Mapa de un corazón humano

Aqui tenemos otra de esas joyas escondidas para la amplia mayoría (yo el primero... hasta hoy) y que contiene no pocas dosis de buen saber cinematográfico.
En cierta forma tiene numerosos puntos en común con "La Calle del Adiós" de Hyams pero ésta última me ha parecido más redonda a todos los niveles, especialmente en los puramente narrativos y de credibilidad en la historia de amor (principal fallo que le achaco a la película de Hyams).
Además "Map of the Human Heart" contiene una de las mejores, sino la mejor, secuencia de un bombardeo aéreo nocturno que he visto en mi vida (quizás junto con Hermanos de Sangre y alguna otra que ahora no recuerde)... es algo estremecedor y que todo buen degustador de delicatessen cinematográficas no debería perderse.
La fotografía tanto en la de Hyams como en la que nos ocupa corre a cargo de dos pesos pesados, incontestables y que en ambas propuestas se muestran enormes, David Watkin con Hyams y Eduardo Serra con Ward (para el que no conozca su trabajo que consiga YA "Las alas de la Paloma" o "La Joven de la Perla"), con gente así en el equipo técnico y un guión decente todo resulta más fácil.
En resumen una película sentimental (en el mejor sentido de la palabra) y con la dosis justa de almibar para no herir la sensibilidad de paladares delicados.

Sorprendente joya cuyo descubrimiento equivale al mas grandioso de los hallazgos. Vincent Ward, especialista en viajes ya sea a los cielos o a los infiernos, a los sueños y pesadillas, aquí traza el mapa hacia el alma humana, haciendo una radiografiá profunda y completa, siguiendo el camino de la belleza y el rió natural de la vida, sus encuentros y reencuentros, el amor y sus vicisitudes. Puro corazón.
Si la primera hora, entre el chico y el cartógrafo, me causa sensaciones que no tenia desde que vi la amistad entre el explorador Arseniev y el cazador de la taiga Dersu Uzala, no se que decir de toda la parte final, me faltan palabras para describirlo.
Hermosa historia, buenas interpretaciones e imágenes para recordar.
Este mapa lleva a un lugar tan deslumbrante y maravilloso que solo puede provocar asombro al que se acerca a contemplarlo.

Ésta es una de las mejores películas que he visto nunca....una de esas joyas desconocidas para la mayoría, un tesoro de esos que descubres en un viejo y polvoriento cofre olvidado...

Eh, aquí, la historia de dos amantes condenados a estar enfermos a principios y mediados del siglo XX. Canadá, la Antártida, Inglaterra y Alemania son los maravillosos, mágicos y espectaculares escenarios que nos muestra el genio neozelandés Vincent Ward, un auténtico maestro del lenguaje cinematográfico visual, que junto con su sobresaliente capacidad y labor narrativa, nos ofrece una de las mejores películas de los 90', y, por qué no, de la historia.

¿Qué puedo decir? Esta es una película de grandes actuaciones y momentos. La secuencia hacia el final de la película del bombardeo de Dresde, es uno de los más espectaculares y súper-desconocidos momentos que se hayan visto jamás en una película, y nos muestra las atrocidades de las que somos capaces los seres humanos

Para todos aquellos que quieran disfrutar e "inyectarse" una de esas películas maravillosas que uno pensaba que ya no existían, una de esas obras de arte de las que ya no se hacen, en 1993, el gran Vincent Ward nos dejó a todos, para la eternidad, éste exuberante y majestuoso film nostálgico, dramático y romántico, digno de admirar.

Película que recoge las experiencias de un esquimal que conoce en su tierra a un cartógrafo y acaba alistado en el ejército en la Segunda Guerra Mundial, a partir de ahí vendrá el drama con celos e infidelidades mil veces visto. Lo único nuevo es el envoltorio.

Imágenes interesantes en esta coproducción, sin embargo la sensación de éste tipo de películas es de repetición y eso a los cinéfilos nos produce inapetencia.

Eso sí muy buenos paisajes y todo lo que podéis imaginar cuando están por medio los canadienses. Pero luego de comer, comer, nada de nada.

Conclusión: El cine independiente también es flojo. Y mucho.