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Una ciudad llamada bastarda

Western Un grupo de revolucionarios mexicanos asesina a un párroco de la ciudad y a un buen número de sus feligreses. Diez años después llega a la ciudad una mujer buscando vengarse de los asesinos de su marido. (FILMAFFINITY)
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
20 de junio de 2008
12 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
No hay peor cosa que un tío que tenga dinero se crea un artista. Porque entonces pasan hechos como lo que ocurrió con esta película, que teniendo muchas cosas a priori interesante acaba por naufragar.

Porque repito que este podía haber sido un buen western de esos de coproducción anglo-hispana de temática revolucionaria mexicana muy violentos de los setenta y sin embargo se quedó en un engendro. Y eso que los mimbres eran buenos, para empezar porque tenía un reparto sensacional con Telly Savalas,
Robert Shaw, Stella Stevens (“La balada de Cable Hogue de Peckinpah), Martin Landau...

Y luego los mejores técnicos españoles de la época, así como la música del compositor argentino Waldo de los Ríos –sí, el de Curro Jiménez- o el fotógrafo de Berlanga en “Bienvenido Mister Marschall”... pues ni con esas.

Sí, es verdad que el director Robert Parrish, fue un tipo mediocre y que tiene algunas de las mayores bobadas de los sesenta como “Casino Royale”, pero tampoco se le puede negar que era un aceptable director de actores y que trabajó con los mejores, además de tener cierto pulso por la acción y la aventura resuelto de forma pasable.

Pero no, el gran culpable fue el señor Benjamin Fisz, productor de “Los Héroes de Telemark” o “La batalla de Inglaterra” entre otras que decidió que también podía escribir guiones y nos brindó este esperpento narrativo.

Confusión, surrealismo, incoherencias, dispersión, elipsis inteligibles, flashbacks a destiempo y diálogos sin sentido es lo que encontramos en una película totalmente fallida.

Floja, muy floja.
vircenguetorix
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30 de julio de 2009
9 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un extravagante western como pocos, lleno de escenas memorables, en especial en las que interviene el gran Robert Shaw, esta vez interpretando a un revolucionario al que apodan "águila", el cuál se hace pasar por cura con el fin de evitar ser capturado por el ejército mexicano, el cuál dirige un sádico coronel, antíguo compañero de fatigas de Shaw, y que está interpretado maravillosamente por Martin Landau.

La atractiva Stella Stevens (La aventura del Poseidón) "interpreta", esta vez con demasiada ropa encima, a la viuda de un soldado supuestamente asesinado por "águila", la cuál ofrece una recompensa a quien descubra quien es "águila".

El film se compone de unos buenos secundarios, como Telly Savalas (Battle of the Bulge) el cuál interpreta a Carlos, bandido sin escrúpulos que es capaz de asesinar a su propia madre.
También tenemos a un soso Fernando Rey (interpretando al ciego de turno), a Michael Craig encarnando a Paco, soldado mujeriego y traidor que recibe una brutal paliza a manos de Robert Shaw, y por último tenemos a un andrajoso Al Lettieri (El padrino, Mr. Majestyk), encarnando a "Bomba", sicario sin cerebro de Savalas, y cuya risa se asemeja bastante a la del perro pulgoso.

La peli tiene un buen ritmo, muy buenos diálogos, a veces pueden considerarse como cómicos, y mucha acción.

Me encantan los diálogos de esta peli, son de lo más chistosos, sobre todo cuando conversan Robert Shaw y Martin Landau.

No se aburrirán en ningún momento.

DIVERTIDÍSIMA.
cartagenero_humilde
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9 de noviembre de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primera escena. Un grupo de emperifollados señores con chaqués, levitas, puñetas, uniformes, medallas, escapularios, cruces, bigotes y barbas recortadas, son fusilados sin contemplaciones mientras asisten a misa. ¡Qué malamente cae muerto el sacerdote ...!
Es México en 1895 y la revolución anda en marcha comandada aquí por un irlandés (Shaw) y un coronel americano (Landau). ¿Qué será que en las luchas mexicanas mandan tanto los forasteros?
Varios años y varias escenas después, un coche fúnebre tirado por caballos atraviesa la llanura reseca. Al pescante un sepulturero, Spectre (Sutton), en el féretro destapado que lleva dentro va una rubia haciéndose la muerta, Alvira (Stevens). Llegan a Petarda, digo a Bastarda, y ofrece un montón de dinero al que le entregue muerto al asesino de su marido.
Un lío porque allí el irlandés se ha hecho medio fraile, el coronel se ha pasado a los contrarrevolucionarios que pagan mejor y ahora manda uno de estos, Don Carlos (Savalas), con su casaca militar y a pecho descubierto.
Como nadie reconoce ser el asesino van colgando a los pobres desgraciados mexicanos en una especie de andamio complicado para ahorcar a la gente. De momento surge el nombre de un guerrillero que atiende por Águila. ¿Y quien es? Vaya usted a saber porque allí no queda claro.
En fin, una cinta sin pies ni cabeza. Por supuesto sin guion alguno. Pésima realización que desaprovecha un grupo de buenos actores que han brillado en otras ocasiones. Estridente y soporífera la música de Waldo de los Ríos.
Únicamente salvamos los paisajes, no todos de Tabernas. Al menos no son de allí los barbechos que aparecen en los comienzos.
Huir.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Lafuente Estefanía
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13 de febrero de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película está enmarcada dentro del zapatawestern, el que es un subgenero del eurowestern ( aunque tal vez deba llamarse subsubgenero). Estos eran westerns ambientados en la revolución mexicana.
Tenemos a Stella Stevens, Telly Savalas, Robert Show, Fernando Rey y Martin Landau. Con semejante elenco es imposible no hacerse grandes expectativas y mientras mas altas, mayor la decepción. Tras un prometedor inicio, sigue un muy mal desarrollo, el que incluye un ritmo cansino, un flashback muy largo y a destiempo, ect. El resultado es un filme decepcionante. Con un buen desarrollo pudo haber sido una buena película.
Entre lo destacable figuran buenas actuaciones, especialmente Martin Landau como el revolucionario traidor; también tenemos a un Telly Savalas que (además de hacer alarde de un envidiable físico) impone su oficio.
Una característica clásica del eurowestern era lo difuso de la frontera entre buenos y malos. En este filme dicha frontera se diluye prácticamente en su totalidad. No hay buenos y malos; aunque también podría decirse que, en cierto modo, todos son malos.
Christopher Cusching
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3 de marzo de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película poco convencional comienza con un violento ataque a un pueblo por parte de un grupo revolucionario, asesinan a un sacerdote y sus seguidores cristianos. Más tarde, el líder (Robert Shaw) aparece como un sacerdote adicto al alcohol en el pueblo llamado Bastarda. Llega en un coche fúnebre, una hermosa mujer llamada Alvira (Stella Stevens) vestida de negro y acostada en un ataúd, el carruaje es conducido por un extraño sirviente sordomudo llamado Espectro (Dudley Shutton). La viuda intenta vengarse del asesino de su marido llamado Águila y le ofrece a Carlos (Telly Savalas), un gobernante violento, una recompensa si le entrega al asesino. Luego, la ciudad es invadida por el ejército mexicano gobernado por un cruel coronel (Martin Landau), que también intenta encontrarse con Águila y amenaza con colgar y disparar a los habitantes, a menos que sea entregado. Mientras tanto, se narra un raro flashback con Paco (Michael Craig) en unas secuencias de baile de salón y una música atrapante, siendo perseguido por el personaje revolucionario (Robert Shaw), posteriormente convertido en sacerdote.

En este 'sui generis' Western pasan muchas cosas pero ninguna parece encajar con la trama, así el montaje es pésimo y varios fotogramas están desjuntados. La película contiene acción de Western, tiroteos, torturas, personajes inquietantes y mucha violencia con fuertes ahorcamientos. Se desarrolla sobre impresionantes escenarios, una enorme y antigua ciudad-fortaleza en ruinas. Buena actuación de Robert Shaw como sacerdote con un pasado oscuro, Martin Landau como un coronel despiadado, una misteriosa Stella Stevens con un extraño flashback como un vampira soñada por el sacerdote. Incluye breve protagonismo de Telly Savalas, en un papel corto, el interpretó varios espaguetis (Pancho Villa, Una razón para vivir, una razón para morir, Land raiders, Historia criminal de una pareja de bandidos). Telly Savalas sobresales en una caracterización cínica y violenta, rápidamente terminada por ser traicionado por uno de sus propios secuaces. El primero de los dos westerns financiados por Gran Bretaña en los que participó Telly Savalas, siendo el otro El desafío de Pancho Villa (1972). También participó en Pánico en el Transiberiano (1972), del mismo equipo de producción. Debido a su costoso estilo de vida y sus hábitos de juego, siempre estuvo feliz de asumir un papel con un sueldo decente. Michael Craig escribe en sus memorias que las escenas de su personaje se rodaron un par de meses después de terminar el resto de la película.

La película tiene elementos habituales del Spaghetti Western, como antihéroes codiciosos, enfrentamientos violentos con implacables vengadores, zooms rápidos y excesivos primeros planos con grimosas caras. Gran parte de la película se centra en la tensa relación entre Shaw y el personajes de Landau. El sacerdote bebedor de whisky de Shaw está particularmente bien interpretado y es agradable, con un pasado cauteloso que se revela a lo largo del film. Además, aparece en papeles secundarios, habituales en el género Spaghetti/Paella western, así: Fernando Rey como el viejo ciego, Aldo Sambrell (ordinario de Sergio Leone), Tito García, Antonio Mayans, entre otros. Colorida fotografía de Manuel Berenguer, camarógrafo habitual de producciones estadounidenses rodadas en España (Rey de reyes, Hijo de pistolero, Pyro, Krakatoa). Partitura musical excéntrica e inapropiada de Waldo Ríos, el compuso excelentes bandas sonoras (Asesinatos en la calle Morgue, El hombre río Malo, La isla de los condenados) hasta su temprana muerte, pues se suicidó. La película fue dirigida regularmente (contiene algunos cortes, fallos y lagunas) por Robert Parrish. Este director fue ganador de un Oscar, montador y ganó un Oscar por ¨Cuerpo y alma (1947) y dirigió numerosas películas de todo tipo de géneros, ciencia ficción (Doppelganger), Western (Saddle the wind, The wonderful county), comedia de espías (Casino Royale) and Bélico (su principal éxito: Purple plain con Gregory Peck). Calificación: 5.5/10. Este confuso y desigual Western resulta ser mediocre aunque sobresale debido al estupendo casting y en algunos círculos tiene una cierta consideración de 'cult movie'.
miguelan
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