Pulgasari

En mi cinéfilo anhelo de poder ver mínimamente una película de cada país de este planeta, me he encontrado con esta producción norcoreana, la única película que he podido conseguir de aquel país.
Si bien no es el tipo de cine que recomendaría, no me ha disgustado del todo, y al menos no fue una pérdida de tiempo cómo imaginé al leer previamente la sinopsis del film.

Y ¿por qué no fue una pérdida de tiempo?
1º Porque ya puedo decir que vi una película producida en la parte comunista de la península coreana.
2º Porque puede contar que he descubierto al hermano socialista de Godzilla.
3º Porque si bien la técnica de filmación es la típica utilizada en filmes de monstruos asiáticos, la calidad de los efectos y las actuaciones están por encima del promedio.
4º Porque supera cualquier expectativa previa.

Siempre me había preguntado a qué se debía la exageración del tamaño de los ojos en las mangas de anime japonesas, pensaba que la respuesta residía en algún complejo de inferioridad, hasta que recientemente leí que se trataba de la influencia que Osamu Tezuka tuvo de las películas de Disney, ya que él creía que los ojos grandes eran más aptos para bosquejar emociones, ahora me doy cuenta de que otro tópico característico del cine y la televisión asiáticos es el abundante empleo de monstruos gigantescos, mientras que en occidente las figuras amenazantes son en su mayoría humanoides o humanas.

Otro hecho llamativo es que Godzilla destruía todo a su paso y los “buenos” tenían que frenarlo, mientras que Pulgasari es bueno y los “malos” son los que intentan detenerlo.
Pero lo más interesante del film radica en el hecho de que fue realizada en Corea del Norte en época de Kim Il Sung, padre de Kim Jong Il, el país más castigado del planeta a causa de su dictadura. Se realiza una película de un monstruo bueno que lucha contra un gobierno dictatorial y autocrático que somete a su pueblo, un monstruo elaborado con el arroz de un anciano que se subleva al régimen que lo mantiene cautivo y que cobra vida con la sangre de su hija, la película está llena de ironía, pero ésta va en contra de Kim Il Sun, su hijo y ahora su nieto, ya que ellos no son Pulgasari, son los gobernantes abusivos; y en el caso de que pensaran erróneamente de que Pulgasari representa al régimen, la ironía se mantiene ya que el monstruo debe desaparecer para que el pueblo pueda progresar.

Dr.Juventus

Pulgasari es un monstruo socialista, juche. Sólo por eso ya mola más que Godzilla, que no tiene ideología, es vacío, la lía porque sí. Corea del Norte 1-0 Japón.

Además Pulgasari destruye cosas, así que esta película es tan entretenida como cualquiera de Godzilla. Corea del Norte 2-1 Japón.

Pero las ciudades de Corea del Norte son una birria comparadas con Tokio o Nueva York, así que la destrucción no mola tanto. Corea del Norte 2-2 Japón, a la prórroga.

Pero la escena final es muy bonita, así que Corea del Norte gana 3-2.

Tanto es así, que sin comerlo ni beberlo me tengo a mí mismo viendo una película norcoreana (la única que he podido encontrar, por cierto), sobre un bicho gigante primo hermano de Godzilla, ubicada en plena Era Feudal, y que ante todo es de puta madre.

¿Que si bromeo? No... ¿Que si me he fumado qué? ...No... tampoco, es que... ¿Que si están haciendo experimentos neurológicos conmigo? ¡Vamos a ver! La historia es muy bonita –Eh, pero si la viste en coreano, ¿cómo te enteraste de si era bonita o no?–. Pues precisamente, se nota que está bien hecha porque te enteras de todo sin necesidad de entender palabra por palabra el idioma. Luego, los actores son todos más o menos buenos, o simplemente aceptables. Y lo mejor de todo, las escenas de acción y batallas están resueltas magistralmente, muy a lo ‘made in Hong-Kong’ de los 80, y por consiguiente, la película es muy entretenida. Otro aliciente con respecto a sus rivales “godzillianas” es que el lagarto japonés siempre estaba dando guerra y la peña se las tenía que ingeniar para destruirle, cuando Pulgasari está del lado de la gente, y es el malo quien tiene que luchar contra él. Lo cual, por otra parte, me parece cuando menos curioso, el que el régimen comunista de Pionyang produzca un film en el que el pueblo se alce contra un tirano que le tiene esclavizado (una especie de epopeya inspirada en el ideario de la Revolución), y justamente el pueblo de Corea del Norte sea el más esclavo de toda la Tierra, y su líder sea como un señor feudal del siglo XV que gobierna con mano de hierro, pero multiplicado por 150.000 (ahora en vez de espadas y látigos, armas nucleares, toma ya).

La verdad es que estaría muy bien que Pulgasari resucitase en nuestros tiempos y se comiera al Kim Jong-Il a la par que a sus colaboradores en la tiranía socialista... y luego, puestos ya, que se diera un garbeo por otros países, España entre ellos, si se queda con hambre.

Curiosa, cuanto menos, esta producción norcoreana, de las pocas que han sido estrenadas fuera de Corea del Norte y que se pueden encontrar, no sin dificultad. Dado que la industria cinematográfica del país era inexistente o desconocida para la mayoría del gran público, creía que iba a ver una película mala tanto técnicamente como artísticamente, pero la verdad es que me he llevado una sorpresa. Hay efectos especiales muy cutres y se nota que dentro de Pulgasari va un hombre, se nota a kilómetros, pero la puesta en escena esta muy conseguida, el vestuario acorde con la época y muy elaborado, las batallas se resuelven con éxito y un estilo más que decente, el reparto no trabaja mal del todo ya que no se ven actuaciones forzadas y la historia tiene fuerza y esta llevaba a buen puerto.

Ese bicho que crece y crece de forma desmedida porque se zampa todo metal que los seres humanos que le rodean le proporcionan es un protagonista excepcional. Para muchos el origen de la película es lo más importante, y meterse aquí a curiosear vale la pena sólo porque la producción es del país que es. Ya sabemos que la administración norcoreana se encuentra en lo más alto de los países más herméticos del planeta. ¿Importa tanto que ese monstruo represente al capitalismo y que la lucha organizada contra el señor feudal sólo sea posible a través de la unión del pueblo?; ¿y las cabezas nucleares?; ¿dónde están?

Los amantes de la ciencia ficción han de caer aquí para comprobar de forma seria que "Pulgasari" es buena película, que está a la altura de sus coetáneos y que no importa si tiene el origen que tiene cuando el resultado final es el de la aprobación general porque entretiene una barbaridad. Esa cosita que nace gracias al alma de un herrero se zampa todo lo que le pongan delante, siempre que sea metálico, y lógicamente no podrán detenerlo por mucho esfuerzo que le ponga el adversario. Efectos especiales limitados pero efectivos, interpretaciones convenientes y cuando acaba ya podemos airear que hemos visto una película de Corea del norte, como si eso fuera para ponerse una medalla.

Es cine, lo que importa es que es cine, y el resultado nos da igual...