Kingdom (Serie de TV)

Uno puede devorar Kingdom, la nueva serie coreana de zombies dirigida por Kim Seong-hoon, con la misma avidez con la que sus personajes buscan saciarse con carne humana.

Una vez que la comienzas a ver es imposible parar. Es adictiva e incluso puede llegar a durarte una tarde. Y es que Kingdom es mucho más que una serie de zombies. Para empezar, se ambienta en un periodo histórico que da mucho juego, el medievo siempre da lugar a momentos muy épicos y más si se ubica en la época Joseon con los conflictos de intereses, traiciones y sabotajes propios de cada corona.

Tanto el decorado como el vestuario están impecables. Se nota que cada pequeño detalle ha sido cuidado al extremo, pero el detallismo no solo hace hincapié en lo que vemos sino también en la psicología interna de cada personaje. En una época convulsa donde la ambición y el poder marcan el rumbo de una nación, el príncipe heredero Lee Chang deberá hacer todo lo posible por sobrevivir a las intrigas y perfidias de una corte sedienta de poder que está dispuesta a conseguir sus objetivos a cualquier precio. No obstante, la historia no solo nos habla del precio que algunos están dispuestos a pagar por la ambición.

El conflicto de clases estalla desde el minuto uno. En un mundo donde algunos lo tienen todo y otros no poseen nada no es de extrañar que un monarca persista en el trono a fuerza de engullir a sus súbditos. Y tampoco parece nada fuera de lo común que los pobres estén tan doblegados por los ricos, que acaben devorándose entre ellos y no uniéndose contra un objetivo en común. Estamos en la época Joseon en Corea, cientos de años de historia pasados. Sin embargo, lo que se narra tiene un parecido realmente aterrador con la realidad que vivimos en nuestros días.

Nadie se salva del salvaje canibalismo de la casta, ni siquiera el príncipe heredero que al fin y al cabo fue concebido por una concubina, motivo de más para que algunos crean que no debe ocupar el trono por su bajo estatus. En Kingdom se nos vuelve a decir que la bestia más atroz para con los de su propia especie no es otra que el ser humano. Por tanto, nuestros protagonistas deberán luchar contra zombies por la noche y protegerse de los ataques de sus propios congéneres durante el día.

Tal vez este sea el verdadero atractivo de Kingdom. La gran variedad de temas que trata y la sofisticación con la que los aborda. La lucha entre la oscuridad y la luz es la lucha entre los polos opuestos del alma humana. El eterno contraste entre la maldad y el egoísmo y la bondad y la empatía.
Porque en Kingdom también tenemos un poco de luz entre las penumbras. Un pequeño brillo de sol que emerge de personas comunes, hombres y mujeres corrientes, que se unen para luchar contra la maldad y la injusticia. Seres que luchan sin tregua por la supervivencia colectiva.

Por otro lado, y no menos importante, la caracterización de los personajes es sublime. Algunos personajes como Young-Shin interpretado por Kim Sung-Kyu son un verdadero caramelo, un regalo inesperado. Pueden hacer tantísimo con la historia de este personaje en la segunda temporada, tiene tantos contrastes, tantos claroscuros…. Me he quedado con ganas de ver mucho más de el en la primera temporada. Aunque Ju Ji-Hoon también se luce en su papel de príncipe heredero.

Tengo altas expectativas en esta serie y se me va a hacer muy larga la espera de la segunda temporada. Como decía antes, es una verdadera droga. Así que solo deseo que la espera merezca la pena.

En el afán de suministrarnos una alta dosis de realismo mágico Kingdom nos ofrece una excelente combinación de géneros. Nos encontramos con un producto de calidad para todos aquellos afines a una buena historia con el plus para los que son atraídos por el cine asiático de época, los zombies, el misterio, el terror y las conspiraciones políticas.
Esta coproducción entre Corea del Sur y Estados Unidos que se basa en el cómic The Kingdom of the Gods creado por Kim Eun-hee (aquí guionista) tiene un ritmo endiablado, todo esta cuidado al máximo, la fotografía y el vestuario son deliciosos (cada capitulo tuvo un coste de 1,78 millones de dólares). Luce interesante y refrescante para el genero, lo que la hace casi de visión obligatoria para los fanáticos de los zombies. Recomiendo verla en versión original subtitulada ya que de lo contrario se pierde un poco la inmersión que nos propone.
Esto no es The Walking Dead (Kingdom es mas épica en su narrativa) pero el interés que genera me recuerda a las primeras temporadas de aquella serie que francamente eran de calidad (y que luego parece haber perdido el rumbo). Ambas explotan muy bien eso de: "Homo homini lupus." (el hombre es un lobo para el hombre) en referencia a los horrores de los que es capaz la humanidad para consigo misma.

Un viaje sangriento al medioevo coreano.

Cabe mencionar que la serie a sido renovada para otros 6 capítulos.

¿No estabais cansados de películas/series de zombies (infectados, muertos vivientes, etc:) que quizás tenían un maquillaje no del todo malo pero cuyas historias eran una p... bazofia? Pues aquí tenéis una serie que dentro de lo que cabe no falla ni en lo uno ni en lo otro. Pero lo mejor de todo es que no se queda ahí, sino que te mete en un pasado distópico (sí, he dicho pasado) donde el realismo de los vestuarios y emplazamientos te hacen entrar en un documental de National Geographic/Canal Historia sobre Corea.

No entro en la sinopsis porque ya hay suficientes críticas donde te desgajan la serie correctamente a mi parecer. Simplemente os dejo mi encarecida recomendación hasta el punto de creer haberme quedado corto con la puntuación.

A pesar de tener ciertas similitudes con otras películas de pandemias y zombies, en Kingdom encontramos un escenario completamente distinto orientado en el Asia medieval, en el que ya solo por los escenarios, vestuarios y paisajes ya vale la pena ver la serie. Escenas con mucho suspense, zombies por doquier, cortesanos traidores... te harán disfrutar de esta serie hasta el final.

Cuando oí que Netflix iba a emitir una serie coreana de zombis, debo admitir que me picó la curiosidad. Como fan del género, decidí darle una oportunidad, aunque las últimas temporadas de The Walking Dead y the Fear the Walking Dead me tenían ya algo saturadillo de estos entrañables antropófagos no muertos. Ahora, después de haberme tragado la primera temporada casi del tirón, no puedo estar más satisfecho de mi decisión.

Porque «Kingdom» es magnífica en prácticamente todos los aspectos: el vestuario, los decorados, la ambientación, las coreografías de las batallas... y, particularmente, en lo aterradores que resultan los muertos vivientes: criaturas rápidas, salvajes, capaces de infectar a los vivos en un abrir y cerrar de ojos y maquillados de forma creíble y espantosa a partes iguales.

Además, la trama política que permea la serie está excelentemente llevada y resulta casi tan interesante como la sobrenatural. Los actores que dan vida a los personajes principales son también muy buenos, y dotan a sus criaturas de gran carisma. Para los que, como yo, están agotados de tanto americano chulapo de tiro rápido e infalible enfrentado sin pestañear a hordas de zombis que caen como moscas bajo sus habilidades adquiridas sin duda tras largos años militando en la Sociedad de Amigos del Rifle, resulta de lo más refrescante contemplar a este grupo de valientes guerreros orientales enarbolando sus sables y sus armas campesinas con eficacia frente a los implacables no muertos.

En fin, solo le pondría una pega a la serie: lo corta, cortísima que se hace y el enorme «continuará» con el que termina la temporada. De verdad, señores, esto no se hace...