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Viento salvaje

Drama. Romance Tras quedarse viudo, Gino un próspero inmigrante que posee un rancho en Nevada hace venir de Italia a Gioia, su cuñada para casarse con ella. Alberga la esperanza de que sea como su mujer, pero su nueva esposa, frustrada y despechada, se refugia en los brazos de Bene, su atractivo hijastro. (FILMAFFINITY)
Críticas 4
Críticas ordenadas por utilidad
10 de septiembre de 2008
17 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las mejores actrices de todos los tiempos ha sido Anna Magnani. Lo digo sin el menor asomo de duda después de haberla visto actuar en Roma, ciudad abierta, Bellíssima, Mamma Roma y La rosa tatuada. He vuelto a verla en Viento Salvaje de Cukor y confirmo que es de lo mejor nunca visto en cine aunque su papel como Gioia no esté al mismo nivel que sus anteriores interpretaciones.

Y Anna lo borda, es cierto, y por ello la nominaron al Oscar a la mejor actriz, pero el papel es de un nivel inferior a otros que interpretó anteriormente. Tiene garra pero no tanta. Derrocha sensualidad, pero no tanta. En definitiva es como la cerveza, pero en light. Un papel a la alturas de sus dotes interpretativas la hubiese encumbrado sin duda de nuevo a lo más alto, pero Gioia es, por ejemplo, mucho más contenida que Serafina delle Rose y claro, cuando el guión constriñe Magna Magnani no luce igual.

Un especialista como Cukor no le sacó todo lo que ella lleva dentro, quizás el personaje no lo necesitaba. Y en cuanto a Antonny Quinn más de lo mismo, tiene mas fuerza de la ofrecida pero aún así lo hace bien y gracias a ello, consiguió la nominación a mejor actor.

¿Franciosa?: Pues, un poco como es él. Discretito y regulín.

Lo mejor y un auténtico lujazo la música de Tiomkin especialmente la canción Wild is in the wind que abre la película, bien interpretada por Johnny Mathis.
FATHER CAPRIO
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15 de diciembre de 2011
14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pocas veces me he quedado más asombrado y perplejo mientras veía una película que en el caso de este "Viento salvaje". Porque bien es cierto que existen muchas películas que se parecen a otras, o incluso que son remakes directos o indirectos, pero en este caso son tan escandalosamente notables las similitudes que no puedes evitar esbozar una sonrisa, sobre todo teniendo en cuenta que hablamos de una diferencia de tan solo un año. Me explico.

Hará unos meses disfruté con la excelente película "Deseo bajo los olmos" (1958, Delbert Mann) y hace tan solo unos días vi este "Viento salvaje" (1957, George Cukor). Cualquiera que haya visionado ambos films se quedará muy confundido y desconcertado, pues el argumento de los dos es exactamente el mismo. Y no es que estemos hablando de un argumento muy típico, manido y mil veces utilizado en muchas películas, sino que se trata de una historia francamente original, lo cual llama aún más la atención por el calco que supone una de la otra.

Porque, vamos a ver, en ambas la historia se desarrolla en una inmensa casa situada en un entorno hostil, salvaje, solitario y rural (en una es un granjero; en la otra, un ganadero). Los protagonistas son, en ambas, viudos maduros adinerados que se van a Italia a buscar una esposa con la que volver a casarse (en una Sophia Loren y en otra Anna Magnani). Además, en los dos casos el hijo del viudo acaba enamorándose de su madrasta, lo que desatará todas los acontecimientos trágicos. Es más, poniéndome quisquilloso, diría que hasta las escenas de enfrentamiento y peleas o incluso las de los bailes de las fiestas son idénticas. ¿Alguna posible diferencia? Pues quizás solo una: Anthony Perkins está francamente bien en "Deseo bajo los olmos", lo cual no se puede decir del soso y limitadito Anthony Franciosa en "Viento salvaje".

De todos modos, en ambos casos se trata de dos películas magníficas y muy recomendables, aunque solo sea por contemplar el inmenso talento de Sophia Loren y de la Magnani haciendo lo que mejor saben hacer: de italiananas apasionadas y viscerales.

De cualquier forma, no son las únicas ocasiones en que argumentos similares te pueden liar la memoria cinéfila, pues recuerdo perfectamente que, por puro azar, un mismo día vi "Tiempo de amar, tiempo de morir" (1958, Douglas Sirk) y "La cruz de hierro" (1977, Sam Peckinpah) y, desde entonces, soy incapaz de diferenciar la una de la otra por su temática casi idéntica. De hecho, muchos años después, me volvió a pasar lo mismo al ver el mismo día "El ilusionista" (2006, Neil Burger) y "El truco final" (2006, Christopher Nolan). ¿Qué conclusión se podría sacar de todo esto? Pues un mandamiento que deberíamos cumplir todos los cinéfilos con rigor: No verás películas argumentalmente muy parecidas, a menos que disten muchos meses entre los dos visionados.

www.eldespotricadorcinefilo.com
El Despotricador Cinéfilo
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31 de diciembre de 2023
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Ni viento ni salvaje, brisa y gracias. Exageran los autores del título tanto en la versión original como en la hispana.
Es posible que la novela de Vittorio Nino Novarese en la que se basa la cinta, "Furia", tenga algo más de lo que promete el título.
Y eso que dos de los tres protagonistas tienen temple, son de armas tomar.
Estamos ante un melodrama que trata de las dificultades de adaptación de una mujer italiana con mucha personalidad, Goia (Magnani), trasplantada bruscamente a Nevada al casarse con el viudo de su hermana, Gino (Quinn). Un hombre rico con abundantes rebaños de ovejas y acostumbrado a imponer su voluntad.
Con ellos vive Bene (Franciosa), un joven pastor vascuence llegado de España, experto en el manejo del ganado, tratado como un hijo y de carácter más complaciente.
El guion y la realización siguen demasiado de cerca la novela que los inspira, lo que hace perder frescura y espontaneidad al relato. Los personajes quedan a medio bosquejar, experimentan cambios bruscos en sus respectivos comportamientos sin que se prepare al espectador para comprenderlos.
Soberbia Magnani, como siempre, se impone claramente al resto del elenco. Incluso a un Quinn que tampoco lo hace mal, pero la italiana es un ciclón. No se deja achantar Goia en las disputas y desprecios de su esposo, "¿Qué quieres, que te lleve de florero?", y saca a relucir cuando hace falta su temperamento: "¡Yo soy yo!"
Excelente escena en la fiesta cuando ella canta una bella melodía mientras su esposo la acompaña a la guitarra.
Discreto Franciosa al que vemos manejar con garbo los perros del rebaño. No habría estado de más tocarlo con una boina en recuerdo de sus orígenes.
Resumiendo, una buena película que recomendamos a la que se le podía haber sacado más partido.
Lafuente Estefanía
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17 de junio de 2022
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Adaptación de una novela de Vittorio Nino Novarese, en la que se ilustraban los problemas de adaptación de una mujer italiana emigrada a los Estados Unidos y casada con el viudo de su hermana.

El director jugó al melodrama arrebatado sin conseguir controlar todos sus elementos, con unos resultados atractivos pero decididamente imperfectos. Es un melodrama norteamericano que fue considerado un acercamiento al estilo neorrealista italiano.

Está dirigido por George Cukor (Lo que el viento se llevó) y protagonizado por Anna Magnani, Anthony Quinn y Tony Franciosa. Quinn y Magnani fueron nominados a los Oscar al mejor actor y actriz, respectivamente, mientras que Franciosa también lo estuvo pero por la película Un sombrero lleno de lluvia. Un 7.
Mag61
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