La noche de los girasoles

No esperaba encontrarme al ir al cine una pelicula española tan buena. Un maravilloso guión. Un grupo de actores excelentes en el que destaca con luz propia, - para mi borda el papel - Celso Bugallo, un siempre muy digno Carmelo Gómez y una belleza como Judith Diakhate. Una historia real en la que la suerte o la mala suerte nos gasta una mala pasada y nos amarga la vida entera. Nos enseña que a veces el destino hace que paguemos las culpas o los pecados que ha hecho otro. Muy buena ambientación y un ritmo que no nos damos cuenta que han pasado dos horas de cine.
Excelente y gratificante pelicula española. Felicidades Sr. Jorge Sánchez-Cabezudo.

Excelente carta de presentación de Jorge Sánchez-Cabezudo (guionista y director) con su película “La noche de los girasoles”, película de cine negro que se desarrolla en el ambiente rural de la España profunda. Jorge Sánchez-Cabezudo ha realizado un magnífico guión (mitad thriller-mitad drama), involucrando a ocho personajes en torno a un hecho dramático que se va complicando a lo largo de la película, es una historia de vidas cruzadas estructurada en seis partes, recorridas por una trama de suspense que se resuelve en la última historia cerrando a su vez cada una de ellas.

Son personajes corrientes enfrentados a situaciones extremas, y quizá uno de los grandes objetivos que ha logrado conseguir Jorge Sánchez-Cabezudo, sea precisamente el plantear cómo esa gente corriente puede llegar a provocar una situación tan complicada y dramática. Es una película de actores en general, no existe el gran protagonista ni el excelso secundario, todos realizan su trabajo a la perfección, quizás se pueda destacar a tres de ellos, Celso Bugallo (Cabo lº de la Guardia Civil), Cesáreo Estébanez (en papel de Cecilio) y Manuel Morón (Vendedor de aspiradoras).

Película muy recomendable de ver, también en nuestro país se hace buen cine.

No hay “Spoiler”, hay que ver la película.

A “La noche de los girasoles” le cuesta arrancar hasta que llega el clímax del primer capítulo y la opera prima de Jorge Sánchez-Cabezudo empieza a coger forma.
A dar un giro inesperado y engañar al espectador con un mcguffin.
El filme va por otros derroteros y su primer acto es una simple excusa para interiorizar en los personajes debido a una tragedia sobre la fatalidad que se torna en intriga y drama.

Dividida inteligentemente en capítulos que abren la puerta y el relevo a nuevos personajes, “La noche de los girasoles” funciona como un artefacto de pulido engranaje donde todas las historias y tramas se complementan y se funden en una sola.

Se puede visionar como una inferior versión rural (y coral) española de “Fargo” o “Un plan sencillo", aunque su funcional estructura narrativa la dota de profundidad y complejidad.
Jorge Sánchez-Cabezudo no sólo ha hecho los deberes escribiendo uno de los mejores guiones patrios de este año; su dirección y puesta en escena van a la par, aunque a “La noche de los girasoles” le falta ese punto en construir una atmósfera hipnótica para ser redonda, como sucedía con los trabajos de los hermanos Coen o Sam Raimi.

Otro punto negro son los personajes, que no las interpretaciones, ya que su drama interior resulta, se dice y se muestra de manera redundante. Debería esconder más que mostrar siguiendo las pautas básicas: nunca escribas lo que puedes mostrar con una imagen, con un gesto o con una mirada.

De todos modos, una sorpresa para el panorama español en forma de revelación a tener en cuenta.

A falta de mejores planes, bajé al videoclub para llevarme un par de películas a casa y así tener arreglada la noche del Sábado. La primera impresión que me dio al entrar en el garito fue de desolación; uno lleva bastante tiempo sin pisar uno y qué menos espera que encontrarse con al menos media docenas de cintas apetecibles después de tanto tiempo sin tirar de él. Y no fue así. Para elegir había practicamente lo mismo que la última visita realizada hará unos 3 meses atrás, que a su vez, también coincidía más o menos con lo expuesto en la penúltima (cuenten otros tres o cuatro meses más).
Esto me hizo pensar que es cierto aquello de que la piratería está acabando poco a poco con el cine. Hace años dejabas descansar al videoclub unas cuantas semanas, y a tu vuelta te encontrabas con un paraíso fílmico completamente abundante y virgen por explorar.
Ahora, visto lo visto, parece ser que no es así. El celuloide parece estar en serio peligro de extinción.

Con una película seleccionada, y a falta de un segundo título que pintara apetitoso, acudí a la última estantería del lugar, en donde reposan totalmente marginadas las producciones nacionales. Y me dirigí a tal sección por recordar que una amiga de esta página, hace ya algún tiempo me recomendó "La noche de los girasoles". Como imaginé al ir hacia la sección, la cinta se encontraba en completa disponibilidad (como el resto de las españolas).

Una vez disfrutada uno se da cuenta de que es un verdadero crimen que cintas como estas compartan sección en videoclubs con truños como "Menos es más" ó "Atasco en la nacional". Ni thriller, ni drama, ni ostias. Su género se reduce a "española; al final del pasillo"
Amparada bajo otra bandera se hablaría de ella más y mejor que la sobrevalorada "No es país para viejos", por nombrar alguna.
Y es que los actores están impresionantes, el guión enorme, y la preciosa banda sonora se hibrida con una bellísima fotografía con lo cual el resultado final la convierte en una extraordinaria propuesta digna de lucirse en primera línea de videoclub, con "Promesas de este" a su derecha y " American Gangster" a su izquierda; por poner algún ejemplo.

Yo hice caso a la recomendación bastante tarde... vosotros no deberíais tardar tanto en probarla. Es impresionante.

Esto es cine español del bueno, con un guión, un suspense y una trama de auténtica película de calidad. Tan buena que hacía ya tiempo que no sentía atractivo por ninguna cinta de cine español y ésta me ha devuelto la afición por el mismo.

El argumento narra varias historias paralelas que convergen en un punto dramático coincidente. Nos cuenta la historia de un viajante vendedor de aspiradoras (Manuel Morón) que cruza en su coche por un pueblo; de dos viejos solitarios, Amós y Cecilio (Cesáreo Estébanez, en una insuperable interpretación), que viven como únicos vecinos en la periferia del mismo y pequeño pueblo, pero que sin embargo no se soportan y se comportan como enemigos; también está la historia del espeolólogo, su novia (Judith Diakhate, una más que aceptable actriz) y un colaborador, que vienen a inspeccionar una cueva descubierta en el susodicho pueblo; también la historia del Cabo 1º de la Guardia Civil (Celso Bugallo, en una interpretación muy convincente), a cargo en ese momento de la comandancia del lugar, hombre viejo y a punto de jubilarse que analiza todos los datos que ve a su alrededor; y por último, la historia de su hija y de su yerno también guardia civil (Vicente Romero), joven que se aburre mucho en este destino pueblerino y que desearía cambiar, experimentar una vida más pudiente y emocionante.

En fin, una película de las buenas de verdad que se hacen en España de vez en cuando. Muy atinados los distintos perfiles de miembros que componen la institución de la Guardia Civil; aunque alguno pueda parecer extremo, son todos muy reales, tan reales como los tipos de uvas que suele haber en una viña: ya verde o pasada, ya jugosa o seca. Lo dicho sobresaliente.

Fej Delvahe