Amor a quemarropa

"Road-movie que basó su efectividad en su conocido reparto y una puesta en escena trepidante. Vibrante"

Clarence, empleado en una tienda de cómics, celebra su cumpleaños con su rito habitual: viendo películas de Kung-fu en un cine de barrio de Detroit. Allí conoce a Alabama, una atractiva rubia de cuerpo explosivo y tierno corazón, y del encuentro de estas dos almas perdidas surgirá un "romance verdadero" que les llevará a iniciar una nueva vida juntos, mientras unos traficantes de drogas les pisan los talones. El comercial Tony Scott desaprovecha la oportunidad de realizar una película "grande" al no sacar todo el partido a la espléndida historia de Quentin Tarantino. Con escenas magníficas (el encuentro entre Hopper y Walken, el personaje de Pitt), casi todas mérito del guión delirante y genial del "enfant terrible" de Hollywood, un gran reparto y buena banda sonora, la estética efectista de Scott fue aplaudida por jóvenes de medio mundo, pero la impidió consagrarse artísticamente como un título clave en su género.

"La versión Tony Scott de Tarantino resulta vulgar (...) Sin embargo, contiene muchos momentos inolvidables"

"Una película de carretera estúpida y estilosa"