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Persiguiendo Mavericks

Drama Narra la historia del fenómeno del surf Jay Moriarity (Jonny Weston). Cuando tenía 15 años, Jay se entera de que las míticas olas llamadas 'Mavericks', las más descomunales del planeta, se están aproximando a Santa Cruz, la población donde él vive. Entonces busca la ayuda del legendario Frosty Hesson (Gerard Butler) para que lo entrene a fin de sobrevivir al fenómeno. Entre los dos va surgiendo una singular amistad que transforma sus ... [+]
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Críticas 28
Críticas ordenadas por utilidad
3 de diciembre de 2012
14 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mas allá de los dramas familiares y los amores de juventud (que creo aportan al conjunto mas que restan -una película solo de surf la veriamos 4-), persiguiendo mavericks muestra perfectamente lo que es el surf, mas que un deporte una filosofía de vida. Las dos horas pasan volando lo que demuestra que es una película entretenida, sin pretensiones, pero que te deja "poso" al salir del cine. Este es un film que va "in crescendo" y que según avanza vas comprendiendo las motivaciones de cada uno.
Por otro lado las tomas de surf están fantásticamente rodadas, dando sensación en este sentido de documental, un realismo muy logrado que debe de tener una complejidad máxima llevarlo acabo.
En definitiva una película que creo dentro de unos años será de culto para los surfistas de cualquier nivel, y que para los desconocedores de este mundillo también llegará, por lo profundo de su planteamiento, y la sensibilidad con la que relata la historia de superación Jay Moriarty.
frwan
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4 de marzo de 2013
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay seres que son "hijos de las mareas". Vuelven a ellas una y otra vez, no pueden evitarlo, es su razón de vivir, su razón para las que estar vivos. Y lo que dejan atrás es lo que se toca con los dedos,"la piel" de la ola, del tubo, mientras van deslizandose y dejando el efímero rastro de su vida para los que le contemplan desde la playa.

Una vida a toda velocidad y con la adrenalina a tope, consumido el combustible de golpe, absorbido todo el aire en una profunda bocanada que empieza y acaba con la ola gigante que se ha cabalgado hasta su final.

La historia real de éste top surfer, desaparecido prematuramente, no es parte de un guión sólido ni de un estudio psicológico de los personajes.

Hasta las interpretaciones no es que sean "de Óscar". Pero la esencia se transmite. El poder de la drogadicción al mar y a cabalgar sus enormes monstruos. Un enorme ejercicio de valor, de decisión firme, de concentración estudiada en dominar el monstruo, o al menos, sólo sobrevivir al intento de su control.

Y por primera vez un protagonista aparenta bastante la edad de la historia real, algo que suele ser inusual en las historias de jóvenes o adolescentes, interpretadas normalmente por actores/actrices que pasan en años o hasta duplican la edad de sus personajes reales. Algo que siempre me ha rayado bastante porque supone una tomadura de pelo al guión.

En definitiva, para amantes del surf que no esperan una cinta de Cristopher Nolan o de Woody Allen. Solo olas gigantes y gente que vive y muere por ellas.
Flaterik
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20 de mayo de 2014
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Persiguiendo mavericks" quería ser un biopic enfocado desde el drama, aunque para desgracia de todos en general y del producto final en particular, parece ser que ninguno de los dos realizadores que ocupaban la silla de dirección parecieron darse cuenta. Ellos han preferido transformar todo lo oscuro que podría ofrecer la historia, en melodrama mas inconsistente que la espuma. Curtis Hanson y Michael Apted tienen un curioso filtro capaz de convertir una película que quizás podría haber optado a premios, incluso a nivel de interpretación; en un film que como mucho no pasara de la sobremesa de alguna cadena de televisión generalista, y eso con algo de suerte.
El tándem de realizadores se olvida de dos de los dos pilares fundamentales del drama. El primero, cualquier situación que parezca muy dramática siempre puede serlo mas. En "Persiguiendo mavericks" pasa justo lo contrario, dichos momentos dramáticos han quedado tan dulzones que ni parecen dramáticos. Y es que, en el momento en que ambos realizadores huelen el mas mínimo momento lacrimógeno, lo esquivan como si diendo en coche quieres evitar un accidente, pero no se dan cuenta de que esquivan uno para meterse en otro peor. El segundo pilar es que, en el cine dramático son tan importantes los protagonistas como los secundarios. En "Persiguiendo mavericks" los secundarios son bromas de mal gusto, están tremendamente desaprovechados, casi como si fueran momentos de relleno. La madre del protagonista daba para mas, su novia mas de lo mismo, e incluso el amigo tenia su miga; sin olvidar a la sufrida familia del personaje de Gerard Butler. Faltando ambos pilares la casa se desmorona.
Lo que si que me parece un acierto del film es el tratamiento que se hace del surf. Para mi, que ni soy aficionado a dicho deporte ni me interesa lo mas mínimo, la película hizo que me apeteciera ahondar en la figura de Jay Moriarity. Con lo fácil que es hacer un film sobre algo y dedicarle a ese algo cinco minutos de metraje, es encomiable la labor de acercamiento que puede llevar a cabo la cinta.
Isaac Paskual
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23 de noviembre de 2012
10 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Apenas tres semanas después del estreno de 'El profesor', las caprichosas alineaciones de nuestra cartelera (hablamos de retrasos varios; hablamos de estrategias más o menos comprensibles para que las películas en cuestión tengan supuestamente el mayor impacto en la box office...) han determinado que nos veamos obligados, una vez más, a reencontrarnos con un director que en su día brilló como las estrellas más grandes, pero que con el paso del tiempo ha ido apagándose hasta casi extinguirse. En realidad, lo justo sería decir que tanto él como sus trabajos han pasado -con bastante justicia- prácticamente desapercibidos. Su luz no se ha visto... pero sigue ahí, como quiera que se interprete esa imagen en términos astronómicos.

El caso es que después de detenernos en el curioso caso de Tony Kaye (reconocible todavía hoy por su bombazo 'American History X', estrenado hará ya casi quince años), en esta semana nos topamos con otro viejo conocido al que creíamos desaparecido. De no haberse topado éste con James ''rey-del-mundo'' Cameron, ahora mismo Curtis Hanson tendría en su curriculum la que con toda justicia sería una de las película más galardonadas de todos los tiempos. 'L.A. Confidential' tenía todos los ingredientes para convertirse en un clásico -lo es- que contara con el reconocimiento de todos los estamentos de la comunidad cinéfila -casi, pero no-: un reparto excepcional, un guión vibrante, una banda sonora de excepción, y por supuesto, una solidísima dirección que hacía revivir al espectador las sensaciones solamente despertadas por la mejor tradición del noir americano.

Sin embargo la Academia miró a través de los prismáticos, apuntó y se fue a toda máquina hacia el iceberg, hundiendo así el buque de un director que quizás lo había quemado todo en una última apuesta magistral, cuyo único error fue coincidir en el tiempo con un titán doctorado -entre otras muchas materias- en la titánica tarea de recolectar grandes premios. Sea como fuere, las olas del mar siguieron sucediéndose, y a cada uno le tocó seguir remando con tal de que sus respectivas carreras siguieran a flote. La fortuna sonríe a unos y da la espalda a otros, es una realidad como la copa de un pino, pero escudarse -y peor aún, acomodarse- en la desgracia conjurada por los astros es de cobardes; es de mediocres que mueren antes de intentar hacer frente a los grandes retos que les plantea la vida. Y basta ya de filosofía de posavasos.

A Curtis Hanson todos estos discursos baratos le deben resbalar, básicamente porque ha estado mamando de ellos desde que la magnífica 'L.A. Confidential' apagara las luces del rótulo en el que se leía ''se vende''. Desde entonces, la obra de este cineasta de Nevada, puede resumirse en una deriva en la que apenas se han visto algunos leves destellos de la innegable genialidad de su autor. Chispazos de luz, como si de un faro se tratara, pero obviamente a un nivel de candelas infinitamente inferior al de las grandes ocasiones. Sin embargo, ahí sigue, luchando contra los elementos, del mismo modo que el surfista tozudo lucha contra las corrientes, para cabalgar la próxima gran ola, o en el caso que ahora nos concierne, para que su talento no se ahogue en el más terrible de los desconocimientos.

Así, sin grandes aspavientos y sin hacer ruido, a poco que se rasque, es posible encontrar sin demasiada dificultad un seguido de proyectos que, si bien no han destacado por hacer gala de una gran inspiración, sí han sido suficientes para ver en ellos señales de vida del que sin lugar a dudas es un director a tener siempre en cuenta. 'Persiguiendo Mavericks', semi-libre versión de la inspiradora historia real del surfista Jay Moriarity (otro astro cuyo brillo desapareció demasiado rápido), responde precisamente a este esquema. Para empezar, llega a nuestras salas con una promoción mínima, a pesar de contar entre su elenco de actores con Gerard Butler, el que hoy por hoy, y hasta que se demuestre lo contrario, sigue siendo considerado como una de las estrellas más de moda de Hollywood. Entrando ya en el análisis del producto en sí, al principio cuesta horrores salir del convencimiento de que ante nosotros hay algo más que una película del montón... con las peores connotaciones que puedan extraerse a dicha clasificación.

Sin embargo, y siempre de forma muy tímida, 'Persiguiendo Mavericks' sorprende por la inesperada solidez con la que se nos presenta. Más allá de no querer escapar de los peligrosos -por autocomplacientes- terrenos del cine familiar; más allá de antojarse ridícula cuando decide tomarse en serio a sí misma, se agradece su intorpedeable corrección en cuanto a sucesión de intrascendentes aventurillas. Tontos y azucarados amores de juventud, manidos dramas familiares, facilones estudios sobre las relaciones paterno-filiales, manuales en forma de tambaleantes pilares-zen para torpes principiantes que aspiran a subirse a una tabla surf y mantener el equilibrio sin caerse a los cinco segundos... Todo está visto; todo es carnaza que parece hecha para alimentar al olvido... no obstante, y como pasa con todo entretenimiento sincero, que no aspire a más que hacer justicia a su propia etiquieta, sus casi dos horas de metraje pasan volando y todo lo que en ellas sucede se ve con un agrado tan inofensivo como, a la postre, bien facturado.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
reporter
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19 de marzo de 2013
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Chasing Mavericks juega una liga bastante inferior al culmen del cine de surf (a saber, El Gran Miércoles), aunque logra transmitir emociones, engancha y entretiene.

El tema es bueno: el intento épico de superación de un adolescente soñador pero con problemas personales, ayudado por un hosco surfero veterano con sus propios problemas.

Sin embargo, el director desaprovecha el material: lo que pudo ser una fenomenal película, quedó en producto apto para la masa adolescente. Abusa de ciertos clichés, convirtiéndola en una peli con tufillo adolescente: chica popular inalcanzable para el protagonista, macarra rival que se mete con el protagonista, música de Offspring mientras se los ve haciendo skate...

Además, la ambientación resulta un tanto anacrónica, puesto que, si bien se supone que transcurre en los 90, la estética es plenamente actual (salvo por ciertos detalles que delatan la verdadera época de la historia, como los casettes en la habitación del protagonista).

Por otra parte, no profundiza suficientemente en los personajes: se habría agradecido un poco más de introspección. Además, la hosquedad del surfero veterano resulta poco creíble inicialmente. No obstante, la interpretación global de éste contiene bastante fuerza, contribuyendo a salvar la peli (junto con la interpretación del chaval, siendo un tanto generosos).

El resto lo hacen el interesante tema y las impresionantes imágenes (muy bien filmadas, aunque para el espectador versado en olas detectará trampas, como una supuesta sección final de una ola que coge el protagonista y que se ve perfectamente que en realidad es una nueva ola).

Para el que tras ver la peli se sienta atraído por saber más sobre Mavericks, el fantástico documental Riding Giants le dedica una excelente sección a esta mítica ola. Ahí se puede comprobar, por ejemplo, la ficción que supone lo que se cuenta en la película acerca de cómo se hizo popular Maverick's (la historia verdadera es mucho más interesante, aunque se puede comprender la opción elegida por el director, que añade cierta emoción al desarrollo de la peli), se puede ver a Peter Mel, surfista de Mavericks en la realidad y amigo del surfero veterano en la peli.
nanuce
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