El asesino de Rosemary

Slasher=caca de perro... seguro que muchos de los que dicen esto son los que luego lo flipan que te cagas con bodrios de Tarantino o sagas infames tipo "Saw" atribuyéndoles argumentos originales y hipermegaguays de la muerte.
Yo admiro los slashers de esta época, porque aportaron su gran grano de arena para cambiar muchos códigos establecidos en el cine, sobre todo su pelea contra la censura y su interés por hacer que con algo simple puedas pasar un rato distraído y además que traten de impactarte con unos efectos de maquillaje artesanales de gran categoría que les sube muchos puntos como proyecto artístico.
"El asesino de Rosemary" tiene un guión muy simplón, poco aclaratorio y bastante (digámoslo) previsible, ya que el asesino podemos caer fácilmente en la cuenta quién es. Pero ¿y qué? Es un proyecto para disfrutar de un argumento simple porque su punto fuerte es el punto fuerte de los slashers, el mostrar unos asesinatos imaginativos y muy currados a nivel artístico ahí radica su atractivo y eso es lo que le hace ganar tantos puntos como película. Me gusta porque más que copiar descaradamente otras películas, se dejaba llevar por los clichés establecidos en el género que tanto llamaba la atención y que arrastraba a la gente en masa a ver estas películas. No pretenden ser obras maestras como otras que van de eso y son mierda no, lo siguiente (ver a Tarantino y sucedáneos). Hay que reconocerles su mérito ya que además los filmes de esta época mostraban un gran interés en crear tensión, en crear una buena atmósfera y este film lo consigue con una fotografía oscura, una casa solitaria y un misterio en el que los protagonistas se ven inmersos. Esa forma de hacer este tipo de películas hoy en día se ha perdido y eso principalmente es lo que las hace inferiores a los filmes de los setenta y ochenta, en líneas generales (por supuesto siempre hay excepciones). La pega que le pongo es que existen varios puntos muertos que no acaban de ser explicados y que se podría haber profundizado más en ellos para haber hecho algo más coherente la trama. Pero por lo demás, es un slasher de gran categoría que cumple a la perfección. Gran labor del genio del maquillaje TOM SAVINI (creador del maquillaje de "Viernes 13") que se supera una y otra vez con su excelente trabajo, aquí nos ofrece un buen puñado de escenas grotescas y sangrientas dignas de haber sido premiadas con el Oscar al mejor maquillaje y quien diga que no, es un cínico de la virgen... UN GRAN SLASHER que en comparaciones convierte en mierda a toda la bazofia de remakes actuales y a la mayoría de producciones del mismo estilo post-noventeras...

No entiendo por qué "El asesino de Rosemary" (por cierto, por una vez la libérrima traducción o, mejor, la no-traducción del título al español es más sugerente que el título original) está considerado un slasher de obligado visionado para los fans de este subgénero, entre los cuales me cuento. Vale que fuera uno de los primeros de este género posteriormente tan explotado, y su hilo argumental o punto de arranque no deja de tener encanto y cierta originalidad -una joven rompe, por carta, la relación con su novio enviado al frente como soldado-, pero todo eso no justifica el valor de un filme cuyos defectos no son achacables a la obsolescencia lógica en un filme de más de treinta años de antigüedad.

"El asesino de Rosemary" fue para mí una decepción. Si hubiera visto esta película sin haber oído hablar de ella ni haberla visto en la lista del decálogo de mejores slashers de la historia, seguramente la habría disfrutado mucho más y habría encontrado encantadores sus defectos, sus carencias, su mal ritmo y su incapacidad para mantener mi interés.

Eso sí, el colofón final no tiene desperdicio alguno.

Dentro de lo que es un slasher, y sus contingencias, es un filme muy logrado en cuanto a tensión, sangre, misterio y atmósfera.
En cuanto al ritmo, va a trompicones. Tiene momentos muy buenos, como el principio y el final, y algún momento más. Pero hacia el centro del metraje, la acción se ralentiza mucho y se hace un poco soporífera. Escenas innecesarias e inconclusas y agujeros de guión varios. Además no es muy complicado imaginar quién es el asesino .
No tiene demasiados asesinatos, pero los que tiene son muy muy buenos y explícitos.
El final no tiene desperdicio y tiene un detalle final muy desconcertante a la vez q terrorífico.

Este filme sobre el papel tenía las de ganar, en plena proliferación de los slashers de los 80, dirigida por Joseph Zito quien se encargó de una de las mejores entregas de la franquicia "Viernes 13", la cuarta para ser mas exactos, y con el maquillaje de el genio, mago y maestro del gore Tom Savini parecía que nada podía salir mal, no obstante esta película me ha dejado una sensación agridulce, si bien es cierto que tiene un detalles interesantes como el inicio ambientado en los años 40, todo un acierto, un asesino relativamente carismático, momentos de cierta tensión y sobre todo un gore y unos asesinatos maravillosos, casi hipnóticos, sin embargo mis halagos para esta cinta acaban aquí pues comete desaciertos que la condenan a ser simplemente un slasher gris.

Su principal problema es el ritmo, aunque es verdad que tiene un buen inicio con un puñado de asesinatos sublimes ahí acaba lo interesante, pues el argumento se enzarza en una investigación protagonizada por el ayudante de el sheriff y su novia que no tiene ningún interés, no hay tensión, no hay nadie observándoles desde la distancia, nada. Y aunque pasase algo con estos personajes tampoco importaría demasiado pues el filme no realiza demasiados esfuerzos para que te encariñes con ellos, y si no le pone empeño a los protagonistas os podéis imaginar lo que sucede con los anodinos personajes de la periferia, no se ahonda en ellos para nada, esto hace que la identidad del asesino no suscite ningún interés al espectador pues aunque te hayan presentado unos cuantos personajes no les tienes en cuenta ni te interesan lo mas mínimo.
El segundo gran problema se ve expuesto en el argumento ya que no ofrece demasiadas explicaciones ni parece siquiera ser coherente, ni he procesado lo que me han contado porque no da la sensación de que me hayan contado nada sustancioso, si se hubiera explorado y explicado mas la trama podría decir que mantiene bien el misterio y funcionaría de forma correcta como thriller pero desgraciadamente no sucede así.

Vale, después de esta feroz crítica seguramente alguien se preguntará "¿y por qué un 5 caballero?" pues bien, sin contar demasiado para no desvelar la sorpresa, el filme cuenta con un último acto trepidante, lleno de tensión y sangre derramada, además de las muertes que ya he mencionado, por las que me deshago en halagos. Es un slasher sencillo, tirando a insípido sin embargo es como comer una galleta sosa que tiene trocitos de chocolate, tal vez no disfrutes con cada mordida, pero cuando encuentres uno de esos pedazos de cacao lo disfrutarás tanto como para que esos bocados sin sustancia hayan merecido la pena.

Esta película tiene una cosa muy buena. Realmente muy buena.
O dos: Las escenas de las muertes, sangrientas, explícitas, convincentemente brutales algunas, técnicamente muy bien hechas todas. Y los efectos especiales que las hacen posibles, obra del gran maestro del ramo, el amigo Tom Savini.

Lo demás no vale para nada. Ritmo cansino, diálogos de besugos, un misterio (la identidad del asesino) que a medida que pasa el metraje importa cada vez menos, personajes sosos, guión lleno de agujeros, dirección mediocre...todo lo bastante malo para no convencer a ningún espectador exigente, pero no lo bastante disparatado o cutrongo para resultar divertido.

Para completistas del slasher ochentero, o gente capaz de tragarse lo que sea a cambio de tres buenas escenas sangientas. Los demás, pueden abstenerse sin remordimiento alguno.