El último adiós de Bette Davis

Interesante documental sobre la visita de una Bette Davis ya muy envejecida, al Festival de San Sebastián, en el que se mezclan testimonios de gente que participó en aquello (periodistas, alcalde...) con imágenes (fotos y vídeo) de la presencia Bette Davis en el Festival.

Siendo interesante por lo que representa la diva cómo un gran mito del cine; a mi parecer le falta algo de dinamismo y se hace un poco monótona ya que principalmente salen los testimonios de gente y pocas escenas de lo que ocurrió allí, así como pocas imágenes de Bette Davis en sus películas, las cuales en mi opinión ayudarían a identificarse más con el mito del que trata el documental.

Los días de Bette Davis en San Sebastián tienen esa grandeza que solo tiene la decadencia atroz. Como la de Norma Desmond en "El Crepúsculo de los Dioses", esa decadencia que también brilla y que verdaderamente no lo es. No se ha hecho una película/documental sobre tres días sino sobre un adiós de alguien desgastado y con una eterna pose que un día dejó de ser tal para ser eternidad. Quizás falten más imágenes, pero se compensan con palabras, a veces quizás exageradas, pero es que el personaje lo merece.

Este excelente documental trata de una estrella, una gran estrella que tuvo la gentileza de venir a España, a un festival concretamente San Sebastián. A recoger su premio Donostia. A través de las entrevistas de distintas personas vamos descubriendo una personalidad como todos sospechábamos arrolladora. Su paso por san Sebastián cautivó a todos. Este documental refleja todo esos momentos y más. Muy sobriamente rodada. Es maravilloso ver como el paso del tiempo agiganta a la persona.

En "El último adiós de Bette Davis" todo el mundo, recordando la vista pre mortem de la diva, adolece de una mitomanía y un reptilismo repulsivo, casi orgullosos del desprecio que les demostró y de las limosnas afectivas que repartió. Da un poco de vergüenza ajena y le hace a uno recordar aquellas palabras de Fernando Fernán Gómez en "La silla de Fernando" explicando que el problema del español no era la envidia sino el desprecio (por lo nuestro). Os recomiendo que veáis otra cosa. O recomiendo una buena peli de, por ejemplo, Bette Davis.