra vivo la muerte reclama lo que le pertenece...

Evidentemente la Parca no tiene forma física, es más bien una fuerza que provoca terribles accidentes con todo lo que tenga a mano. Esto hace que durante toda la película estemos pendientes del escenario, en busca de posibles "trampas" que puede usar la muerte para cobrarse sus víctimas. Desde luego nos mantiene pendientes de la película, sobre todo cuando la muerte sabes que va a hacer de las suyas. Además, por norma general los asesinatos son bastante creativos y no sueles adivinar de qué forma la Parca va a rematar sus víctimas.

Quitando esto el film es mas de lo mismo, muertes (con poca sangre), las actuaciones están bien, personajes que son clásicos estereotipos...lo de siempre pero gracias al "malo" del film gana bastante. Además la película cuenta con una buena banda sonora y estupendos momentos de suspense. No te la pierdas, es muy entretenida.

-Desde que a finales de los años 70 y mediados de los 80 proliferaran en pantalla las películas de terror de adolescentes, dirigidas a un público que abarca desde los 12 hasta los 22 años se han podido encontrar muchísimas variantes, algunas desde luego con más pena que gloria. Porque seamos sinceros, de tantísimos slashers como hay tan solo podríamos salvar 'La matanza de Texas', 'La noche de Halloween', 'Pesadilla en Elm Street', 'Viernes 13' y 'Scream'. Sin duda alguna, eternos clásicos que hoy día siguen resultando reivindicativos y creadores de prolíficos éxitos aún a día de hoy. El terror teen ya está demasiado devaluado y sin duda alguna es un placer ver como James Wong le da toda una vuelta de tuerca creando un slasher totalmente diferente a lo visto, mas partícipe del thriller que del horror y con un toque de fantasía. El filme no aburre en ningún momento y en ningún momento pierde el ritmo y logra conservar nuestra atención a ese final tan inesperado como sugestivo que resulta realmente apropiado. Otra novedad del film realmente interesante es el asesino. Cada asesino tenía su punto débil. La muerte no tiene ningún punto débil, mata y es imposible vencerla, solo ser astuto y predecirla, lo cual potencia muchísimo la intriga y el suspense en el film, con un montón de muertes tan inesperadas como efectistas, con la violencia justa (que no poca) y algo de sangre para impresionar como es debido.

En cuanto a las interpretaciones, el grupo de adolescentes se muestra en general bueno y están más que a la altura de lo que el filme en sí requiere. La primeriza dirección de Wong es correcta y la banda sonora es buena, acrecentando la angustia que viven los protagonistas.

En resumen, un notable thriller de adolescentes, que da justo lo que promete y que desde luego merece su éxito, resultando una propuesta interesante, de ritmo ágil y contundente. Un filme altamente recomendable para los amantes de los slashers y de las películas de terror adolescente que tanto nos gustan a casi todos aunque algunos no quieran reconocerlo.

·LO MEJOR: por supuesto, las efectistas e inesperadas muertes. Poder ver un slasher diferente y con calidad.

·LO PEOR: la dirección de Wong lastra un poco el resultado, aunque resulta pasable.

Olvídense del enemigo concreto y típico de esta clase de pelis, olvídense de un armado estructurado por y para el deleite del asesino serial de turno porque la muerte se levanta de su tedio diario y decide finiquitar ella misma a todos aquellos que osaron burlarse de su mano destructora.

Obra más que interesante en donde el juego del destino escrito frente a la lucha por la construcción del mismo ponen en juego valores y conceptos de gran valor, y este thriller pasajero deja de ser tal para transformarse en una peli que en medio de las muertes, tan adolescentes desde el contexto y la puesta en escena, elabora reflexiones minuciosas sobre lo que pasa o ha de pasar en la vida de todo ser humano: ¿Quién guía la pluma de nuestras vidas? ¿Quién arma la historia?

Sin embargo, la peli pierde ahí mismo, en ese desfazaje entre lo conceptual y lo ofrecido a modo concreto. Las ideas existen, pero terminan disolviéndose en amagues y amagues y las muertes en cadena de las víctimas pasan a un primer plano. Para entonces, todo se ha vuelto previsible y exagerado, con esos tonos estridentes que suelen tener este tipo de pelis cuando, quizás, la idea central enfilaba por otro carril.

Hay noches en las que el cuerpo no te pide gran carga. Es decir, no apetece la profundidad ni la reflexión. Tampoco observar ni comprender cada detalle. Simplemente te llama ver algo plano, de fácil digestión. Son ese tipo de noches cuando 'Destino final' se viste de gala, porque ahí ella luce como ninguna, como una reina.

La descubrí de nano, y me emocionó. Quiero decir, me gustó. Supongo que por cosas de la edad, y por la esencia misma del film, pues no es más que un producto de terror en plan slasher que no busca otra cosa que acojonar al mundo teen. Y ahí estaba yo por aquel entonces, en ese mundo. Ahora, pasado el tiempo, ya no es lo de antes, como tampoco lo son las imperennes sagas de 'Scream' o 'Sé lo que hicísteis el último verano'. No son los grandes películones de tu vida, como las considerabas de chaval. O sea que, haciendo el símil alimenticio, no es caviar de alto standing, pero sí que es una señora doble cheeseburguer del burrikin'. Vamos, que las andanzas de ese destino inquietante, mamón y asesino, y esos chavales temerosos porque la muerte les acecha, siguen dando que hablar dentro de mi filmoteca personal.