Bajo diez banderas

Fantástico film bélico que inaugura la década de los sesenta. Duelo de actuación entre un admirable almirante Laughton que nos atrapa, y un potente Van Heflin como capitán de la Kriegsmarine alemana. Duelo sin compartir nunca el plano ni la escena, pero si las tensiones interpretativas. Y ellos dos son en verdad quienes elevan esta película por encima de la media, haciéndonos olvidar el calamitoso papel de Mylene Demongeot como descarte de una peli de James Bond. La historia de amor de esta chica con el teniente nazi no hay quien se la crea, y algunos secundarios son puro estereotipo. Vale, estamos de acuerdo, y acepto que a este título le vendría de perlas el color y no el blanco y negro, y que el hoy poco recordado Duilio Coletti bastante hace en ocasiones con poner la cámara.

Pero más allá de todo eso, y alguna coseja más, lo cierto es que uno se queda enganchado a cada minuto de esta historia y, lo que es mejor, no sabe muy bien por quien tomar partido de los dos bandos, de los dos actores. Quizás el hecho de que en buena parte se trate de una producción europea ayudase a la nueva visión "salvadora" de los "buenos" alemanes, ahora que la Alemania Federal participaba activamente en la generación de la Unión Europea y en servicio de la OTAN. Y está claro que el sentimiento generalizado ya empezaba a ser abiertamente pacifista hasta el punto de influir en el cine. Pero la aventura, la tensión y la incertidumbre están presentes casi continuamente.

Y aunque durante toda la película uno piensa que no puede haber pasado algo así, el caso es que está basada en hechos acaecidos entre el 40-41. Alucinante cuanto menos.

Bajo diez banderas es un clásico del cine militar-naval de los años 60, con todos sus defectos y virtudes. Una tripulación de un barco Alemán que mantiene una guerra limpia dentro de la barbarie de las guerras, es el eje de una excelente película injustamente olvidada, muy recomendable. Memorable actuación de Van Heflin como capitán del barco Alemán, la Demongeot de puro adorno.

Un film como pocos en donde aparecen muestras de realismo en imágenes muy bien logradas para esa época. Un trabajo memorioso de dos grandes del cine como Van Heflin y Charles Laughton.

Película que narra hechos que, según parece, acontecieron realmente durante los años 1940-41, es decir, cuando estaba teniendo lugar el, quizá ,mayor desastre que la humanidad ha conocido y sufrido: la II Guerra Mundial.
Un navío alemán, el Atlantis, capaz de infiltrarse entre los buques enemigos, camuflado como si fuera un buque aliado, se convierte en un gran quebradero de cabeza para el Almirantazgo Británico.
Cinta en blanco y negro estrenada en 1960, con una más que aceptable puesta en escena y dos personajes principales: Charles Laughton en su papel de Almirante Russell , y sobretodo Van Heflin como Bernhard Rogge, capitán al mando del Atlantis, oficial que no pierde su humanidad ni en los momentos más difíciles. Dos ACTORES, con mayúsculas. Aunque sea una redundancia decirlo, ya no se hacen películas así.

El barco fantasma que persigue Laughton no está comandado por un pirata desalmado, Van Heflin no es más feliz mientras hunde todo lo que se encuentra y derrama sangre. Los dos defienden a su país, ambos envueltos en una guerra que el cine ha mirado desde todo los puntos de vista posibles. Estamos ante un subgénero infravalorado, porque eso de pegar tiros y tirar bombas parece que atrae más si se hace en tierra firme, mientras que la realidad es que la tensión y la acción eran al menos la misma mar adentro. Por suerte para nosotros "Bajo diez banderas", que contó con una producción de origen italiano, tiene todo lo que se le puede pedir a una película además de poderle sumar dos pedazo de actores con unas intervenciones memorables.

Están en guerra, sí, pero cuando todo acabe el mundo necesitará a hombres como ellos. No se conocerán, ni siquiera por la parte británica estarán seguros de haber acabado con su objetivo, la obligación de los dos es la de seguir las órdenes de sus superiores y el rumbo de la guerra... Pero se admiran, se tienen respeto y probablemente si se conocieran serían amigos. La guerra es muy perra y empuja, estamos a bordo de un barco que elimina objetivos, crea caos y destrucción, porque no queda otra, y sin embargo, no hay ninguna maldad. "Bajo diez banderas" sorprende por su humanismo, seguramente exagerado, pero esto es cine y por eso me gusta, no es un documental, tiene un guión preciso y sin fisuras. Es una película de notable para arriba.

Lamentablemente, un cine que ya no se hace y que permanece en el olvido. Sin embargo, es de lo mejor en cine bélico que he visto nunca.