Triple agente

La (hasta ahora) última película de ese genio de la frescura cinematográfica que es Rohmer resulta bastante decepcionante. El guión presenta fallos estructurales -tarda una eternidad en arrancar, el epílogo resulta forzado y excesivamente explicativo, los personajes fundamentales al comienzo de la película desaparecen sin dejar rastro en la segunda mitad...- y la dirección no tiene la transparencia y elegancia habituales en el director -exceso de primeros planos, un montaje menos fino de lo deseable-, lo que hace que la película nunca acabe de enganchar al espectador y finalmente resulte innecesariamente farragosa y -¡ay!- más bien pesada. Ni funciona como obra de análisis ideológico-político-artístico en su primera mitad -es demasiado esquemática en ocasiones y demasiado críptica en otras-, ni como película de espionaje en su segunda -falta trama y sobra diálogo-, ni como reflexión sobre el secreto y el peligro de contar en su conjunto -el propio Rohmer tiene obras mucho más intensas en este campo-. Tampoco entusiasman los actores protagonistas, especialmente el femenino. Fallida y prescindible.

Libremente inspirada en una historia real, no totalmente dilucidada, "Triple agente" es un relato de espionaje pero también una narración moralista sobre el disimulo y la mentira. Basándose en el desarrollo de la vida de una pareja y de las premisas del conflicto mundial, se describe la vivencia de una epopeya íntima.

"Muy buena. (...) Nuevo y sorprendente ciclo de revisionismo histórico (...) inteligente película"

"El resultado es una película más inteligente que afectiva, más cerebral que arrebatadora. Tiene, si acaso, una característica inesperada: un tono demasiado discursivo y farragoso."

"Rohmer antepone la palabra, y por tanto la credibilidad de los actores, a cualquier otro recurso expresivo (...) Lo mejor: la facilidad de Rohmer para hacer que el tiempo pase, en estado de fascinación, delante de sus imágenes"