Tango

Saura prosigue con "Tango" su afición/recreación por el cine musical centrado en un baile concreto, basándose en un concepto estético y artístico del mismo, apoyándose para ello en la luz de Vittorio Storaro y aquí también en la música de Lalo Schifrin.
Fue candidata al Oscar a mejor película extranjera y a diferencia de, por ejemplo, la magnífica "Flamenco", el cineasta aragonés introduce un leve argumento intercalado con el propio análisis/desarrollo del tango como baile "vero e propio": es la historia de un director de cine que está preparando un musical y a la vez está atravesando por una crisis sentimental. Con ello Saura recorre los celos, la pasión, el crimen, el deseo, la posesión, rasgos todos ellos bien definitorios del baile en cuestión. Y Miguel Ángel Solá es el actor adecuado para ello, con su aspecto atribulado, seductor y melancólico.

Tango es de se tipo de películas que no busca la aprobación del público, ni grandes taquillas. Es más bien un capricho de Saura, un deseo de expresar sus emociones haciendo una película, es arte puro. Si alguien tiene el derecho de hacer este tipo de película, una película sólo por el placer de hacerla, ese es el genial Saura.
No se puede decir que la película entretiene, encandila, tiene argumento ni nada de eso, pues es sólo tango, una sucesión de imágenes y sonido en torno a la bella música y baile tradicional argentina: el tango y la milonga. Si consigues aceptar esa premisa, y no buscar nada más, la disfrutarás. Yo la disfruté.

Tango es la última película hasta ahora de Saura dedicada al baile, antes con Iberia y Flamenco Saura nos plasma el espíritu del baile con su cámara de cine, películas puramente dedicadas al baile.
Tango sigue el mismo esquema que anteriormente tenía Carmen pero sigue la tradición de sus últimos años y pone color a esta historia.
Una historia contada con los bailes, los bailes son el ejemplo de los celos, de las pasiones, del encanto, de la sensualidad de los personajes que bailan, que hablan y que protagonizan esta película.
Una vez más Saura vuelve a sacar el lado más artístico para poder mostrar el espíritu del baile, en este caso del Tango, un baile que tanto representa a Argentina.
A veces documental, a veces drama, Saura muestra todo eso que representa al Tango y ese espíritu.
Una historia de amor y de celos al igual que en Carmen a veces se narra la historia normal y a veces se interrumpe con bailes pero estos no cortan la historia sino que la continúan de otra manera, una manera, en mi opinión muy compleja de contar historias pero también fantástica para poder unir el baile con el cine y en mi opinión Saura lo logra mejor que nunca.
En mi opinión es la mejor de Saura dedicada al baile, pues otras como Flamenco son íntegramente baile, Iberia también, Salomé es un ballet y Carmen es una mezcla de todo pero en Tango Saura sabe unir todo lo hecho anteriormente para mostrarlo en el cine, es una película madura.

La verdad esperaba más de la película, yo la disfrute, porque soy gran amante del tango al igual que del teatro.
La película es un poco lenta, un 60 ò 70% de la película son fabulosos bailes y ensayos del espectáculo, eso si tiene una escena final espectacular en la cual paga ver la película.
Las actuaciones de todos son magistrales, aunque resalto la de la hermosa y talentosa Mia Maestro, que en su segunda película, logra robar la cámara y desempeñarse con gran genialidad.
Esta opinión es muy personal, no se que opinión tenga otra persona que no guste del tango y el teatro.
Algo para tener en cuenta, la película es argentina, no española; pues yo la tomo por los actores no por el director.

La interpretación del Tango por Saura abreva en las virtudes y los excesos de los propios argentinos. Visualmente bella, con una excelente banda de sonido, sólo hace agua en algunos momentos en donde vacila el guión pero no la regié del maestro español. Un espectáculo sorprendente de belleza y emoción que va mas allá del tango y que constituye un plato fuerte para los amantes del arte con mayúsculas. Gracias Saura!!!