Los ángeles de Charlie (Serie de TV)

Probablemente sonará patético, pero siempre asociaré esta serie como ineludible referencia a mi propio despertar sexual. Supongo que hubiera resultado mucho más entrañable y bucólico que dicho descubrimiento se hubiera producido a través de algún contacto más tangible, pero ante la inexistencia de chiquillas de buen ver en mi entorno más cercano, muchos preadolescentes como yo nos vimos obligados a buscar nuestros primeros iconos sexuales en la ‘caja tonta’.

Jill (Farrah Fawcett), Kelly (Jaclyn Smith) y Sabrina (Kate Jackson) fueron, en consecuencia, las tres primeras mujeres que contemplé con instinto carnal.

Me convertí en un asqueroso adicto a esta serie desde sus remotos incios en 1979. Cuando la intro anunciaba aquello de “Había una vez tres muchachitas que fueron a la academia de policía…”, Taylorcito galopaba hacia el sofá como un semental desbocado para paladear con fruición como esas tres bellezas resolvían aquellos intrincadísimos casos merced a su perspicacia, adiestramiento físico y poder de seducción.

Pese a todo, nunca me interesó demasiado plantearme quién coño se escondía tras la voz de Charlie, por qué Bosley era tan gilipollas o cuán burda y supina era la resolución de los casos que investigaban mis tres adorables detectives. Mi única preocupación residía en decidirme entre Jill o Kelly. Entre la rubia o la morena.

Finalmente ganó Farrah.

Por los pelos.

Como me gustaba Farrah Fawcett, me parecía tan fascinantemente atractiva como nuestra Miss Universo Amparo Muñoz.

Muchos años más tarde me enteré que la rubia más fascinante de finales de los 70, solo había participado en la primera temporada rodando unicamente 13 episodios, aunque la productora llegó con ella a un acuerdo para que participase en las siguientes temporadas, de manera ocasional.

Forma parte de la memoria de mi adolescencia. Aquellas tardes de sabado:
-Había una vez tres muchachitas que fueron a la academia de policía... Se les asignaron misiones muy peligrosas, pero yo las aparté de todo aquello, y ahora trabajan para mí.... Yo me llamo Charlie.

Exitosa serie televisiva de los años 70, en la que tres hermosas mujeres se dedican a combatir el criment de la manera más sencilla que poseen, utilizando sus "armas de mujer".
El productor televisivo Aaron Spelling, creador entre otras de Hart y Hart, Dinastía, o la serie que ahora nos ocupa, supo exprimir al máximo las cualidades de las tres actrices protagonistas, (Fawcett, Smith y Jackson), consiguiendo un producto fácil de ver, ameno y entretenido.
Pero el paso de los años no la ha tratado demasiado bien, y esta suave "versión femenina de Starsky y Hutch," pronto cayó en el olvido más absoluto hasta que en el año 2000, un productor y director musical la llevó a la pantalla grande con el mismo título, pretendiendo así hacer un pequeño homenaje a esta ya mítica serie de televisión.
Como curiosidad, añadir que la voz en "off" del misterioso Charlie, la ponía el actor John Forsythe, años después famoso por su papel de Blake Carrington en la anteriormente citada "Dinastía".

Sofisticada serie de los 70 donde estos bellezones de la época pistola en mano y seduccion a rebosar se encargaban de los casos mas variopintos encargados por su mecenas, el cual se escondía tras un altavoz de despacho. Formó parte de mi infancia y la seguía con pasión. Hoy día después de volver a ver algún capítulo me he dado cuenta de que el paso del tiempo puede con todo, pero no con mis recuerdos.

Anoche soñé con un ángel, ese ángel me acurrucaba entre sus brazos, me dio ánimos para seguir adelante, entonces comprendí que era para mí. Cada vez que veía esta fabulosa serie, me enseñaba cosas muy interesantes, podía elegir a mi ángel favorito, entre los magníficos episodios que tiene.