El oro de Ulises

La historia del drama independiente “El Oro de Ulises” se desarrolla en torno a Ulises Jackson, un viejo apicultor (Peter Fonda) cuya vida transcurre con absoluta tranquilidad junto a sus dos nietas en un condado del estado de Florida… su sosiego, sin embargo, se ve interrumpido por el pasado de su hijo convicto, el mismo que se manifiesta en su vida a través de la presencia de dos malhechores empeñados en encontrar un motín dentro de su propiedad y la difícil situación de amparar a su nuera drogadicta.

El éxito de la dirección de Victor Nuñez radica, fundamentalmente, en el tono íntimo y parsimonioso que impera en su obra, el mismo que definitivamente tendrá algunos detractores pero que, sin duda alguna, encontrará un público fiel en aquellos quienes disfrutamos de una historia humanista desarrollada sin trampas ni manipulación sino con una exquisita interpretación de las emociones de un hombre íntegro y tranquilo que redescubre el héroe sorprendentemente lleno de fortaleza que vive en él.

La interpretación de Peter Fonda es delicada y perfecta para el tipo de drama que se va fermentando conforme el metraje de “El Oro de Ulises” avanza. El trabajo de Fonda es sobrio, profundo, invita a la reflexión y compele a las emociones con una naturalidad abrumadora. Los personajes secundarios también cumplen a satisfacción con su función dentro de la película.

Finalmente, “El Oro de Ulises” es una película admirable porque sin ser convencional tampoco es estridentemente transgresora, en vez de eso es una obra absolutamente sincera y desgarradoramente humana sobre amor, familia, amistad y, sobre todo, sobre el descubrimiento de la faceta extraordinaria de un hombre aparentemente ordinario.

Su cadencia es lenta, pero en ningún momento se hace monótona. Discurre tranquila mostrando una historia mínima, y a la vez cuajada en detalles, con una construcción firme centrada en el personaje de Ulises interpretado por Peter Fonda.

Víctor Núñez, nos acerca a un cine clásico en su forma, recordando todas aquellas películas enormes en su pequeñez, que los grandes estudios cinematográficos ofrecían durante los años 30 - 40 gracias al Star System que mantenía a multitud de grandes actores y actrices como asalariados contratados.

El cine de entonces era una industria cuidada y severa; hoy regresé a aquellos lejanos tiempos, través de "El Oro de Ulises" y hallé una agradable producción que no ha envejecido, pese a los casi 22 años transcurridos desde su estreno.

Al principio la película puede parecer trivial, pero conforme transcurría el metraje, uno se cuenta de que es un film digno de verse dentro de tanta metralla y coche roto propio de las pelis americanas. Ésta, a pesar del drama de fondo, es una película amable, la vida de un señor de cierta edad honesto, cumplidor y amante de su trabajo, que ha tenido la mala fortuna de quedar viudo en el momento más crucial de su vida, y tener un hijo en presidio con una nuera politoxicómana. Pero con dos nietas encantadoras a las cuales dedica parte de su tiempo en cuidar, alimentar y educar.
Tiene una dirección bastante buena de Víctor Núñez con guión del propio Núñez y una producción independiente que aleja al film de los tópicos del cine americano. El éxito de Víctor Núñez se asienta en el tono íntimo y tranquilo que impera en su película. Es seguro que esta parsimonia ha de tener sus críticos, pero de igual manera tiene, como es mi caso, sus defensores en quienes disfrutamos de una historia humana que se desarrolla sin bufidos ni exabruptos, al contrario: sin engaños ni manipulación, sino con la exposición de las emociones de un hombre honorable y sereno, un personaje que puede redescubrir al héroe que habita en tantas personas comunes, personas llenas de una sana fortaleza, que viven la vida en plenitud y con la gran ambición de elegir el camino correcto.
Me gustó también mucho la música de Charles Engstrom, y me pareció encomiable la fotografía de Virgil Mirano recreando los bellos paisajes donde se desenvuelve la historia. Un historia que por cierto tiene también un importante mensaje ecologista en lo que se refiere al cuidado de las abejas y cómo, al decir del personaje, estos admirables insectos que producen el preciado “oro de Ulysses”, o sea la miel y la cera, están en peligro de extinción por la malsana obra del hombre que con sus insecticidas y pesticidas las están matando: ¡he aquí otro mensaje a subrayar!
En cuanto al reparto, el peso principal recae en Peter Fonda, otro egregio actor de la saga Fonda (Henry padre, Jane hermana o Bridget, hija de Peter). Peter Fonda ya pasó a los anales del cine desde que en 1969 interviniera en la famosa peli de Dennis Hopper, “Easy rider”; aunque él reconoce que esta película es el papel de su vida; como él mismo dice: "Es el tipo de personaje que pagaría por hacer. Un tipo complejo, lleno de posibilidades. Y el guión estaba lleno de momentos muy profundos, puros y simples". El trabajo de Peter Fonda es ponderado, hondo, invita a la reflexión y compele a las emociones con una naturalidad abrumadora. Por todo lo que digo es una película sencilla, un film muy personal, pero que da para pensar. No creo que les guste a los amantes del riesgo o la acción, pues es más bien una cinta intimista y para meditar, que recupera a un Peter Fonda que fue por esta obra nominado al Oscar en 1997. Y no sólo eso, en el mismo año consiguió el Globo de Oro al mejor actor de drama y el premio del Círculo de críticos de Nueva York, igualmente como mejor actor. Pero el reparto está igualmente bien acompañado por actores y actrices que hacen muy honrosamente sus roles, como Patricia Richards, Jessica Biels, J. Kenneth Campbell, Christine Dunford o Steve Flynn por mencionar algunos. De manera que el coro actoral cierra un buen trabajo en esta hermosa película.
En resumen, es una película admirable porque no es convencional, no es tampoco ruidosa ni transgresora más allá de lo conveniente. Es una película franca, muy humana, una película que no es afectada, que no es edulcorada, y sin embargo nos habla del amor, la familia, la amistad, y de manera muy importante, es una película que nos descubre la inefable cara maravillosa de un hombre ordinario sólo en lo aparente, o sea, de un héroe de los que tanto abundan en la vida y sobre los que nadie dice nada. Pues esta película sí dice, y mucho. Véanla.

Me gustó la sinopsis, y por tanto, no esperaba una película con ritmo en la que sucedieran muchas cosas, incluso tenía una predisposición favorable a ver y a disfrutar de todos los detalles del Ulises-apicultor. Pero lamentablemente, terminó pareciéndome una de esas películas de estrenos de TV -aunque con más calidad interpretativa-, es decir, no me llegó a ofrecer algo fundamental en este tipo de películas: credibilidad. Ni fueron creíbles algunos de sus personajes, ni la resolución de ciertas subtramas.

En fin, que no me terminó de molar esta peli de Ulises; el "Superhéroe de la tercera edad".

¿Tanta lentitud para no ofrecer credibilidad?