Haz click aquí para copiar la URL

¡Qué buena madre es... mi padre!

Comedia. Drama Ivan Travalian es un reputado autor teatral neoyorquino que se debate entre la escritura de su última obra y sus problemas familiares: su esposa Gloria está a punto de abandonarlo a él y a sus cinco hijos. (FILMAFFINITY)
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
8 de junio de 2005
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las dos líneas argumentales de la película (la comedia y el melodrama) están perfectamente equilibradas dando a la obra una consistencia basada como siempre en el buen hacer de Al Pacino.El único fallo está en los niños, miran demasiado a la cámara (fallo de la directora de casting).
juandue
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
21 de agosto de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
"- ¿Por qué tomas aspirina con el champán?
- Porque el champán me provoca dolor de cabeza".

Irregular comedia dramática, bien interpretada, pero ago difícil de creer.
Está basada en una obra teatral que aquí no está plasmada con singular acierto, sino más bien con alguna dificultad. Con todo, la labor de los intérpretes salva la función, pues Al Pacino y las dos mujeres lo hacen muy bien, sobre todo ellas.
Se olvida con cierta facilidad, siendo una de las películas de Pacino más difíciles de recordar. Por algo será.

http://filmsencajatonta.blogspot.com.es/2016/08/homenaje-arthur-hiller-1923-2016.html
Constancio
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
19 de febrero de 2010
6 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues bien, finalmente mi toma de contacto con esta ninguneada Woody, Woody ha sido muy satisfactoria, la he disfrutado bastante, como prácticamente todo lo que hizo Salinas en su época de esplendor.

Uno echa la vista atrás, recopila mentalmente la cantidad de películas modestas que Salinas engrandece y reafirma la evidencia; la magnitud de este actor tiene poquísimos parangones en la historia del cine. Así, en los 70's, la década donde más abusó, los años donde una mirada suya congelaba el tiempo y detenía el mundo, teníamos por ejemplo Justicia Para Todos o Tarde De Perros, funciones no muy espectaculares pero que este héroe las iluminaba plano a plano, las cogía por la solapa con ese vigor, esa naturalidad, ese torrencial carisma y no las soltaba, y por arte de magia se convertían en títulos notabilísimos.

Y en los 80's, esta que nos ocupa es un gran ejemplo. Un inútil como Tom Hanks, por ejemplo, hubiera deslucido bastante este ligero y desenfadado híbrido entre la comedia familiar y el drama, pero aquí Salinas consigue transmitir una simpatía, una cercanía que te envuelve, te convence. Recuerdo pocas películas más entrañables, más encantadoras que haya descubierto en las últimas semanas.

Justo es admitir que se me ocurre un actor, otro coloso, que hubiera encajado aquí como una bola roja en la nariz de Marcelo. Hablo de Dustin Hoffman, y hablo de él por la evidente similitud de Woody, Woody con Kramer Contra Kramer, aunque aquí hay más dosis de comicidad, de parodia, incluso de cierto humor absurdo, que en mi opinión rebajan la ñoñería que a veces parece perfilarse, pero que no llega a asomar.

Es curioso, seguro que en su época este fue un producto tildado de amable, de ligero, pero si la incrustamos hoy en la cartelera, en medio de ese montón de micromojones inofensivos y perfumados, Woody, Woody emergería con la rotundidad de un crochet de Bergman.

Salinas, por cierto, además de asumir con mucho acierto el papel de padre sufrido y de inseguro dramaturgo, suelta alguna que otra lindeza verbal bastante inspirada. Me hizo gracia, por ejemplo, su reacción ante un chulo de putas que le ofrece compañía femenina, y a lo que Tony Montana, sin dejar de mascar, responde: "tengo la regla".

Pero, sin duda, el cénit de la obra llega cuando quiere reconciliarse con la hija de la gran puta de la mujer, a la que no duda en ametrallar con una de las frases más memorables que he escuchado últimamente: "Te echo tanto de menos que tengo ganas de vomitar".

Soy consciente de que no es gran cosa, de que quizá la haya disfrutado más de lo que merece analizándola con objetividad, y a veces no está mal la objetividad, pero yo ahora brindo por el subjetivismo, yo brindo con petaca, con orgullo y con Salinas en mis oraciones.

Gracias, Patxi.
Barfly
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow