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Flores

Drama La vida de Ane da un giro cuando semanalmente comienza a recibir de forma anónima un ramo de flores en su casa. Por su parte las vidas de Lourdes y Tere también se ven afectadas por unas misteriosas flores. Un desconocido deposita cada semana un ramo en memoria de alguien que fue importante en sus vidas. Esta es la historia de tres mujeres, tres vidas alteradas por la mera presencia de unas flores. Flores que harán brotar en ellas ... [+]
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Críticas 85
Críticas ordenadas por utilidad
6 de noviembre de 2014
115 de 130 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una exquisitez y una preciosidad.
Esto es cine; transformar una nadería, una anécdota banal, en una pieza perfecta, de buena orfebrería, en la que encajan todos los elementos con precisión absoluta; dar sentido al caos; crear personajes de la nada, con aristas y sustancia; llevar una trama con tiento y delicadeza; narrar con calma y fuste.
Bien interpretada y dirigida. Con buena fotografía y apropiada banda sonora; un todo armónico en el que nada chirría ni sobra. Una pieza de cámara cuidada y sensible.
Matrimonios infelices y soledades compartidas. Un hombre y tres amores. Una serie de encuentros y desgracias que une y desune las vidas mínimas de estos personajes cotidianos y ordinarios. Dolores soterrados, amores anhelados, rabias, pasiones, adaptaciones...; de todo un poco.
Película muy pequeña y humilde, pero muy bien hecha.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
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29 de septiembre de 2014
48 de 58 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las flores nos acompañan en los momentos más importantes de nuestras vidas. Nos las regalan cuando nacemos, aparecen en bodas y comuniones, y tienen un especial protagonismo el día de nuestra muerte. Loreak (Flores) se centra en este último aspecto, ya que utiliza las flores como vía de expresión de sentimientos de tres personajes que están atravesando un proceso de luto distinto. Flores, en definitiva, mortuorias, pero con mucha vida en sus pétalos, ya que encarnan el amor, el afecto y el vínculo hacia el ser querido. Flores ligadas a un rito, piezas centrales de una práctica cerimoniosa muy arraigada en nuestra cultura. Flores de duelo, también flores cargadas de belleza. Flores que se dan en homenaje a la persona que se ha ido, pero que en realidad tienen capacidades sanadoras para los que afrontan la vida tras la pérdida. Flores de muchos colores, de múltiples matices, que el film de José María Goenaga y Jon Garaño utiliza para configurar uno de los mosaicos femeninos más impresionante del último cine local.

Porque Loreak (Flores) es, en esencia, una película de mujeres. Los directores se acercan a ese universo con mucho tacto, dejando espacio e intimidad a los personajes, respetando sus interioridades y al mismo tiempo mostrando sus diferencias generacionales y sus códigos morales. Los personajes se reprochan cosas, se callan otras tantas, y como espectadores asumimos todo ello de forma natural porque todos los personajes están (d)escritos desde la verdad y todos tienen sus razones. Ane actúa influenciada por la insatisfacción de su matrimonio y la sensación de que sus años de juventud se están escapando. Tere actúa influenciada por el peso de la tradición, por el qué dirán, por los principios religiosos que ha interiorizado desde pequeña. Lourdes actúa desde el impulso y la rabia, reivindica su libertad sin ser consciente de que sigue atada a la persona que un día amó, y tal vez por eso su herida es la que resta abierta durante más tiempo, el duelo que más se retarda, el dolor que más tarda en supurar. Vidas que se complementan de forma armoniosa, como flores de distinta tipología pero igual naturaleza en un mismo ramo.

Goenaga y Garaño trazan un ejercicio de historias cruzadas, pero afortunadamente nunca fuerzan las relaciones entre los personajes: da la sensación de que es la propia vida la que une y separa de forma azarosa a las protagonistas. Tampoco hay una voluntad por forzar el dramatismo de la historia: en este sentido, la película combina planos objetivos con otros subjetivos de forma muy equilibrada, retratando a los personajes con la cámara situada tras una ventana (un recurso que recuerda a cierto cine documental, incluso a las obras de Jaime Rosales) o bien filmándolos a pocos centímetros de sus rostros. Un drama, en resumen, que no violenta, que no intimida, pero que consigue escarbar en lo más profundo de nuestras almas. Una película frágil y delicada a la par que erguida y sólida. Como una flor. Porque las flores siempre son algo más que flores. Y en Loreak (Flores) son seres vivos cargados de sentido y sensibilidad.

@Xavicinoscar, Cinoscar & Rarities
Xavier Vidal
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1 de noviembre de 2014
32 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
«Loreak» induce a la reflexión desde su aproximación lírica a nuestro mundo. Concebida por dos observadores sensibles que reparan en la belleza y extrañeza de gestos cotidianos. Capaces de definirnos al tiempo que señalan ciertas inconsistencias que nos rodean.

«Loreak» perturba a partir de su tempo narrativo, del acompañamiento musical, de los diálogos y de los silencios.

«Loreak» parece nacer de la contemplación. Miras, te miran. Beñat observa desde el cielo. Lourdes, desde la cabina del peaje. La cámara observa. El espectador se siente objeto de la curiosidad ajena.

En su segunda película como codirectores, rodada íntegramente en euskera, Garaño y Goenaga cuestionan qué forma parte de la intimidad y qué ha de compartirse, cuánto reales son los sentimientos.

Más al fondo, se preguntan qué constituye la identidad de la persona. El cuerpo, las pertenencias. Los recuerdos que guardan los demás. El afán posesivo. Las personas cuya conexión se establece a través de uno...

Para consolidar el mensaje han sido fundamentales la espléndida actuación de Nagore Aranburu, el gesto tenso de Itziar Ituño, la naturalidad de Itziar Aizpuru y Josean Bengoetxea. La música del reputado Pascal Gaigne. La aproximación nada turística a la bellísima provincia de Guipúzcoa.

«Loreak» también se manifiesta piadosa. Y muestra la falta de necesidad de que uno se fustigue por lo que no es capaz de hacer. Sea por falta de carácter o de habilidad.

Hace daño cuando recuerda la gravedad de dejar pasar el tiempo y cómo sólo dos años pueden resultar devastadores para un cuerpo o para una mente.

E insinúa el proyecto de un largometraje aún no realizado. Aquel que sitúe como protagonista a la cuidadora de un anciano. La Jaione que aquí interpreta Ane Gabarain, la desparejada a la que cantó Serrat en “La tieta”. No recuerdo ninguna película que lo apueste como personaje principal salvo, lateralmente, «Amador», de Fernando León, el gran director del cine social español.

«Loreak» no es cine social. Es cine sensible, personal. Intenso, emotivo. Que brilla por la estructura de su guión, por los cambios en los puntos de vista, por las relaciones establecidas entre los personajes, por sus encuadres y su puesta en escena.

La mejor película realizada en euskera que recuerdo.
Inaki Lancelot
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10 de marzo de 2015
29 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
No soy mujer de flores. Nunca me ha gustado que me las regalen ni tampoco he terminado de entender la afición de la gente por ponerlas en un jarrón para verlas marchitarse poco a poco. A mí las flores siempre me han gustado plantadas, nunca cortadas.

Cada día mi tren pasa cerca de un punto en la carretera en el que una cruz y un ramo siempre renovado de flores advierten de que ahí un día murió alguien y de que sus deudos no le olvidan. Normalmente le dedico un pensamiento, un "descanse en paz" o algo al finado. Igual lo hacen por eso, para que todos los que pasemos en el tren nos acordemos de su muerto. En realidad nunca he entendido tampoco ese afán de alguna gente por mantener el recuerdo de las personas difuntas llevándoles flores que también morirán ahí. En definitiva, que no entiendo la cultura de las flores.

Pero también he visto a mi madre llevar cada semana durante años flores a la tumba de mi hermano; y luego vi a mi padre llevarlas a la tumba de mi madre y de mi hermano. Ahora ya nadie lleva flores a la tumba de los tres, salvo el día de los difuntos porque alguien de la familia se acerca por allí. Es una pena pero yo no soy ni de cementerios ni de tumbas ni de flores. Por eso siempre he dicho (y aprovecho para volverlo a repetir, por si alguien no se ha enterado) que cuando muera quiero que donen mi cuerpo a la ciencia y se dejen de visiteos al tanatorio, de jolgorios fúnebres y de parafernalia floral.

"Loreak" (que significa "flores" en euskera) habla de todo esto, y por eso me ha llegado al alma. Dudo que no le llegue a cualquiera que sepa bien lo que es la muerte. "Loreak" además intenta explicar cómo funciona el lenguaje de las flores para algunas personas de ésas a las que yo no entiendo, y cómo a otras nos da un tanto repelús ese idioma secreto que se basa en dejar morir a seres vivos para rememorar a los muertos. O incluso para declarar el amor, lo cual es aún más siniestro. Y a veces hasta para celebrar un nacimiento, para celebrar la vida, se mandan flores casi muertas. Que sí, que son muy bonitas y muy decorativas, pero hossstia, que se mueren ante tus ojos. Qué espectáculo, no? Quién lo entiende? Joder, que me lo expliquen.

En fin, ésta es una historia sobre mujeres y casi que para mujeres. Y sin embargo los directores son dos hombres. Increíble lo que han tenido que observar, analizar y entender Jon Garaño y José María Goenaga el mundo del luto y de las flores para llegar a concebir esta historia de lutos, de mujeres y de flores.

Y qué tres pedazo de personajes los de Ane, Tere y Lourdes. Si yo fuera actriz mataría por uno de esos papeles. Me da igual el que sea: el de la que recibe flores sin saber de quién (prodigiosa Nagore Aranburu); o el de la madre que pierde al hijo y le lleva flores a ese kilómetro X porque cree que nadie muere mientras no le olvidan (por cierto, paradójico y fascinante el final del personaje); o el de la viuda que quiere pasar página y tirar palante, pero que tampoco consigue olvidar.

Aunque sea una peli de mujeres me quedo con el personaje casi elíptico de Beñat, porque yo, como él, quiero una post-muerte sin aspavientos, sin velatorios, sin tumbas, sin cenizas y sin flores. Yo también quiero un saco de plástico en alguna Facultad de Medicina, un montón de estudiantes que se choteen de mí mientras me abren y me cierran una y otra vez y además me encantaría que se quedaran con mi bonito esqueleto para ilustrar las clases de Anatomía y que bailaran todos con mis huesos en las fiestas de fin de curso. Estoy segura de que me lo pasaría bomba. Y sería un bonito final para una buena vida.

Ps. Por cierto, al no conocer el lenguaje de las flores se me escapa un detalle. Esas últimas flores en la curva de Beñat, que no se parecen en nada a todas las otras flores que le han estado poniendo antes, significan algo? Me da la impresión de que es un mensaje oculto para los que sepan descifrar ese enigmático idioma. En fin, ahí lo dejo.
Talía666
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3 de noviembre de 2014
22 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Igual que a Sherlock Holmes le revitalizaba la aparición de un caso de difícil resolución, a las tres mujeres de la historia les ilumina la presencia de esas misteriosas flores hasta convertirse en algo obsesivo. Mujeres introvertidas, insatisfechas, que se sienten solas aunque físicamente no lo estén, que están en edades que les hace temer el futuro próximo. Esas flores les sacan del letargo y la resignación, les sirven de aliciente, les hacen pensar y sentir.

“Loreak” (“Flores”), hablada íntegramente en euskera, trata de la muerte, de la manera de afrontar cualquier pérdida, de las relaciones, de la soledad, de la ilusión, de la curiosidad, de la importancia de la comunicación, y todo ello desde el punto de vista femenino. Los directores y guionistas, Jose Mari Goenaga y Jon Garaño, han sabido hacer una película enfocada desde un prisma femenino, protagonizada por mujeres, y lo han hecho con bastante solvencia. Si los protagonistas de la historia hubieran sido hombres, todo sería muy diferente.

Es una película intimista, austera, muy vasca en cuanto a su forma. Como sus personajes: contenida, minimalista, repleta de sensibilidad subyacente pero poco florida (pese a tanta flor) en la forma. Refleja la actitud ante la pérdida mediante un drama íntimo, jugando con elementos del cine negro, y tratando en todo momento de que la gran carga emocional del film quede siempre bajo la superficie.

“Loreak” explora de un modo muy sutil los recovecos del alma humana, indaga en los sentimientos de sus personajes del modo más difícil: tratando de ocultarlos. Ane, Lourdes y Tere son personajes rebosantes de sentimientos siempre sugeridos, casi nunca explícitos, pero son sentimientos que siempre percibe el espectador, gracias al gran trabajo de las actrices que los interpretan.

La película demuestra que a veces es mucho más importante lo oculto que lo mostrado. Las flores son sólo un símbolo, pero es algo que se ve. Lo que no se ve es lo que subyace debajo de ellas, que es lo verdaderamente importante. El recuerdo, la tristeza, el rencor, la añoranza, en definitiva, los sentimientos, que son el motor de la vida. Un motor que de vez en cuando necesita gasolina, que es lo que las flores proporcionan a las protagonistas. Lo oculto importa más que lo mostrado. No decimos todo lo que sentimos. A menudo expresamos muchísimo menos de lo que sentimos. Callamos cosas importantes. Pero los sentimientos existen, están ahí, y eso es lo que cuenta.

Lo mejor es la composición de los personajes, me parece el mayor acierto de Goenaga y Garaño. Tres mujeres sencillas, de diferentes edades, con distintas escalas de valores éticos, un retrato de la cotidianidad de mujeres grises, con su gris vida rutinaria y poco estimulante. Personajes cercanos, creíbles, de carne y hueso, que sentimos como reales y están cargados de sensibilidad.

“Loreak” es una película grande en su sencillez. De personajes extraordinariamente ordinarios. Con un ritmo narrativo perfecto, y dosificando sabiamente la información que debe ir recibiendo el espectador según avanza la película. Película interesante que sorprenderá positivamente a quien se acerque a ella.

https://keizzine.wordpress.com/
keizz
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