Paddington

Muy entretenido film que combina la animación con los personajes reales.
Lo mejor que se puede decir de ella es que se puede ver perfectamente en familia pues padres e hijos disfrutan por igual. No aburre nada al no haber tiempos muertos y estar sucediendo todo el rato situaciones irregulares, sí, pero bastante disfrutables y casi siempre divertidas. A veces son gags muy ñoños pero en líneas generales es muy amena.
Además, tiene algunos toques precisos y preciosos, inventivas visuales que le dan un indudable encanto y hasta emociona un poco, aunque el humor y la aventura prima sobre todo lo demás.
Bien Hugh Bonneville y la siempre magnífica Sally Hawkins, y con una Nicoke Kidman que ya comienza a repetirse en algunos papeles parecidos.
En definitiva, bonita película, con una preciosa fotografía y eficaz banda sonora.

Modélica cinta infantil alejada de todo momento aburrido, y con un resultado eficaz no solo para niños sino también para adultos. Ya que a ambos se les trata de una manera inteligente, mientras se divierten.

Paul King ha puesto sus miras en los clásicos juveniles británicos y en los planteamientos fundacionales del cine de Wes Anderson, del que bebe en más de una escena.

Hay algo mágico en este relato de un osito abandonado a su suerte en un Londres demasiado caótico. Desde un diseño de producción impecable a una creación de personajes realmente adorables.

La aparición en pantalla de una actriz como Sally Hawkings, resulta siempre algo delicioso. Su rostro, utilizado con gran acierto por directores como Woody Allen o Mike Leigh, está lleno de dulzura y amor. Una de esas caras amigas que siempre te alegras de ver, cuando cruzas por una calle llena de desconocidos.

No es descabellado afirmar, que en la actualidad del cine europeo, Inglaterra siempre destaca por su elegancia y saber hacer, habiendo demostrado una notable eficacia en los universos infantiles y juveniles.

Cuando uno lleva más de un rato en el interior de la película, descubre perplejo que la función no es solamente agradable, sino incluso de buena calidad.

Contiene moralejas y discursos familiares, pero muchos pueden estar tranquilos, ya que no eclipsan un buen número de escenas entrañables.

Y aunque los efectos especiales no estén del todo pulidos, y al oso le falte rasgos que expresen mayor número de sentimientos, no hay lugar para el aburrimiento, y sí para toneladas de diversión.

Película estrenada en la cola de las navidades, y que viene a demostrar, que cuando uno cuida los aspectos formales y actorales, el resultado puede ser la mar de interesante.

Una idea melosa, blanca, e ingenua; no pretendamos que el guión nos haga saltar de la butaca, no; es para sentarse con vuestros retoños y disfrutar en buena e inocente compañía. Innegable como película llena de mensajes que refuerzan el sentido más preciado de familia, inclusive cuando alguno de sus integrantes es llamativamente diferente. Actores bien elegidos tanto por su aspecto como por dotes histriónicas, mas cercanos al núcleo social promedio.

Paddington fue creado por Michael Bond en 1958 y se convirtió en todo un símbolo del entretenimiento y la educación infantil en el Reino Unido, ofreciendo lo mismo que encontramos en esta película del 2014: una experiencia familiar y educativa donde valores tales como la amistad, la lealtad y el valor son los protagonistas.

El trabajo realizado en este film por Paul King y el equipo de artistas digitales de Framestore es una maravilla, capturando de un modo perfecto ese aire mágico y entrañable del personaje y sus historias. La película desborda diversión y entretenimiento con un amplio abanico de escenas de típico humor británico. Incluso la entrada en escena de la villana, una espléndida Nicole Kidman en un registro nada habitual en ella, es tratada con una frescura impecable.

Obviamente la cinta tiene sus fallos, por ejemplo, en algunos momentos no termina de definirse, además de que es bastante predecible y cae en situaciones y gags que no resultan nada novedosos. Por otro lado se requiere de cierta magia que sólo el espectador puede aportar. Es decir, todo aquel que piense en verla y no sea capaz de sacar al niño que todos llevamos dentro no será capaz de apreciar todo lo que ofrece.

En definitiva: En mi opinión el llamado “cine familiar” no se prodiga demasiado desde hace mucho tiempo. Las historias que nos presentan son generalmente poco originales y refrescantes, pero además han perdido ese factor educativo y esa magia que antes tenían las producciones de este tipo. Con ‘Paddington’ encontramos un soplo de aire fresco que, a pesar de sus fallos, se postula como uno de los mejores títulos de ese cine familiar que algunos echamos tanto de menos.

-Lo mejor: El encanto, la magia y lo entrañable de la historia. Por momentos uno consigue volver a la infancia y redescubrir las viejas producciones familiares.

-Lo peor: Unas escenas cómicas demasiado manidas y quizás algunos alardes visuales que no eran necesarios ni aportan nada especial.

-Más en: www.cineycine.com

Paul King adapta al cine con corrección y cariño los cuentos para niños del osito Paddington que, quizás por estos lares latinos no es tan reconocido pero que, en Inglaterra es toda una institución e icono de su cultura desde los años 50 (compitiendo en popularidad con la propia Reina de Inglaterra). Aun recuerdo, durante un viaje a Londres, lo sorprendida que quedé al pasarme por la juguetería Hamleys y observar la infinidad de complementos curiosos dedicados al osito en cuestión (¡vamos, que nuestro Nenuco se queda pequeño en comparación!).

Pues imagínense eso; una película con nuestro muñeco Nenuco como protagonista que recién llega a una nueva ciudad y que no logra encajar en el mundo de los humanos... aunque es acogido por una adorable familia a la que irá ganando con su cariño como es de esperar. Eso es "Paddington": un film infantil (y no lo esconde en su desarrollo pueril y nimio) de típica historia de "mascota perdida en la megalópolis, que hace amiguitos y "enemiguitos", que es acogida por una familia... y que vivirá pequeñas rencillas y un gran malentendido... pero donde al final triunfará el amor familiar.

Es una trama (y un desarrollo aniñado, simple e inocentón) que ya hemos visto en la gran pantalla infinidad de veces con perros, gatos, cerdos, ratones, pitufos... y ahora toca un achuchable y adorable osito. Y "Paddington" logra un nivel aceptable y pasadero dentro de este grupo de cintas. Es peor que otras películas de su mismo corte (reconozco que "Stuart Little" en una cinta que me resulta muchísimo más divertida e ingeniosa) pero bastante mejor que otras (desde luego, en mi opinión, supera a otros film como "Un chihuahua en Beverly Hills", "Bolt", "Babe", "Gardfield", etc.) gracias a las copiosas dosis de ternura que consigue por su estupenda animación.

Pero eso no evita que estemos ante una cinta enfocada sobremanera al publico aniñado, claro está. "Paddington" es de una infantilidad pronosticable y con bastantes momentos desmesuradamente bobos y absurdos. Estamos ante una cinta de muchas (pero muuuchas) caídas tontas de poca o ninguna gracia para el espectador de una minúscula exigencia, de eruptos, colisiones y pringues varios revistos y desatinados, de malentendidos y contrastes poco originales, de extravíos y tropezones memos, de carreras y persecuciones accesorias, y de indolentes y perezosos tours por la ciudad inevitables en este tipo de films.

Todo esto, esas escenas concretas (pero reiterativas y continuadas) de "metepatas" bobaliconas, vulgares y vistas (junto con ese desarrollo somero y trivial de esta resabida temática) es lo que más le pesa a "Paddington" para que no logre ser un film familiar históricamente destacable y completamente adorado por un público adulto (que, a pesar de esto, logrará distraerse en lineas generales (el compás de King es admirable) e implicarse en algún que otro punto de un cariño conseguido).

Y es que la cinta se compensa gracias a la candencia y a la puesta en escena imprimidas por King en una trama que, a pesar de contar con tanta paja accesoria, resulta aceptablemente dinámica en su ritmo. King apenas deja puntos deslomados y apagados en su narración, su realización (aun sencilla) es de lo más correcta. El film también se beneficia de una preciosa y festiva fotografía que consigue una gran calidez, de un cómodo y encantador (sin ser memorable) diseño de producción para con el espectador, y de un reparto (donde destacan Hugh Boneville como reticente paterfamilias al más puro estilo Mister Banks de "Mary Poppins", Sally Hawkins como extravagante y afectuosa madre y Julie Walters como jocosa y alocada "tía-abuela") que está realmente bien (a pesar de que los personajes que interpretan son someros y un tanto unidimensionales (en especial el de la villana de tebeo encarnada por Nicole Kidman, la cual sale perdiendo en comparación con el personaje malvado (algo similar) de Cruela De Vil)) sacando oro y atracción de estos clichés andantes y aportándoles cercanía y calidez, y de una tierna y emotiva banda sonora que, aun sin ser recordada, se adecúa perfectamente a los momentos de emoción y delicadeza. Pero la cinta sobretodo logra auparse gracias al diseño entrañable y cautivador del osito Paddintgon (que sale afortunadamente en casi toda escena del metraje), al que no se puede evitar querer achuchar en todo momento y al que, cuando ocupa momentos de acertada ternura, incluso se le pueden dedicar algunas lagrimillas si se tiene el "día tonto".

Esa fascinante ternura, mimo y afecto del osezno enaltece al producto. Eso, aunado con la afable puesta en escena, la pertinente dirección de Paul King, el distinguido reparto, y un guión que transmite buenos sentimientos y sensaciones... y simpatía (alguna que otra gracia sí consigue despertar cierta complicidad y sonrisa gracias al buen hacer de los rostros de Bonneville, Hawkins o Walters ... aunque no sea lo habitual en el metraje entre tanto tropezón y persecución, y sean más bien situaciones puntutales contadas con los dedos), sin caer en lo empalagoso y afectado pero sí en lo cercano y natural, consiguen ser suficiente para que "Paddintgon", aun siento la típica y previsible cinta familiar cargada de baratas gracietas y de lo más inofensiva y tópica, resulte lo suficientemente jovial y agradable. Ideal para ver con críos... y un adulto se distraerá sin pesadumbre. Ahora bien, si el film hubiera dedicado más momentos a su lado estupenda terneza y menos al del manido e imbécil humor de tropezones y caídas... pues estaríamos hablando de una cinta familiar muy superior.

Lo mejor: Los efectos especiales del diseño y movimientos de Paddington que es sencillamente una ricura. La dinámica dirección de Paul King. El reparto.
Lo peor: La trama y su desarrollo ofrecen poca capacidad de sorpresa a un adulto. Hay excesivo humor físico exagerado.