Hellraiser VII: Deader

En un principio no pensaba hacer esta crítica, pero viendo que sólo hay una, y que el compañero Pinhead no la valora demasiado bien, me siento en la obligación de hacer de contrapunto.

Sí, la saga de Hellraiser se hace cansina (aunque ¿qué saga de 8 películas no se hace cansina?), la actriz principal no destaca (aunque hace lo que puede con un personaje tan tópico como plano), el último tramo de la película se hace pelín más pesao y, también, el final es cacota (aunque esa es la tónica en todas las películas de Hellraiser salvo, a mi juicio, el de la primera y el de la quinta; no obstante, dentro de esa tónica, a mi gusto el final de esta no es el peor de la saga "ni de coña" (ver Hellraiser 3 o la 6 (sic) para más información). Entonces, ¿qué aporta mi crítica si estoy básicamente parafraseando al compañero Pinhead? Pues todo lo demás.

Tras la llegada a la dirección de la saga del tal Rick Bota y ver la infumable cagada que parió en la sexta película me planteé no terminarme una saga que me había propuesto comerme enterita casi por masoquismo (porque me entusiasmaron los personajes y el universo creado por Clive Barker de la primera) pero, mire usted, vi que Clive Barker colaboraba con el guión de esta, (no así con el de la predecesora) y pensé que quizá lo hacía para levantar la obra (que, por otro lado, muy difícil tenía caer más bajo).

Y qué quereis que diga: sí, la levanta.

En Hellraiser 7 a fin de cuentas vamos a ver más de lo mismo (¿es que acaso alguien se pone Hellraiser y no quiere ver el cubo ni a los cenobitas haciendo de las suyas? =P), pero lo gracioso del asunto es que en la película se nos presenta una trama con guiños a la cuarta; con motivaciones de los personajes más allá de "he encontrado la cajita de marras: voy jodido"; con escenas realmente desasosegantes (otras, sí y aunque me escueza reconocerlo, son lamentables) y con menciones reales y coherentes al mundo de los cenobitas (en el que horror-dolor-placer coexisten, y ese es precisamente su sello de identidad primigenio).

Conservando asímismo el "venazo" onírico que le otorgó la quinta, para mí tiene lo mejor de las películas de Hellraiser (aunque, que lo tenga, no la convierte en la mejor ni mucho menos. Lo que quiero decir es que NO es una cuchufleta sin sentido e imposible de tomar en serio, como algunas de las otras, sino que su planteamiento es más que correcto).

Así, el hecho de que sus ingredientes, o mejor, de que algunos de sus ingredientes sean muy buenos no la convierte en buena, pero sí la hace mejor que muchas de las anteriores.

Terminando, he aquí mi contrapunto al compañero Pinhead: pocas de las secuelas de Hellraiser merecen la pena (y menos para los "no iniciados"). Pero creo que esta, si conoces la saga, sí que la merece. A mí, personalmente, me dio una "pequeña alegría" comprobar que, después del truño que es la 6, supieran levantar cabeza de nuevo.

Hellraiser Deader es la séptima entrega de la cansina serie Hellraiser, iniciada con una genial primera entrega dirigida por Clive Barker (¡el autor del libro original!).

La acción se traslada esta vez al mundo periodístico. Una periodista "rebelde" (patética Kari Wuhrer) investiga una secta que resucita muertos gracias a la Configuración de los Lamentos (anda que joder, ya no saben donde poner al cubito).

Para sorpresa del que escribe estas líneas, Deader empieza con una interesante media hora inicial bastante "tétrica", donde destaca una cuidada fotografía de tonalidad oscura y una ambientación correctamente dirigida. Tras eso, lo que suceden son escenas monótonas y aburridas que no llevan a ninguna parte (abusando del recurso de "es solo un sueño").

Nuestra protagonista (personaje copiado descaradamente de Night Flier) prosigue en su investigación, pero empieza una predecible rutina que le quita el interés a una trama alargada excesivamente.

Además, la resolución final deja mucho que desear.

En fin, más de lo mismo pero mucho peor. No merece la pena, aunque bien pensado, casi ninguna de las secuelas lo merece.

Saludos

Voy a ser bastante breve. Si la anterior entrega era una copia argumental de la quinta película, esta séptima parte dirigida de nuevo por Rick Bota, es una copia literal de su anterior trabajo, es decir, es una copia de la copia.

La dirección de Rick Bota es televisiva, y el único punto de interés que tiene la cinta, es el echo de estar ambientada en la vieja Europa, en Bucarest (Rumania).

La trama es un sin sentido, es un argumento patético, las actuaciones son mediocres (que decir de la protagonista Kari Wuhrer), la música desentona, y en general, todo es muy irregular.

En todo caso, si hay algo que salvar, son las atractivas localizaciones de Bucarest y como mucho, el intento de mantener previsiblemente una atmósfera y ambientación de suspense en condiciones.

También algunas secuencias aceptables, como las del motel y la estación de metro abandonada o el tren de la carne de medianoche.

Más y peor de lo mismo.

La séptima entrega de Hellraiser llega después del giro que dio la saga en el anterior episodio, donde se centró de forma descarada (y acertada) en una historia del mundo real bien construída con un papel en las sombras de Pinhead, el indudable protagonista de la franquicia.

Rick Bota repite en la saga tras haber dirigido Hellraiser VI: Hellseeker. Visto el buen resultado de esa entrega, Bota opta por un trabajo bastante similar en practicamente todos los frentes exceptuando la historia, que corre en esta ocasión a cargo de Benjamin Carr, quien opta por introducirnos en los suburbios de Bucarest a través de una protagonista que trabaja como periodista investigando las noticias más oscuras y truculentas. Rick Bota aprovecha la oscuridad del relato para ambientar su película bastante bien, aunque lo cierto es que la maraña que teje el guion resulta, a la postre, ser demasiado pegajosa para el director, que no consigue encajar las piezas a tiempo y se ve abocado a un final demasiado acelerado que, si bien cierra todos los cabos sueltos, no lo hace de la mejor forma posible, dejando en el espectador la sensación de que el puzzle ha encajado a la fuerza y no por estar bien construído.

Kari Wuhrer es una actriz que ha dedicado su carrera cinematográfica a las películas de serie B, a las TV movies y a los papeles secundarios de producciones relativamente importantes que han acabado en fiasco. No voy a decir que tenga talento para aspirar a más que eso, pero lo cierto es que hay actores y actrices en películas de primer nivel (al menos en lo referente a taquilla) con menos talento que Kari Wuhrer. Paul Rhys también ha pasado su vida artística deambulando por producciones de segunda y tercera fila, cosa comprensible cuando uno observa su incapacidad para expresarse. Georgina Rylance tiene un papel corto pero con mucho que decir y hace un trabajo bastante bueno. Otro papel pequeño recae sobre Marc Warren, que es de los más flojos del reparto junto a Simon Kunz, que no cambia la expresión en toda la película. Doug Bradley vuelve a vestirse de Pinhead para tener cada vez menos protagonismo, si bien es cierto que su personaje sigue siendo fundamental a pesar de que la historia ya no giro en torno a él.

Resumiendo, que es gerundio: tras la maravillosa Hellseeker, la llegada de Deader es un pequeño paso atrás en una de las sagas más míticas del cine de terror (aunque de terror tiene poco). A pesar de sus errores por querer ser mejor de lo que es, esta séptima entrega mantiene la media de la franquicia, llegando al aprobado por los pelos.

La vi en su dia y no me dijo nada, la he vuelto a ver ahora que estoy revisando la saga al completo y pienso exactamente lo mismo. Rick Bota hizo un buen papel dirigiendo la sexta parte pero eso no se hace extensible a la que ahora nos ocupa. El guión, aunque colabore Clive Barker, es confuso la mayor parte del tiempo y la premisa de la que parte es irreal hasta para una película de terror. Además tiene el peor final de la saga entera.
Si no le doy peor nota es porque hay escenas que están bien ambientadas como la del metro o el vagón de tren (me refiero a que para ser una película destinada al video doméstico es decente) Pero en general me parece una perdida de tiempo.