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Hotel Paradiso

Comedia A finales del siglo XIX, un grupo de personas coincide en un lujoso hotel de París especializado en citas amorosas. Algunos pretenden vivir su noche de pasión prohibida, entre ellos dos amantes que se alojan allí con la intención de pasar una agradable velada. Sin embargo, sus planes se ven truncados cuando inesperadamente llega el marido de la mujer. (FILMAFFINITY)
Críticas 2
Críticas ordenadas por utilidad
6 de enero de 2013
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
La farsa es un delicioso estilo de comedia teatral, en el que se exageran y extralimitan los caracteres de sus personajes, se da la ocurrencia de situaciones enrevesadas, los decorados son ostentosos, chillones y casi ridículos en sus formas y colores, el vestuario es de una elegancia que raya con lo presuntuoso… y en especial, posee una forma graciosa, sutil y descomplicada, de mostrar la hipocresía, los vicios y desafueros de cierta clase de gente que presume de culta, ética y civilizada.

Profundas críticas sociales pueden estar a veces ocultas dentro de una “inocente” farsa, y con frecuencia, sus autores se sirven de ella para poder decir lo que, de otra manera, podría tener problemas con los compulsivos censores de ciertas épocas y países. Como es de esperarse, no todo el mundo capta lo bien orientadas que están sus flechas, pero ellos la pasan de maravilla con solo lograr que el público se divierta.

Anton Chéjov (“El Oso”, “Pedido de mano”…), Francisco de Rojas Zorrilla (“Entre bobos anda el juego”, “Don Lucas del Cigarral”) o Moliére (“El doctor enamorado”, “El médico a palos”…) son algunos ejemplos de autores clásicos que han escrito farsas, a los cuales se suma el francés Georges Feydeau (1862-1921) cuyas obras “La dame de chez Maxim” y “L’hôtel du libre Échange” (Hotel paradiso), publicada ésta en 1894, han sido llevadas incontadas veces al teatro y en varias ocasiones adaptadas al cine y la televisión.

En su montaje teatral, con Alec Guinness y Martita Hunt en los roles principales, “HOTEL PARADISO” significó para Peter Glenville, una de las obras que más éxito logró entre el público en los escenarios de Broadway y de Londres. Y fue esto lo que lo animó a asumir las tareas de productor, director, co-guionista y actor, en la versión cinematográfica que realizó en 1966, de nuevo con el genial y polifacético Alec Guinness en el rol del apremiado Benedict Boniface, y con la diva italiana Gina Lollobrigida como la bella e ignorada Marcelle Cotte, la vecina dispuesta a hacerle un provocativo regalo, porque entiende que su marido está necesitando de una buena lección.

El lugar escogido para la ansiada cita amorosa es el Hotel Paradiso, pero da la impresión de que la pareja va a tener unos cuantos obstáculos, porque, en pocos minutos y por diferentes intereses, al hotel llega también el escritor Georges Feydeau (Peter Glenville) el observador de todo lo que ocurre, porque está en plan de escribir una nueva obra… El señor Martin (amigo de Boniface) y sus cuatro hijitas… Henri Cotte, el marido de la bella, en plan de averiguar sobre un supuesto fantasma que ronda en uno de los cuartos del hotel… Victoire la doncella de Boniface con el nieto de los Cotte… ¡Y llegarán los que a nadie animan! convirtiéndose ésta en una noche de sustos, tropiezos, frustraciones, espantos… y posibles delaciones, que resulta muy entretenida y con unos cuantos momentos memorables e hilarantes (el encuentro de Boniface con el señor Martin en el hotel, la temida confesión a la policía, lo ocurrido llevado al escenario…).

Si quieres no darle esa buena lección a tu indiferente marido… vete una noche al “HOTEL PARADISO”.
Luis Guillermo Cardona
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24 de julio de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Amable comedia, lleno de simpáticos personajes que, lastimosamente, tras un prometedor comienzo, deviene en un vodevil sin demasiada gracia.
Sus primeros veinticinco minutos son bastante buenos, con la presentación de los diversos personajes. Están bien tratados y sabemos de qué pie cojea cada uno. Sin embargo, muy poco antes de llegar al susodicho hotel del título, todo comienza perder el rumbo, siendo un correcalles con no mucha gracia.
No es culpa de los intérpretes, todos/as magníficos, con un gran despliegue físico y gestual, sino de un guión o quizás puesta en escena a cargo de Glenville, poco satisfactoria.
Todo llega a ser repetitivo y sólo algún ocasional momento llega a ser afortunado en su comicidad. El resto, con poca chispa, aunque se nota que en el papel todo era muy gracioso. Pero hace falta dirigir bien un producto de estas características, nada fácil por su continuo movimiento y sus muchos diálogos.
Tecnicamente, nada que reprochar, con una preciosa fotografía y una ambientación admirable.
Simpática, pero bastante menor.

http://filmsencajatonta.blogspot.com.es/2006/09/hotel-paradiso-usa-1966-comedia.html
Constancio
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