Las fuerzas vivas

En general lo que mejor le salía a Alcoriza eran las películas corales sobre pueblos o ciudades chicas, Tlayucán, Presagio, Las Fuerzas vivas, hídridos muy interesantes y caleidoscópicos sobre la vida en ciudades chicas, donde todos se conocen, para bien y para mal.
Acá sitúa la acción en los meses que van entre que se declara la revolución y cae Porfirio Díaz. En el pueblo el intendente o como se denomina en México: Presidente municipal se lo saca de su cargo y se lo apresa para después reponerlo en el mismo según los telegramas que van llegando con noticias o las que trae el burrero. Como cambia la dinámica social y moral.
La película tiene decenas de tramas, personajes, momentos, en general todos los personajes tiene su arco narrativo y su desarrollo por más pequeño que sea.
También a la conclusión que llegan representa bastante bien (por lo poco que sé) lo que se logró y lo que no con la revolución.
También está buena para compararla con lo que hacia Emilio Fernández, digamos que Alcoriza hace todo lo contrario, le saca todo el aura solemne, romántica e idealista, a pesar de respetar los motivos y valores de la revolución.
Otra cosa a destacar como el director que metió un cura por lo menos en la mitad de sus películas, siempre lograba que estos cayeran mal y resultaran desagradables pero describiéndolos de forma diferente, ninguno de sus curas se parece entre sí, pero todos son odios que hacen más mal que bien y de los cuales sería mejor prescindir.